20/05/2024 09:20
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No lo puedo evitar. A veces me sonrío a solas, de tal modo que,  si me vieran,  se preguntarían: “¿De qué se ríe este viejo?”. Generalmente me ocurre cuando leo cosas maravillosas sobre el “Régimen menos malo” –según,  al parecer,   definió Churchill la Democracia–; no puedo menos de verme tentado a soltar una carcajada, recordando el celo con el que una serie de apóstoles de la Libertad nos presentaban a los pobres españoles  —“esclavos” del fascismo franquista– las genialidades de ese sistema.

Me gustaría tener a mano los periódicos  de los años 50 a 70 que duermen en las hemerotecas para comparar con la “realidad” los “sueños” de aquellos ilusos interesados.  Tengo muy buena “memoria selectiva”  y todo lo relacionado con los apóstoles de la libertad me producen tal  emoción que no lo puedo olvidar… Tengo muy presente a un famosísimo abogado—creo que granadino–  cuya “familia derechona” la  ligan algunos  con la muerte –tan manipulada–  de Federico García Lorca, ¡el protegido de los falangistas!

Pues bien  ese celoso demócrata nos evangelizaba un día sí y el otro también sobre el paraíso democrático… (Hombre de máximo prestigio tenía el despacho, en el Paseo de Gracia,) Lo recuerdo cuando  “sufro la dicha”  de vivir nuestra “libertad” catalana, y has de hacer lo que a ellos deciden.

¡Qué delicia  la libertad democrática!, no tardarán mucho en decretar la forma de respirar. Libertad para todo menos para hacer lo que te guste. La Democracia es el arte de vivir  con  todo “regulado” sobre el fundamento de que lo  bueno es vivir encorsetado.

Esto me recuerda la norma de Gobierno  de Don Gabriel García Moreno que ellos aplican invertida: “Libertad para todo y para todos menos para el mal y los malhechores”

De la fina educación separatista de los años setenta — cuando nos llenaban las paredes de anuncios melifluos: “En català SI US PLAU” (“en  catalán por favor)   hemos pasado al nuevo estilo: “En Catalá per collons”…

Y de semejante modo proceden en todo lo demás. Por lo tanto me he convertido en  ¡un fanático adorador de la Democracia! 

Lo lamentable — y no tiene remedio–, es que los jóvenes de hoy no hayan podido vivir  los ochenta años precedentes. No les darían ahora, gato por liebre, ni esclavitud por libertad. Si Cristo viniera a España nos cansaríamos de oírle  su expresión “misereor super turbam”… ¡siento pena por esta multitud!—

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Es muy triste ver la mofa de unas generaciones sin experiencia, por quienes les venden  “antifascismo” por “democracia” y “sumisión denigrante” por “libertad alegre”.

 He vivido circunstancias duras,– “terror rojo”, miserias de la posguerra –nuestra y de la Mundial II–, revolución castrista, etc.,–  viviendo la verdadera libertad con alegría,… pero hoy nos toca subsistir en una atmósfera de “temor”, donde todo invita al “miedo”.

Los medios de comunicación tienen como objetivo “atemorizar al personal”, y el pavor se palpa en la conducta de los hombres  en estas democracias de cachondeo que pueblan Europa y America…

Libertad teníamos con Franco,  cuando cualquier obrero tenía unos duros en el bolsillo  para tomarse unas cañas, y se podía mover sin trabas “reales” porque nadie le “regulaba la vida” como lo intenta Sánchez,  acatando los ucases de la Sinagoga de Satanás.

Bajo la “odiosa dictadura”, solo una “minoría de chorizos”,  reales o en potencia,  –que aspiraban a “poder robar” si llegaban al poder–, tenían miedo y vivían asustados pero el pueblo vivía alegre y feliz. Por eso nada tiene que envidiar la despedida a Franco hacia el Valle de los Caídos a la de la reina Isabel por los británicos.  Esa es la mejor prueba de lo que el pueblo,  en su inmensa mayoría, pensaba del Caudillo.

Ningún relato refleja mejor esa realidad  que el conocido chiste:

— “¿Te has enterado? ¡Ha muerto Franco!

— ¡Qué bien!.., y ¿quién ha venido?

–¡Franco!

––… ¡Menos mal!”

Probablemente un noventa por ciento largo  de españoles  vivía con la noción, en el subconsciente, de que Franco era eterno... Cuando empezaron sus achaques, en el fondo,  el pueblo se entristeció. No se lo quería creer  porque no le había pasado por la cabeza que podía irse algún día A cuantos  no lo vivisteis os resultará difícil de entender la verdadera historia del nuevo siglo de oro de España,  durante los cuarenta años de la “oprobiosa”. Pero a quienes disfrutamos de la Paz de Franco que “nos quitan lo bailao”,

¡Tranquilos!, los siglos futuros descubrirán la verdad de la historia del Franquismo.

Me ha hecho siempre mucha gracia –una vez llegada la Democracia–, enterarme de   que ¡todos  –o casi-– habían “luchado contra Franco”!… No podía menos de reírme. De creerles, con solo “soplar”,  la “Dictablanda” habría pasado a mejor vida una vez barrido Franco por tal ciclón.  Pero, si son felices contando chistes. no les privemos de semejante dicha.

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La historia real se puede contar con pocas palabras.

Los temibles “libertadores” rojos intentaron imitar a los de otros países y pusieron dos bombas en el centro, y la siguiente, a medio camino, en Aragón,  mientras huían hacia Francia, y  ahí acabó la  Liberación de España”…

No nos hagan reír con la “oposición a Franco” que fue de chiste. Doscientos estudiantes corriendo delante de los “grises”,  que pensaban que con “Franco en forma” tenían algo que hacer. Únicamente  cuando ya no era él mismo, y con gobiernos “semidemocráticos” la ETA levantó cabeza. La Traición a España de los jueces de Burgos fue una consecuencia  de esa baja forma del Caudillo. Diez años antes la ETA habría tenido otro final… Los cobardes son valientes cuando estos desaparecen de la escena. La ETA,  al Franco de Burgos, le habría durado lo que un merengue a la puerta de un Colegio. Al Generalísimo los años y el Gobierno le hicieron perder lo que tuvo siempre hasta los  setenta años.

Así resumo yo toda la Historia de los “valientes “comunistas, No digamos la de los “demócratas”.

 

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.