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El pasado 12 de noviembre un grupo de católicos decidieron, en mitad de las protestas de Ferraz, rezar el Santo Rosario. Su responsable, Jose Andrés Calderón, nos explicó que el motivo principal de esta decisión radicaba en la defensa de la unidad católica de España y reivindicar el papel de los católicos en la vida pública.
https://www.infocatolica.com/blog/caballeropilar.php/2311200134-jose-andres-calderon-los-rosa
El lunes 27 recibió el organizador del Rosario una comunicación del Delegado del Gobierno de Madrid en la que se le prohibía el rezar en la vía pública. Calderón, al entender que un católico debe hacer caso omiso a “prohibiciones manifiestamente tiránicas”, desobedeció las órdenes gubernamentales y oró en las escaleras del Santuario del Inmaculado Corazón de María. Como contrapartida, se encuentra todavía a la espera de que le lleguen una o varias multas por incumplimiento de la ley de seguridad ciudadana.
El Cardenal Omella, tras ser preguntado en el Nuevo Economía Forum, sobre lo que ha sucedido en Ferraz respondió: “Luego las personas que rezan y que piden, yo que sé lo que pide cada persona en su conciencia… allá ellos y sus grupos. |…| Lo que no vamos a hacer es batallas políticas y batallas de hacer caer gobiernos. Nosotros propondremos valores que hay que defender y ya está. |…| Eso es lo propio de un cristiano y un ciudadano democrático”.
El 15 de diciembre Jose Andrés Calderón decidió mandar una carta al Presidente de la Conferencia Episcopal explicando todo lo que había sucedido en el Rosario y las razones que les llevan a ir cada tarde a Ferraz. Calderón escribió que “uno no debe tener nunca miedo a hacer algo cuando sabe que es lo correcto. No se puede tener temor a las consecuencias derivadas demostrar tu amor a la Virgen María y a Jesucristo”. Expuso al Cardenal que “los católicos debemos, más que nunca, estar unidos para defender la Verdad y el mensaje de Dios”.
https://www.infocatolica.com/blog/caballeropilar.php/2312150906-carta-abierta-de-jose-andres
El Cardenal Omella ha decidido contestar al joven católico. Este es el contenido íntegro de la carta:
“Apreciado D. Jose Andrés
Agradezco enormemente su carta. Quiero que sepa que respeto las decisiones de las personas y grupos que actúan en conciencia para rezar, reunirse, reflexionar, etc.
El sentido de mis palabras, a las que usted alude, no era otro que la afirmación de que la Iglesia, en cuanto institución, no tiene la misión de destituir Gobiernos, sino de ser canal de diálogo para construir un mundo justo, libre y en paz, donde quepan todas las opciones democráticas.
Le felicito por vivir la fe en profundidad y con todas las consecuencias. No pretendo juzgar ni condenar las decisiones que se toman en conciencia delante de Dios.
Cuente con mi aprecio por su persona. Le ruego que no deje de rezar por mí; yo lo haré por usted.
Con todo afecto,
Cardenal Juan José Omella”.
Las palabras del Cardenal las ha valorado José Andrés con agradecimiento:
“Agradezco de todo corazón el envío de la carta y la felicitación que es extensible a todos los que acuden a Ferraz para rezar a la Madre de Dios. En estos momentos tan convulsos debemos estar unidos en Cristo y en la Virgen María. Más que nunca y por encima de todo, hay que defender la Verdad que nos fue revelada, aunque volvamos a ser solamente doce.
En conciencia continuaré acudiendo a Ferraz para rezar por la unidad de España como bien moral. Es necesario fomentar la dimensión comunitaria y pública de la oración para conseguir el triunfo del Bien, la Verdad y la Belleza frente a las ideologías disolventes que pretenden construir un mundo sin Dios. No hay mayor orgullo que profesar públicamente nuestra Fe. Cuente con mis oraciones para que el Espíritu Santo le guíe siempre”.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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Las escalinatas del santuario no son una vía pública. Quien quiera argüir que lo son que determine antes los límites físicos de la propiedad. Ninguna sanción por orar en la vía pública es justa pero es incluso más injusta cuando se efectúa en una propiedad privada. Es como prohibir rezar dentro de una vivienda porque se ve por la ventana. Esas multas podrán ser recurridas por diversos motivos y que no estuviesen sino rezando en propiedad privada sería uno de ellos.
«(…) la afirmación de que la Iglesia, en cuanto institución, no tiene la misión de destituir Gobiernos, sino de ser canal de diálogo para construir un mundo justo, libre y en paz, donde quepan todas las opciones democráticas».
¿Diálogo con loss enemigos de Dios y España, monseñor? En fin…
Y qué pasa con las opciones no democráticas, como la mía? Desde cuándo es obligatorio ser demócrata para ser católico?
Pues eso.
Pues se rezará por los que van a Ferraz y por el cardenal Omella y por todos, aunque nos pongan unos y otros sobre las mismísimas brasas con sus «argumentos».
1º A los que van a Ferraz (sede del PSOE) a rezar ante las cámaras de televisión de ciertos medios conservadores, no se les puede reprochar, de primeras, nada malo, pues rezar es lo propio de los católicos verdaderos. Eso sí, téngase en cuenta Mt 6, 1-5, a todos los que se creen que «solo somos 12» (Judas Iscariote solo era uno), en busca de medallas que colgarse a su «valentía». Rezar ante la sede de un partido político determinado (verdaderamente demoníaco), y no ante el Congreso de los Diputados (sede del poder político), levanta sospechas de instrumentalización política de el rezo en favor de otros grupos parlamentarios rivales del PSOE, es decir, en favor del abortista pro lgtbi+, PP y de sus cómplices y ex miembros de VOX, por estimarlos mejores para la «unidad de España» (totalmente falso, hipócrita y fariseo, como los hechos han demostrado, que no las meras opiniones), o lo que es lo mismo, que se reza de modo insincero, buscando otro gobierno para España, alternativo al actual gobierno genocida y satánico de rojos y antiespañoles (para abreviar). Así que nadie se extrañe de la contestación, muy educada y correcta, del cardenal Omella. Si lo que se persigue es un impacto mediático instrumentalizando el rezo del Santo Rosario, la respuesta cristiana de Omella debería ser la ex comunión inmediata y sin contemplaciones. Nadie está para ofender a Dios por cochinos intereses políticos. Y no hay mayor garante de la unidad de España que Dios mismo, que no olvida a la nación que más le ama y le ha amado en toda la historia, pese a quien pese. Y la defensa de la unidad de España, la que llevó a efecto durante cuatro décadas Franco, el condenado por dictador, no es ya dudosa, sino embustera en todo demócrata sea del signo o partido que sea. No olvidemos que a Franco lo condenaron en tiempos de Aznar todos los partidos políticos, incluidos los diputados de VOX, entonces en el partido de ese presidente democrático liberal. Por todo ello, la Santa Iglesia Católica Apostólica debe investigar a esos orantes y evaluar si se procede o no a la ex comunión. Ya va siendo hora de arrancar la cizaña de la Iglesia de Cristo, la Católica, cizaña que ningún bien trae a la evangelización.
2º Respecto al cardenal Omella, hay que recordarle que al árbol se le conoce por sus frutos, así nos lo enseñó el Señor (y la Iglesia no ha de tener otra doctrina que la del mismo Señor). Y la democracia española, como cualquier otra, no es una excepción. Así que si él sigue, por las razones que sean, erre que erre con el error de tolerar, e, incluso, propagar la mentira, es decir, la política y la democracia (gran ramera de Babilonia, sistema de prostitución generalizada), incluso entre los fieles a Cristo, que los católicos vigilen pues a Omella y a todos los obispos nuestros, que el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche. Fidelidad y hacer lo que ellos nos manden si es conforme a la Palabra de Dios, pero no hacer lo que ellos hagan o difundir sus enseñanzas si van contra Cristo, sino solo las del propio Jesucristo, transmitidas por sus evangelistas, apóstoles, santos y santas de todos los tiempos, que constituyen lo que se conoce como tradición y magisterio. La Santa Iglesia Católica Apostólica no está libre de humo de satanás, ni de apóstatas, ni de falsos doctores sobre los que el mismo Señor nos previno en sus Santos Evangelios y en todo el NT. Que cada cual medite seriamente sobre ello y lea las Sagradas Escrituras y a los santos y santas, que son los que siempre nos han traído luz en medio de tanta tiniebla. Si Omella afirma y sigue insistiendo en que la política es «caridad», que ahora no se extrañe que, si es el caso (ojo, si es el caso), se instrumentalice el rezo del Santo Rosario con fines políticos electorales delante de la sede de un partido político concreto, no de todos, atrayendo aún mucha más ira de Dios sobre España por la hipocresía generalizada (Jesucristo Nuestro Señor, que nunca fue un político, encontró enemigos en su santísima misión, los políticos de todas las facciones de su época, especialmente los escribas y fariseos. Los Evangelios no contienen política, no se discuten o se opinan, dan testimonio de la Verdad, y son justo lo contrario a la política o deseo de alcanzar (y conservar) el poder, como el que tuvieron Lucifer y sus ángeles rebeldes, Eva y Adán (pues no se les condenó por aspirar ingenuamente a ser infinitamente buenos y misericordiosos, que es totalmente imposible en toda criatura, sino por ser «todopoderosos» como Dios mismo. Ahí está la tentación que condujo entonces a la muerte y que conduce hoy al infierno), como el que intentó vanamente prender en Jesús el demonio en el desierto con sus tentaciones («todo esto te daré si, postrándote, me adoras»), como el de los fariseos con Caifás a la cabeza, ante el éxito entre los humildes y sencillos de la misión del Señor y sus milagros, que aquél suponía peligrosos para su estatus de poder frente al imperio romano, como el de todos los que han dividido la Iglesia del Señor hasta hoy, los herejes y traidores cismáticos de todos los tiempos (detrás de todo cisma no hay más que política, vanidoso deseo de poder) y como los que van por ahí predicando que los católicos deben intervenir en la vida pública (mundanidad), es decir, ser políticos y, por tanto, mentirosos, embaucadores, seductores, falsos profetas, imagen de la bestia, manipuladores, traidores a Cristo, hipócritas, taimados, encizañadores, servidores del dinero y las riquezas y vanidosos ególatras en busca de aprobación y admiración del mundo, del que deberían cuidarse tanto, en lugar de buscar sinceramente la santidad, don de Dios, despreciando al mundo, al pecado y a los anticristos y cumpliendo bien los mandamientos que el Señor nos dio con su Palabra, con sus Evangelios).
Otro asunto diferente es el del «diálogo», eso sí, siempre selectivo, pues suelen dialogar con el demonio y sus vástagos, como hizo Eva con la serpiente, entrar en diálogo con ella. Diálogo con satanás y sus siervos a tope y todos los días. Diálogo, sí, pero no con los buenos, que están siendo martirizados como bien nos advirtió la Santísima Virgen María en Fátima allá por 1917. Con los buenos no hay diálogo que valga, salvo el similar al de la Inquisición con santa Teresa de Ávila o como el espionaje al Padre Pío, entre otros muchos «diálogos».
¿Con quién dialogan, pues, los papas, cardenales, obispos y demás políticos (no los santos, como Pío X y Juan Pablo II, únicos santos verdaderos desde el siglo XVI) de la Iglesia Católica? Pues clara y preferentemente con los marxistas (socialistas, comunistas, anarquistas, guerrilleros, etc.), con los liberal conservadores, con los masones, con los herejes, con los falsos doctores de cultos idolátricos, con anticristos de todo tipo, con todo tipo de enemigos encarnizados de Dios, en su practicado «ecumenismo» del todo vale para «salvarse». ¿Y con los santos hay diálogo? No. Con esos hay castigo, amenazas de ex comunión (a Jesucristo le proscribieron de muchas sinagogas), censuras, persecución, etc., como por desgracia es tan frecuente a lo largo de la historia y como se ha venido acentuando en el último siglo precisamente contra los santos de toda época, que son los más parecidos al Señor y a sus apóstoles martirizados y perseguidos, lo contrario a los políticos y sus votantes.