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Las guerras… ¡ay! las guerras…

¿A quién, en su sano juicio, le puede gustar una guerra? A mí, por ejemplo, porque estoy loco. Alzo la mano ante esa pregunta y me siento interpelado. Adoro las guerras, lo reconozco. La que más me pone es la II Guerra Mundial. Porque a mí me van los conflictos grandes y conocidos. El resto de ancestrales enfrentamientos intercontinentales no están bien documentados gráficamente, por lo cual no me seducen tanto: yo soy de realidad, de ver lo que ocurre, o que me lo cuenten a través de fotos y grabaciones de vídeo. Gengis Kan, Leonidas, Alejandro Magno, Waterloo, las cruzadas y etcétera… eso no va conmigo. Yo necesito un enemigo real y contemporáneo. Mariconadas, las justas.

Por eso os muestro este vídeo, sobre la batalla más famosa, por cruenta, de todas: Stalingrado. Es la secuencia final de la magistral película alemana de 1993. Como no estaba traducida al español, la traduje yo, faltaría más.  Si no habéis visto la peli, y queréis verla, no veáis el vídeo. Si la habéis visto, vedlo. Si no la habéis visto, pero os suda la polla verla, vedlo.

Este vídeo muestra lo estúpido de la mayoría de guerras habidas y por haber. ¿A quién se le ocurre ir a morir a Stalingrado, viviendo en Alemania? ¡Por (poned la deidad favorita), cómo se puede ser tan gilipollas! La violencia es un arma defensiva, nunca ofensiva. Es decir, si me atacas, me juego la vida defendiéndome, y a lo mío y a los míos… ¿pero voy a ir yo a tu casa a defender lo mío? ¡SOMOS TAN GILIPOLLAS, PERO TANTO, QUE DA ESPANTO!

Obviamente, las guerras que dije que me gustan, son para analizarlas, estudiarlas, verlas en documentos gráficos o de ficción… pero no para ser parte de ellas, ni fomentarlas. Mi bastión soy yo y los míos cuando no agreden a nadie. El que va a tu casa, con derecho de pernada, ese es un cabrón al que hay que expulsar, sea de la ideología que diga ser. Mirad la II Guerra Mundial que digo adorar… comunistas aliados con nacional socialistas, luego enemigos. Yanquis que se autoinvitan y, tras ganar la guerra, se hacen enemigos acérrimos de sus aliados comunistas, etcétera. Qué nadie crea que estoy defendiendo a mi mayor odio: el comunismo. Precisamente la psicopatía (algunos lo siguen llamando “ideología”) más criminal e imperialista de la historia y que sigue muy vigente internacionalmente, y en Espena está imperando. Estoy defendiendo la autarquía (lo que sublimó Francisco Franco), defenderte de quien te ataca y vivir de tus propios recursos. Franco nos libró de la II Guerra Mundial, porque no era una guerra contra España. Hitler no tuvo cojones a traspasar nuestras fronteras, esas mismas fronteras que ahora son puertas abiertas y con puestos de avituallamiento, y múltiples prebendas, para quien la cruza ilegalmente (eso me la suda, hecha la ley hecha la trampa) e inmoralmente (eso no me la suda, nadie puede entrar en tu casa sin tu invitación, salvo Anfitrión… y como me la suda también la mitología griega, pues que no… QUÉ NADIE ENTRA EN MI CASA SIN MI PERMISO, NI YO VOY A LA DE ELLOS).  Franco nos libró del comunismo, el peor invasor de la historia. El que dominó, y domina, medio mundo. Jamás sabremos la suerte que tuvimos de contar con un puñado de sensatos e irredentos, que nos libraron de lo que estamos sufriendo ahora y de lo que llevamos sufriendo desde 1975 (¿ya nadie se acuerda de ETA y el resto de criminales comunistas? ¿del 11M? ¿de Barcelona y Cambrills?¿de verdad tenéis tan poca memoría, hijos de puta? Sí, he puesto la tilde, a posta, para que suene a “me moría”).

En esta secuencia que os enlazo, el arte se magnifica, haciendo de la batalla más sangrienta, atroz, inservible e injustificada de la historia; un canto a la vida, al amor, a la camaradería, a la amistad… Entre tanta estupidez como es ir a invadir otro país (encima defendiendo intereses ajenos), siempre perdurará el cariño humano, la fraternidad que demuestra toda esta magna película que os recomiendo encarecidamente.

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Pero más encarecidamente os recomiendo seguir la moraleja de este artículo: defiende lo tuyo, pero no ataques lo que no es tuyo. Precisamente todo lo contrario, que por citar sólo nuestro caso patrio, hacen los imperialistas etarras vascos y los terroristas catalanes, ambos grupúsculos de psicópatas pretendiendo conquistar territorios fuera de sus comunidades. Siglos ha, por supuesto que entiendo el imperialismo que todas las naciones del mundo han ejercido o intentado. Era otra época y había todo un mundo por descubrir, civilizar y/o expoliar. ¿Pero actualmente? Da pavor ver como se siguen glorificando a estos cabrones, como vikingos, piratas, conquistadores, genocidas…

¿No os dais cuenta de que estamos enfrentados por intereses ajenos, disfrazados de intereses comunes y personales nuestros?  ¡Es tu casa la que okupan, mientras los políticos que defienden a los okupas viven en mansiones inexpugnables protegidas por maderos! ¡Es tu dinero es que te roba el Estado, mientras que los políticos que gobiernan el Estado, y nos enfrentan, se hacen millonarios y son corruptos! ¡Es tu cultura, y tu economía, la que devastan los inmigrantes que defienden los políticos y un sin fin de corruptas asociaciones rojas expoliadoras del erario!

Disfrutad del vídeo y pensad que uno de esos 2 personajes de la secuencia final podrías ser tú, pues así de gilipollas podemos llegar a ser.

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REDACCIÓN