24/11/2024 08:35
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El euríbor a un año no da tregua a los hipotecados. Este índice, que se usa en España para calcular el interés de la inmensa mayoría de las hipotecas a tipo variable vigentes, cerrará el mes de octubre con un valor medio de cerca del 2,63%; una subida notable respecto a su cotización media en septiembre (2,233%). Será, además, el registro más elevado de esta referencia desde diciembre de 2008.

Las hipotecas variables que se revisen con el valor de octubre, por lo tanto, pasarán a tener unas cuotas sensiblemente más caras en cuanto se actualice su tipo de interés. Y peor futuro les espera a los préstamos revisados más adelante: según los analistas del comparador financiero HelpMyCash.com, la previsión es que el euríbor se sitúe en el 3% antes de que acabe este año.

Efecto del nuevo valor sobre las hipotecas variables

¿Por qué pagarán más los hipotecados con revisión en las próximas semanas? Para entenderlo, hay que tener en cuenta que el interés de las hipotecas variables se actualiza cada seis o doce meses, a contar desde la fecha de la firma. Si el valor publicado del euríbor ha subido respecto al del semestre o el año anterior, las cuotas del préstamo se encarecerán, mientras que si ha bajado, las mensualidades se abaratarán.

Es decir, que las hipotecas variables que se revisarán con el euríbor de octubre tienen ahora un interés calculado con los valores del semestre o del año pasado. Seis meses antes, la cotización de este índice era del 0,013%, mientras que hace 12 meses era del -0,477%. Si se actualiza el préstamo con el valor actual de octubre (2,63%, provisionalmente), el interés subirá en 2,617 puntos o en 3,107 puntos, respectivamente.

Ese incremento del interés encarecerá notablemente las cuotas de la hipoteca revisada. Por ejemplo, imaginemos que una persona tiene contratado un préstamo medio de 150.000 euros, a 25 años, con un interés de euríbor más 1% que se revisa semestralmente. Si se actualiza con el valor de octubre, sus cuotas subirán en unos 195 euros mensuales, según los cálculos de HelpMyCash, por lo que habrá que pagar un total de unos 1.171 euros más el próximo semestre.

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La peor parte, sin embargo, se la llevarán los clientes cuya hipoteca variable se revise anualmente, porque el interés les subirá más. Con el mismo préstamo que el del ejemplo anterior, las cuotas se encarecerán en unos 228 euros al mes. Es decir, que habrá que pagar unos 2.735 euros más durante el próximo año. 

Un euríbor disparado por la subida de tipos del BCE

Las decisiones del Banco Central Europeo (BCE), además, mantendrán al alza el euríbor en los próximos meses. Este organismo ya ha subido sus tipos en tres ocasiones para combatir la elevada inflación de la eurozona: del 0% al 0,5% en julio, del 0,5% al 1,25% en septiembre y del 1,25% al 2% en octubre. El euríbor representa el interés medio al que los bancos se prestan dinero entre ellos, así que es natural que suba si a estas entidades les cuesta más financiarse a través del BCE.

De media, según los analistas de HelpMyCash, el euríbor siempre se ha mantenido entre 0,5 y un punto por encima del tipo de interés del Banco Central Europeo. Y cuando este organismo tiene intención de subirlos, tal y como ocurre ahora, esa diferencia se amplía, ya que los bancos trasladan ese futuro incremento al interés de sus préstamos interbancarios. Por este motivo, es más que probable que este índice alcance el 3% antes de que acabe el año y que se mantenga en valores muy elevados en 2023.

Hay que prepararse antes de que se produzca la revisión

De cumplirse estas previsiones, los hipotecados con revisión en noviembre o diciembre pagarán unas cuotas mucho más caras en cuanto se actualice su interés variable. En caso de pertenecer a este colectivo, es aconsejable calcular cuál será la nueva mensualidad y valorar si se podrá hacer frente sin problemas a la subida. Este cálculo se puede llevar a cabo con el simulador de revisión de hipoteca de HelpMyCash.

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Si la situación económica del hipotecado no se tambalea pese a la subida de su cuota, puede tratar de refinanciar su préstamo antes de la revisión para que la mensualidad no se encarezca tanto. Por ejemplo, con el paso a un tipo fijo o mixto o con la rebaja del diferencial, que es lo que se suma al euríbor para calcular el interés variable. Estas operaciones se pueden formalizar a través de un pacto con el banco (novación), de un traslado del crédito a otra entidad (subrogación) o de la contratación de una hipoteca nueva para cancelar la vigente.

En cambio, si el encarecimiento de la cuota generará problemas económicos importantes al cliente, este debe acudir cuanto antes a su banco para buscar algún tipo de solución. Por ejemplo, se puede acordar una prolongación del plazo (para reducir el importe de las mensualidades) o un período de carencia total o parcial durante el que no haya que pagar nada o solo haya que abonar intereses, respectivamente. Es recomendable, además, que el hipotecado revise si puede prescindir de algún gasto para tener más margen para pagar su préstamo.

 

Autor

REDACCIÓN