13/05/2024 21:02
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Salvador Poyatos nació en un pequeño pueblo de Cuenca en 1923, pero pronto su familia vino a la capital de España donde Salvador cursó estudios de Bachillerato.
Siendo un jovencísimo estudiante tendria sus primeros contactos con sus futuros camaradas del SEU.
La Guerra Civil le sorprende en Madrid, donde a pesar de su corta edad, colaboraria con la Falange clandestina.
Al acabar la guerra, de inmediato se afilia al Frente de Juventudes.
Pero llega la primavera de 1941, los falangistas dictan su sentencia condenatoria contra la Rusia Soviética, los banderines de enganche se llenan de miles de camisas azules, todos quieren alistarse en la División Azul para combatir en Rusia al comunismo, Salvador es uno de los primeros, pero como no tiene la edad reglamentaria, no aceptan su petición.
Pasado un año, en abril de 1942, convence a su padre para que le autorice por escrito, aun siendo menor de edad, para alistarse a la División Azul.
Por fin es admitido como voluntario falangista, Salvador Poyatos ya es un soldado de la División Azul, incorporándose a la misma el 18 de junio de 1942 con el 11º Batallón de Marcha.
Al llegar al frente se le destina a la plana mayor del Grupo de Exploración.
Pronto entra en combate y el 5 de febrero de 1943 es herido de un balazo en la mano, al mes se le da de alta con pérdida de medio dedo índice de la mano derecha.
Se le destina al 2º Escuadrón del Grupo de Exploración donde sigue combatiendo con gran valentía en el frente de Kolpino.
El 12 de noviembre de 1943 vuelve a España con el 19º Batallón de Relevo.
Como era costumbre, e increíblemente , el Ejército le llamó para que cumpliera con su servicio militar (parece que su paso por Rusia no era suficiente), y por ello el 1 de diciembre de 1943 ingresa en el Regimiento de Transmisiones nº 1 (El Pardo), allí cumple con su obligación legal hasta licenciarse.
Pero el joven Salvador no se contenta con la paz, cree que su obligación como falangista es seguir combatiendo contra el comunismo aunque ya no existan legalmente unidades españolas combatiendo en Rusia, por ello el 25 de junio de 1944, vuelve a cruzar la frontera con Francia, esta vez solo y de forma ilegal, para tratar de incorporarse al Ejército Alemán.
Nada más llegar a Francia le detiene la Policía alemana, y cuando les comunica su intención de alistarse nuevamente para combatir en Rusia, es puesto en libertad aunque le envían a Checoslovaquia para que trabaje como obrero al servicio del Reich.
Claramente, Salvador no está de acuerdo con ese nuevo encuadramiento, por lo que se escapa y se dirige a Berlín, allí en la capital alemana entra en contacto con otros españoles que buscan, al igual que Salvador, alistarse al Ejército Alemán para combatir contra los soviéticos.
Pronto lo consigue, y es enviado a una unidad española en formación que se encontraba en Hall-Tirol, formada por dos compañías, la 101 y la 102, a Salvador le encuadran en la 102.
Poco después, la compañía 102 es destinada al 3º Regimiento de la «División Brandemburgo», unidad esta que en un principio se denominó «Comando Brandemburgo», siendo una unidad alemana de operaciones especiales, utilizada para infiltraciones y sabotajes en zonas enemigas, muchos de sus combatientes se unieron a las unidades de comando de nueva creación de las Waffen-SS, que estaban al mando del famoso Otto Skorzeny.
Salvador fue de los pocos españoles que pasó a formar parte de los famosos comandos de Otto Skorzeny, en el «Batallón Jäger-SS», cumpliendo todo tipo de misiones de extrema peligrosidad.
Al final, y cuando la guerra ya estaba perdida, la unidad se disuelve y Salvador con otros camaradas españoles intentan salvar la vida escapando en dirección oeste, pero pronto son hechos prisioneros por los rusos.
Increíblemente, Salvador consigue escapar en agosto de 1945 del campo de concentración ruso de Dessau, dirigiéndose a zona controlada por el Ejército Americano, donde nuevamente es detenido, aunque en noviembre del mismo año es repatriado desde Italia a España en el buque Bánfora, y por fin el 10 de noviembre de 1945 Salvador llegaba a su casa de Madrid sano y salvo.
No tardó mucho en volver al combate, ya que al poco tiempo se alistó voluntario a la «Legión Extranjera Francesa» en la que siguió combatiendo sin cesar en Indochina, siendo uno de los pocos supervivientes de la batalla de Dien Bien Phu.
Varios miles de españoles, en su mayoría antiguos rojo-republicanos, se habían alistado en la Legión Extranjera Francesa y muchos de ellos formaron parte de los 12.000 oficiales y soldados que combatieron en las cinco colinas de Dien Bien Phu en la primavera de 1954.
Por última vez, Salvador Poyatos luchó con las armas en la mano contra el comunismo, esta vez en Vietnam.
Esta vida de servicio a la Falange, sin buscar prebendas ni favoritismos de ninguna clase, finalizó el 3 de junio de 2017, fecha en la que Salvador se dirigió a cumplir con su último servicio, en un lucero plateado, junto con miles de camaradas que le habían precedido.
Nuevamente, hoy rescatamos del olvido a un luchador de la Falange, a un guerrero azul, a un luchador anticomunista que inició el combate siendo casi un chaval sin nunca darse por vencido.
 
 
 
(Foto inédita de Salvador Poyatos, tomada a su primera vuelta de Rusia, de los archivos de los Guardianes de la Memoria Azul).
  
 

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REDACCIÓN
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