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“A mí nunca me han preocupado las opiniones que se han vertido a lo largo de los 58 años que hace que salí del Gobierno y me aparté del Franquismo, sobre mi actuación política, primero como Ministro del Interior, después como Ministro de la Gobernación y por último como Ministro de Asuntos Exteriores… a mí lo que me ha molestado siempre e incluso me ha rebelado ha sido la manipulación o la falsificación de la Historia, porque no se puede escribir la Historia con rumores, fábulas o leyendas. La Historia son HECHOS y los Hechos son sagrados, tienen que ser sagrados, pues sin Hechos no hay Historia”
Estas palabras, que repetía constantemente D. Ramón Serrano Suñer, encierran todo lo que hizo o dejó de hacer como colaborador de Franco durante su actuación política entre los años 1937 y 1942, pues no hay que olvidar que Serrano Súñer dejó el Gobierno el 3 de septiembre de 1942.
Pero ¿quién era, quién fue, D. Ramón Serrano Súñer? Repasemos, aunque sea en síntesis, la biografía del hombre que tuvo casi tanto Poder como Franco en aquellos años terribles de la Guerra Civil y la primera postguerra.
Ramón Serrano Súñer nace en Cartagena el 12 de septiembre de y 1901 muere el 1 de septiembre del 2003, lo que quiere decir que su biografía abarca todo el siglo XX. Fue hijo del ingeniero de caminos D. José Serrano LLoberes y Doña Carmen Súñer Font de Mora. Fue el 5º de 7 hijos y su nacimiento en Cartagena fue circunstancial, ya que no era de allí. A los dos años su padre es encargado de realizar el puerto de Castellón de la Plana y a la ciudad levantina se traslada la familia, y allí estudió el bachillerato, siempre con notas brillantísimas.
En 1917 se traslada a Madrid para estudiar Derecho, en contra de la voluntad de su padre, que prefería que siguiese la carrera de Ingeniero de Caminos, Puertos y Canales, con el compromiso de obtener las mejores notas de la Universidad de Madrid. Cosa que consiguió a base de estudiar “como un negro”, como el mismo decía siempre, y ampliar estudios en la biblioteca del Ateneo, en el que ya figuraba como Secretario Manuel Azaña. Su expediente académico sólo fue igualado, antes y después, por Niceto Alcalá Zamora, luego Presidente de la República, y José Calvo Sotelo, años más tarde asesinado por los “rojos” en Madrid. Sobresaliente en todas las asignaturas de la carrera y Premio Extraordinario a final de curso. Durante la carrera conoció y se hizo amigo de José Antonio Primo de Rivera.
En 1924, y con tan solo 23 años, gana las oposiciones, con el número 4, de Abogado del Estado, apenas sin prepararlas, caso único de aquella España, y eso le vale para que la Universidad le mande a Roma a realizar un curso sobre “Técnica del Derecho Patrimonial”, durante ese tiempo que permanece en Italia fue testigo y conoció en el Parlamento a Benito Mussolini, que sólo llevaba en el Poder 2 años y del que se “enamoraría” por su oratoria y su formación intelectual.
A su vuelta de Italia comienza a ejercer como Abogado del Estado y muy pronto llega a Zaragoza, donde conocería al General Franco, ya Director de la Academia Militar, y a su esposa Carmen Polo. Serrano y los Franco entablan una buena amistad, que le llevaría, incluso, a casarse con la hermana de Dña. Carmen, Dña. Ramona “Zita” Polo Martínez-Valdés. Curiosamente en su boda se conocieron José Antonio Primo de Rivera, que firmó como testigo del novio, y Franco, que lo hizo como testigo de la novia. De ese matrimonio nacieron 6 hijos: José Felipe, Fernando, Jaime Javier, Francisco, María del Pilar y Ramón. (Fuera del matrimonio tuvo una hija, fruto del romance que vivió con Sonsoles de Icaza y León, Marquesa de Llanzol, Carmen Díez de Rivera e Icaza)
Antes, en 1931, había sufrido su primer revés político, ya que en las Elecciones Generales de junio de 1931 fracasó en su intento de salir como Diputado. Pero, de eso hablaremos después.
“Conocí personalmente a D. Ramón el mes de diciembre del año 1972, cuando el editor Gregorio del Toro y yo fuimos a su casa de la calle Príncipe de Vergara de Madrid a proponerle que fuese Presidente del Jurado que estábamos confeccionando para entregar los premios de la Colección “Memorias de la Guerra Civil española” que habíamos puesto en marcha y digo personalmente porque antes de acudir a la cita yo ya me había leído de un tirón su gran obra “Entre Endaya y Gibraltar” y muchos de los artículos que venía publicando en la famosa Tercera de “ABC”. Don Ramón se entusiasmó con la idea de la colección y decidió apoyarnos. Pero, de entrada puso dos condiciones tajantes: 1) Que los Premios tenían que ser totalmente imparciales y no aceptaría favoritismos a favor de los “nacionales” o de los “rojos”. 2) Que el Jurado tendría que estar formado por personalidades de los dos bandos de la Guerra Civil. Y así lo acordamos. Aquello, y la larga conversación que tuvimos después, me hizo comprender en el acto que D. Ramón Serrano Súñer no era el personaje “traidor” a la Falange y “nazi” que los mediocres del Movimiento y los sumisos y “pelotas”, que habían divinizado a Franco, habían hecho creer, pues muy al contrario me encontré al hombre más culto que he conocido en mi vida y a un liberal convencido. Afortunadamente aquello fue el comienzo de una larga amistad que duró hasta su muerte, acaecida el año 2003, y cuando ya estaba a punto de cumplir los 102 años de vida.”
Ahora hablemos de algunos HECHOS importantes en la vida de Serrano Súñer,
Primer hecho: en las Elecciones de 1931 no fue elegido Diputado, pero lo consiguió en las de 1933 y también en las de 1936. Como diputado intervino más de 300 veces, especialmente cuando se discutió la nueva “Ley de Administraciones Públicas”. El 18 de julio le cogió en Madrid y ante las perspectivas de aquellos primeros días y fallida la sublevación militar en el Cuartel de la Montaña, y viendo el peligro que podía correr siendo como era cuñado de Franco, que se había sublevado en Canarias, no tuvo más remedio que abandonar su domicilio particular y esconder a su mujer y los dos hijos que tenía en ese momento en una pensión, él se refugió en casa de un amigo. Allí fue, sin embargo, descubierto y detenido por un grupo de milicianos que antes de entregarlo en la Dirección General de Seguridad lo llevaron hasta los Jardines de Rosales y por dos veces simularon su fusilamiento, sólo porque querían sacarle todo lo que supiera del Alzamiento. Pero en ambas situaciones tuvo la sensación de que era el final de su vida. Luego lo entregaron a las autoridades y a los pocos días ingresó en la Cárcel Modelo, donde viviría una verdadera tragedia, pues fue testigo de la primera tanda de asesinatos que se hicieron y en la que cayeron, entre otros, Melquiades Álvarez, ministro que había sido de la Monarquía, el Dr. Albiñana, Fernando Primo de Rivera, (hermano de José Antonio), Julio Ruiz de Alda, los también ministros Rico Avelló y Álvarez Valdés y los generales Rafael Villegas y Osvaldo Capaz
Afortunadamente Serrano se salvó de aquella matanza y con ayuda del Dr. Marañón pudo salir de la Cárcel Modelo y conducido a una clínica para presos políticos. Cuando el Presidente Azaña se enteró de lo que había sucedido en la Cárcel Modelo se hundió sicológicamente y casi a gritos dijo: “¡Esto no, esto no! ¡Me asquea la sangre y no aguanto más, esta sangre nos ahogará a todos!”. Por su parte, Indalecio Prieto dijo, tras visitar la Modelo y presenciar los cadáveres de los asesinados: “La brutalidad de lo que aquí acaba de ocurrir significa, nada menos, que con esto hemos perdido la guerra”
Segundo Hecho: el 20 de enero de 1937 Serrano consiguió evadirse de la clínica vestido de mujer con las ropas de su hermana y refugiarse en la Legación Diplomática de los Países Bajos, desde donde, con un falso salvoconducto de un militar republicano, llegó hasta Alicante donde se reunió con su mujer y sus dos hijos, José y Fernando. Posterior mente, y con la ayuda del cónsul argentino, pudieron embarcar en el “Tucuman”, un buque de guerra argentino que los llevaría hasta Marsella. Desde allí cruzó Francia hasta Biarritz y pasó la frontera por Hendaya y dirigirse a Salamanca, capital provisional de los sublevados, donde fue acogido por su cuñado Franco, recientemente nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Fue el comienzo de su carrera política en la España Nacional.
Julio Merino. Periodista y miembro de la Real Academia de Córdoba
Autor
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Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.
Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.
Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.
En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.
En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.
Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.
Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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