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Esta catalana contaba con una importante cuantía a deber ante diferentes entidades financieras tras quebrar la inmobiliaria donde trabajaban hasta 2008.

El no poder compaginar la cuota mensual de sus deudas con sus gastos esenciales la llevó a declararse insolvente y acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.

La Asociación de Ayuda al Endeudamiento ha conseguido este logro en menos de dos años. Además, la ya ex-deudora conservará su vivienda en propiedad.

¿Cómo solucionar una situación de insolvencia tras el cierre de un negocio?

Tras cerrar la agencia inmobiliaria donde era trabajadora indefinida hasta 2008, esta barcelonesa ha estado más diez años sin poder afrontar puntualmente sus deudas financieras.

Desde 2008 hasta 2017 no logró encontrar empleo, lo que la motivó a hacerse autónoma como agente de seguros. Aunque esto generó que tuviera unos ingresos mayores que cobrando solo el subsidio estatal, la deuda atrasada era demasiado alta para conseguir ponerla al día. Aún así, fue aportando cantidades pequeñas a los acreedores con la esperanza de llegar a un acuerdo definitivo de pago con todos.

Aguantó así hasta finales de 2020, cuando, en una situación anímica y financiera muy delicada motivada por el estado de alarma declarado a raíz de la pandemia, solicitó el asesoramiento de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento. Esta organización sin ánimo de lucro está formada por abogados y economistas especializados en ayudar a personas físicas y pequeñas empresas que no pueden afrontar sus créditos pendientes. Tras comprobar que cumplía los requisitos, le recomendaron acogerse a la conocida popularmente como “Ley de la Segunda Oportunidad”.

Andrea Olcina, abogada de la Asociación, detalla el estado en el que llegó la interesada a la Asociación: “No fue fácil para ella dar el paso, pero vio que de otra forma nunca acabaría de liquidar todo lo que tenía atrasado de pago. Además, los embargos se sucedían y esto era una inseguridad constante en su día a día. Una vez empezado el trámite, la ley ya garantiza uno de los dos posibles resultados: un acuerdo con los acreedores o la exoneración total”.

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Cómo lograr la condonación total de la deuda con la Ley de la Segunda Oportunidad

El primer beneficio que obtuvo, y clave para que se acogiera al proceso, fue el inminente alivio económico. El preconcurso de acreedores sirve para informar de la insolvencia de la interesada, permitiéndole dejar de pagar a las entidades y estar protegida ante cualquier intento de embargo”, explica Olcina.

Posteriormente, se presenta ante notario una propuesta de pagos que contiene una quita y un aplazamiento de la deuda sin intereses para dar a los acreedores la opción de cobrar algo. Este intento de acuerdo se intentó, pero no hubo mayoría para que saliera adelante. “Es bastante frecuente que los acreedores rechacen por cobrar más de sus seguros o porque consideran la propuesta insuficiente”, recalcan desde la Asociación.

Tras esto, la deudora tenía el derecho de solicitar la exoneración del 100% de la deuda y así lo hicieron efectivo sus abogados presentando la demanda de concurso ante los juzgados de Barcelona. En este punto, era importante argumentar correctamente la exclusión de la vivienda del proceso liquidatorio.

Llevando el préstamo hipotecario al día y siendo la residencia habitual de la asociada con sus hijos, estaba claro que la Administración Concursal estaría de acuerdo en que mantuviera la vivienda siempre que siguiera abonando mensualmente la hipoteca”, indica la letrada.

Finalmente, la petición fue aceptada por el Juzgado de lo Mercantil N.º 3 de Barcelona concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) a la asociada eliminando el lastre que sufría como consecuencia de la recesión económica.

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Requisitos que marca la Ley de la Segunda Oportunidad

Para acogerse al procedimiento es necesario cumplir una serie de requisitos. Estos son: la insolvencia del interesado, que la cuantía global de la deuda no supere los cinco millones de euros, el intento de un acuerdo de pagos y, por supuesto, que no haya sido condenado por delitos socioeconómicos. Todo esto se resume en que el solicitante sea un deudor “de buena fe”.

Una vez comprobados estos presupuestos se dictó la resolución definitiva el pasado 5 de julio concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) ha supuesto dejar a esta deudora libre de pagar 302.585,54 euros. Además, mantiene la propiedad de su casa.

Con esta sentencia los acreedores del concursado -entre ellos Sabadell BBVA, Intrum o Wizink- no podrán reclamar ningún pago más ni incluir en fichero de morosos a la ya ex-deudora.

En lo poco que llevamos de 2022, se puede observar un crecimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad. Tanto en las personas que se acogen a ella como en la aplicación por parte de los Juzgados. Todas las sentencias de la entidad son de acceso gratuito en su web.