25/11/2024 09:10
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Hoy hace un soleado día también y al igual que los animales están más activos se nota el vacío de gentes en esta Castilla sin hombres.
 
Nuestros pecados se han vuelto contra nosotros. Creímos prescindir de Dios en nuestra soberbia y ahí tenemos el fruto de esos dos millones y pico de españolitos sacrificados, la despoblación de nuestra tierra. 
 
Que bien estarían esas criaturas abortadas cuidando de nuestros campos y bosques abandonados y dejados de la mano de Dios. Imaginen esa Castilla con tres millones de habitantes más. Y además jóvenes y con empuje vital. Podríamos renacer sin ninguna duda.
 
Pero esto nos han dejado estos 45 años de abominación.  La desidia y la falta de futuro. Regiones enteras a punto de fenecer. Listas y preparadas para la nueva invasión islámica que se presenta en su modalidad silenciosa.
 
Nuestros ensorbecidos próceres no son capaces de reconocer su error y en una huida hacia adelante invitan a los mahometanos a que nos repueblen. ¿ Nos tenemos que resignar a una inevitable España musulmana?
 
Sería esa la venganza de la sangre inocente derramada. Pero aún estamos a tiempo de arrepentirnos, pedir perdón al Señor y emplearnos a fondo en la reconstrucción de esta España que se nos va de las manos.
 
Tres millones de asesinados en España. Tres millones de ciudadanos jóvenes que no están. Tres millones de esforzados patriotas que no podrán luchar por su patria ni por el porvenir.
 
Grandísimo pecado con autocastigo incluido. Aulas vacías, ejército formado por extranjeros, campos desiertos.
 
Y falta de servidores de Dios. Esa ausencia que facilita nuestra desbocada carrera hacia la catástrofe.
 
Señor, que tu pueblo vuelva a ti sus ojos. Las tareas que se nos presentan son muchas y pesadas. Danos fé y fuerza para poderlas llevar a cabo.
 
Si no, tu querida España se convertirá en un batiburrillo islámico. A esto nos lleva la no procreación y el aborto. Este será el castigo del cielo por habernos vuelto contra él.
 
Confiemos en que el desastre podemita sea el punto final del agravio. Que de esas cenizas renazca una nueva España poblada y sin aborto. Este execrable crimen.
 
Y que esta España sea un país puntero. Para darle mayor gloria al Señor y por el bien de nuestra descendencia. Que Dios se olvide de este holocausto cometido y nos bendiga de nuevo con un país lleno de esforzados creyentes. 
 

 

Autor

REDACCIÓN