21/11/2024 11:38
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Termina el año. Un año para olvidar y van muchos desde 1978, en que los que votamos «NO» a la Constitución, hemos visto la perpetua y continua degradación de nuestra Patria. Continua degradación causada por unos políticos, los de antes de de 1975 y los de después, que han aprovechado a un pueblo crédulo y bueno, para ejercer sus principales habilidades: llevárselo crudo (me refiero al dinero), colocar a los amiguetes, legislar a favor de lo que a ellos les viene bien, quitar la legislación y las normas que ponían freno a las tropelías que pensaban hacer.

Y aunque los españoles, acostumbrados a lo que había en los años anteriores, es decir crecimiento económico, que llevó a España a ser la «OCTAVA» potencia mundial en el campo económico, la segunda flota pesquera en barcos y capturas, la mayor constructora naval junto a Japón y Corea, etc… lo cierto es que todas esas plusmarcas mundiales, junto con muchas otras, como tener una «deuda publica» igual a cero, o que cada españolito aspirase a una vivienda en propiedad o un cochecito utilitario, nos hacen valorar en su justa medida lo que había y lo que hay.

El actual desgobierno nos ha llevado a un déficit superior a los dos billones de euros. Cifra totalmente impagable por España o por cualquier otro país occidental. ¿Cómo la ha hecho? pues muy fácil: malgastando los recursos, los impuestos y los propios créditos concedidos a España. Con dos fines básicos: su propio interés partidista y personal, pero sobre todo para cumplir un objetivo que marcó en su momentos Carlos Marx, que refrendó la ONU en su agenda 2.030 y que el Globalismo considera necesario para que un país con ese déficit impagable sea pasto de sus intrigas.

Pero no echemos la culpa solamente al inquilino de la Moncloa y a sus antecesores, porque esto no es flor de un día, sino que viene de muy atrás. Ya se empezó a fraguar en ese 1978 y poquito a poquito se fue creando a lo largo de los años, hasta que la llegada de Zapatero al poder disparó la velocidad y con el actual presidente hemos entrado en las prosas por liquidar cuanto antes a España. En realidad este sátrapa hace honor a la palabra que le asigno, pues en definitiva no hace mas que lo que la voz de su amo, el judío Soros, le dicta.

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Y como es posible que pasase lo que pasó y hayamos llegado hasta aquí, pues repasen la historia de hace 50 años, Una historia que recordamos esta semana en que se cumplen esos 50 años del asesinato del entonces Presidente del Consejo de Ministros, Don Luis Carrero Blanco. Un asesinato realizado por una banda terrorista que carecía de los medios adecuados para la obtención del resultado que la explosión asesina causó. Una banda terrorista que carecía de individuos adecuadamente formados para realizar lo que hicieron, con el resultado obtenido. Una banda terrorista que estaba demasiado bien protegida y financiada, teniendo en cuenta quiénes eran y de donde venían, pero que pocos años después dejarían entrever muchas cosas que si no nos dejamos llevar por la habitual cortina de humo oficial, veremos con demasiada claridad.

En aquellos días, y concretamente el anterior a aquellos hechos, el Almirante Carrero se entrevisto con el Secretario de Estado, el judío Henry Alfred Kissinger. Sobre la mesa varias cuestiones: La primera y principal la bomba atómica, de momento un solo ejemplar, que el proyecto «Islero» había llevado adelante y que se convertía en un tema contrario al interés de USA y aliado a Francia.

Interesante entrevista sobre el proyecto Islero:

También, el tema del Sahara Español, recordemos que desde siempre Marruecos ha sido más interesante para los intereses económicos y sociales de USA, que España, pues nuestro país es quizás menos manejable que la dictadura islamita de Marruecos. Y El Sahara es una fuente inagotable de recursos estratégicos en su subsuelo y en su zona marítima pesquera y también el futuro después de Franco.

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Todo lo anterior nos lleva a un «no» de Carrero a Kissinger, que sellaría el destino al día siguiente, en que el Almirante subió al cielo con coche oficial incluido. Y curiosamente a menos de 200 metros de la Embajada de USA en España. ¿Casualidad?. Casualidad es también que el Jefe de Seguridad, Ministro del Interior, fuese promovido a Presidente de forma inmediata, y casualidad es también la famosa frase Franco. En fin, yo no creo en las casualidades.

Lo que sí es importante es que desde el momento en que muere Carrero fluye el dinero hacia las personas que desde las más altas instancias a lo más bajo del escalafón, desde la socialdemocracia alemana, correa de transmisión de los gringos, para sus cosas raras y que indudablemente doblega valores y honradez a «tutiplén». Y ahí empezó el desastre económico que lleva al «descuido» inherente al Patrimonio de España, hasta que este desaparece y se convierte en una deuda impagable. Deuda que va a pesar en nosotros y nuestra descendencia, por los siglos de los siglos.

¿Hasta cuándo la partitocracia que nos legó Kissinger y sus dólares impondrá la destrucción de España?

Autor

Jose Antonio Ruiz de la Hermosa
Jose Antonio Ruiz de la Hermosa
José Antonio Ruiz de la Hermosa es oficial retirado del Ejército Español. Especialista en Estrategia, táctica y logística Aérea. Especialista en Salud Laboral, Prevención de Riesgos, Divulgador e Historiador.
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Lúpulo

«La documentación de archivos históricos extranjeros alude a la existencia en España de capacidad técnica suficiente para fabricar bombas atómicas, al menos desde finales de los años sesenta. Afirmación que deriva en gran medida de las declaraciones que ministros, militares, ingenieros y científicos españoles realizaron personalmente a sus homólogos occidentales».
Pues fueron unos giles/traidores porque esos proyectos no se anuncian.

«En 1963, Guillermo Velarde recibió el encargo de realizar, con discreción para no alertar a la comunidad internacional, un estudio sobre las posibilidades reales de fabricar armas nucleares en España. El objetivo último, caso de materializarse, era disponer de una fuerza de disuasión similar a la force de frappe gaullista».
Con discreción, no; deben hacerse en el mayor de los secretos. Discretos son los encuentros de Bildeberg, que no se sabe de qué hablan exactamente, pero sí que tales encuentros se producen y dónde se reunen; además aparecen libros sobre el clú.

Ebrah k’dabri (estas gentes no lo entienden)
«El proyecto, bautizado por Velarde como Islero, “en recuerdo del miura que mató a Manolete y que presentía terminaría matándome a disgustos” (p. 44), contó además con el aval entusiasta de otras personalidades, en su mayoría militares de alta graduación, cercanas a Franco, a Arias Navarro y a Suárez, El autor destaca especialmente el apoyo en las distintas etapas del proyecto de Agustín Muñoz Grandes, Manuel Díez Alegría, Luis Carrero Blanco y Manuel Gutiérrez Mellado, e insiste en que, “por unas circunstancias o por otras, todos desaparecieron en el momento más decisivo”.Las bombas de uranio fueron enseguida descartadas de la investigación: las plantas de difusión gaseosa necesarias para el enriquecimiento del uranio quedaban fuera del alcance de España, dados sus altos costes financieros, complejidad técnica y gran consumo de energía eléctrica. Las bombas de plutonio presentaban más ventajas: la materia prima podría ser extraída del combustible irradiado en un reactor plutonígeno, el 7% directamente y el resto previo tratamiento en una planta (extranjera) de reprocesado.
En 1964 el gobierno español aprobó la construcción del único reactor plutonígeno no experimental instalado nunca en España, la central nuclear de Vandellós 1 (Tarragona), que utilizó una tecnología francesa basada en el uso combinado de uranio natural (combustible), grafito (moderador) y gas carbónico (refrigerante). Fue la tercera central nuclear ubicada en España, después de Zorita (Guadalajara) y Santa María de Garoña (Burgos), ambas de tecnología americana de uranio enriquecido y agua ligera. Al ser de propiedad franco-española, Vandellós 1 quedaba fuera de la supervisión de Estados Unidos y del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Incluso Francia prometía relajar los controles siempre que la tecnología no fuese cedida a terceros países. De acuerdo con Velarde, De Gaulle deseaba que España (como Israel) dispusiese de una pequeña fuerza de disuasión nuclear, capaz de asegurar la defensa de intereses no cubiertos por la OTAN (en el Mediterráneo y el norte de África) y apta para sostener los esfuerzos franceses de crear una tercera vía alternativa a las dos superpotencias.Pero la dimensión militar perdió importancia tras la entrada en Vandellós 1 de las empresas privadas FECSA y HECSA, que junto al capital público español (ENHER) y francés (EDF) formaron la sociedad Hispano-Francesa de Energía Nuclear SA (HIFRENSA). La presencia de la iniciativa privada, un gran error —según Velarde— del entonces ministro de Industria Gregorio López Bravo, comprometió la confidencialidad del Proyecto Islero y retrasó sine die su materialización. Se renunció a la obtención directa de plutonio en el reactor. No al reprocesado en Francia del combustible irradiado, y al reenvío a España de parte del plutonio obtenido.el entusiasmo de Velarde y sus mentores duró muy poco. López Bravo logró convencer a Franco de los altísimos costes financieros (60.000 millones de pesetas) y políticos (ruptura de la amistad España-USA) del Proyecto Islero (y de cualquier proyecto futuro para la fabricación de bombas termonucleares). El intento de ingresar en el selecto club de los poseedores del arma atómica (USA, URSS, Gran Bretaña, Francia y China) fue varias veces retomado durante los años que precedieron y siguieron a la muerte de Franco. Primero por Carrero Blanco, que habría entregado a Kissinger un informe del Proyecto Islero un día antes de su asesinato». Así de sabio era el almirante.
https://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/download/740/1152?inline=1

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