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Antonio e Inocencio Alcón Molina, eran dos de los cuatro hijos de Juan Alcón García, nacidos en la localidad murciana de Totana.
Su padre Juan Alcón era secretario judicial y fue destinado al Juzgado de Primera Instancia de Bujalance (Córdoba), donde sorprendió la Guerra Civil a la familia.
Juan, antes de la Guerra, era militante de Falange al igual que su hijo Inocencio, en cambio su otro hijo Antonio había tenido coqueteos con las JAP (rama juvenil de la CEDA), aunque en la primavera del 36 pasó a militar con su padre y hermano en la Falange.
A finales de julio de 1936, una turba de anarquistas de Bujalance apresan a Juan y a su hijo Inocencio, por el único delito de ser falangistas, a punta de pistola obligan a Inocencio a cavar una tumba, para posteriormente asesinarlo en presencia de su padre, el cual corrió el mismo destino, los dos cuerpos sin vida quedaron unidos para la eternidad en una misma fosa.
La mayoría de los milicianos de la CNT que asesinaron a Juan y a su hijo Inocencio crearon la tristemente llamada «Centuria de los Gavilanes», después de protagonizar la sangrienta represión en Bujalance.
Años después, los restos de Juan Alcón y de su hijo Inocencio fueron trasladados definitivamente al «Valle de los Caídos», donde desde entonces reposan en paz.
En cambio, Antonio pudo escapar de la masacre, al acabar la Guerra volvió a su localidad de origen Totana, ostentando el puesto de secretario de organización, pero en junio de 1941 fue de los primeros en alistarse como voluntario en la Jefatura de Milicias de Murcia para ir a combatir al comunismo soviético en las filas de la gloriosa «División Azul.»
Antonio Alcón combatió como soldado en la 2ª Compañía del Regimiento 263.
El 5 de diciembre de 1941, en los terribles combates de Possad, Antonio cayó muerto en la fría nieve rusa, su cuerpo quedó para siempre enterrado lejos de su patria, es posible que sus restos reposen hoy en el Cementerio de Pankovka, cerca de Novgorod, pues hace años se exhumaron los cuerpos de muchos de los Caídos en Possad.
La familia Alcón fue masacrada por el único delito de ser falangistas, y para que no queden en una recóndita esquina de nuestra historia, hoy los recordamos.
Agradecemos las fotografías e información recibida a la familia Carreño y a Ester Alcón.
 
 
(Fotos de Inocencio y de su hermano Antonio Alcón, (la de Inocencio es la que figura autografiada), cedidas gentilmente por sus familiares y que pasan a formar parte del archivo de los Guardianes de la Memoria Azul)

Autor

REDACCIÓN