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En 1721, el duque de Montagú encargó unas Constituciones al pastor Anderson para que modificase lo recopilado por George Payne.

La base del trabajo de Anderson fueron algunos documentos antiguos de la masonería operativa y de los recopilados por George Payne y pertenecientes a los masones de las logias de Londres. Payne habia redactado ya las treinta y nueve Ordenanzas generales y las entregó a Anderson para su revisión, con el fin de que las adecuara a la nueva organización.

Ricardo de la Cierva en su obra «El Triple Secreto de la Masonería» afirma que en 1719  Désaguliers, pastor protestante,  mandó quemar casi todos los documentos de la Masonería antigua u Operativa. Désaguliers, protestante y deista deseaba borrar todas las huellas confesionales católicas de la Masonería antigua. A pesar de esto, lograron salvarse dos importantes manuscritos antiguos de la Masonería Operativa: el Manuscrito Regio (1390) y el Manuscrito Cooke (1410) que se conservan en la Biblioteca del Museo británico.

En 1723 apareció la primera edición de Constituciones editadas por William Hunter en Londres. Agotada en 1735, la edición inglesa de 1723 fue modificada e impresa cuatro veces más: 1738, 1756, 1767 y 1784.

En Filadelfia, Benjamin Franklin imprimió y difundió el texto por primera vez en 1734

El texto evolucionó de forma sorprendente desde la primera versión de 1723 contaba con 110 páginas, la quinta edición de 484 páginas.

 

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Padre Antonio Gómez Mir
Padre Antonio Gómez Mir
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