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Mariano García Gutiérrez es uno de los diez firmantes del acta fundacional de FE en noviembre del 33, en su caso como vocal y era poseedor del carnet número 29 de la Falange fundacional. Como nota aclaratoria, era conocido en FE como Don Mariano, por ser uno de las dos camaradas a los que José Antonio se dirigía usando el Don.
Aunque no era oriundo de Burgos capital, las primeras noticias que tenemos de Mariano García están relacionadas con su establecimiento en dicha ciudad, con la que estuvo fuertemente ligado hasta el final de sus días. Su actividad profesional era el transporte de pasajeros. Fue temporalmente el conductor del coche del arzobispado de Burgos, en tiempos del cardenal Benlloch. En 1917 dirige la “Sociedad benéfica de Chauffeurs” y en los años 20 crea con un socio la sociedad “Los dos Chauffeurs” dedicada al transporte de personas a otras ciudades, excursiones etc. La sociedad contaba con dos coches de alta gama.
Posteriormente funda con su socio una empresa y garaje con la que se distribuyen los automóviles Buick y Peugeot en Burgos. En diciembre del 31, ambos socios se presentan al concurso abierto por el Ayuntamiento de Burgos para la creación de un servicio de transporte de viajeros con autobuses. Hasta aquí, aparentemente, “Don Mariano” estaba íntegramente dedicado a su vida empresarial en provincias. Pero los tiempos revueltos de la política española no le dejan indiferente y en agosto del 32 ya estaba fuerte y directamente implicado en la Sanjurjada.
El día 9 de agosto formó parte de un comando compuesto por militares, obreros, funcionarios, etc. que bajo las órdenes de un comandante apellidado Franco (posteriormente asesinado por los republicanos al principio la guerra civil), tenía como objetivo detener a Indalecio Prieto y entregarlo en prisiones militares. Para ello se reunieron en Madrid, en un bar de la plaza de Isabel II.
Ya les habían entregado previamente algunas armas, aunque posteriormente comprobaron que eran “inservibles” pues la munición que les había sido proporcionada era de otro calibre. Se dirige el comando al Paseo de Rosales. Parten en coches hacia la sierra y es en ese momento cuando se les informa del objetivo a cumplir. Tenían información, no muy precisa, de que Prieto y su familia estaban pasando unos días en una casa del Distrito Forestal cerca de Guadarrama o Cercedilla.
En plena madrugada y tras diferentes indagaciones, consiguen dar con la casa en las cercanías de la estación de Cercedilla. Cuando ya se disponían a tomar la casa, se enteran por una pareja de la Guardia Civil destinada en la zona, que Prieto, con su familia y escolta, había regresado a Madrid hacía unas horas. Decepcionados, regresan escalonadamente a Madrid para ver cómo fracasaba el movimiento del 10 de agosto.
Ya establecido en Madrid, Mariano es captado en 1933 por Román Ayza e inicia su trayectoria falangista de la que no se apartaría hasta su muerte acaecida en Madrid en Octubre de 1976, a los 90 años de edad. Es el propio Román Ayza el que le nombra administrador del semanario FE y se da la circunstancia de que un día que Ayza, al visitar la primera sede de FE, y escuchar impresionado el tecleo rapidísimo de Trinidad García, hija de Mariano que ayudaba a su padre en la redacción y administración, la “ficha”, quedando adscrita desde ese momento al naciente partido. En diciembre de 1933, durante un registro policial en la sede de Eduardo Dato, los policías estuvieron a punto de encontrar dos pistolas que Emilio Rodríguez Tarduchy había dejado en la sede. Trinidad se las ingenió para ocultarlas en las mangas de su abrigo, evitando la detención de los cuadros falangistas.
Mariano García se entrega desde ese momento en cuerpo y alma a la naciente Falange. Sus limitados medios económicos no le permiten mantener mínimamente a su familia y él mismo cuenta que solicitó a los mandos del partido que le ayudasen a mantener a su familia con un mínimo de dignidad.
José Antonio le explicó a “Don Mariano” que los recursos del partido eran limitadísimos y que no podían darle una asignación fija aunque él, sabedor de la entrega absoluta y del enorme y fructífero trabajo que llevaba a cabo, se comprometía personalmente a ayudarle económicamente siempre que fuera necesario y siempre que fuera informado puntualmente de esa necesidad. Es decir, que de una manera o de otra, Mariano García pasó a ser un “liberado del partido”, siendo su valedor económico el propio José Antonio.
Mariano García, como ya se ha contado en otra reseña, no sólo se limitó a administrar la prensa falangista, sino que junto con Román Ayza creó el mecanismo de financiación de la paupérrima Falange. Las letras de cambio corrían por toda España y con multitud de incidencias y descubiertos, consiguieron, de manera casi milagrosa, obtener los medios económicos mínimos para editar y distribuir los diferentes periódicos editados por Falange.
Una vez clausurado gubernativamente el semanario FE (cuyo último número salió a la calle en julio del 34), José Antonio puso en marcha, con la inestimable ayuda de “don Mariano”, el ARRIBA. Fue José Antonio quien en marzo del 35 presentó la solicitud para que fuera autorizado el ARRIBA. Al salir a la calle el nuevo periódico, los socialistas pusieron en marcha una campaña de boicot a su venta, prohibiendo a los vendedores profesionales de periódicos de Madrid la venta del mismo. Mariano García, siguiendo instrucciones de José Antonio, se presentó en la Casa del Pueblo para aclarar el motivo del boicot, siendo informado de que era una orden de la junta general.
Mariano García informó puntualmente a José Antonio de la situación y siguiendo una vez más las instrucciones del Jefe, volvió a visitar la Casa del Pueblo para avisar de que si no se vendía el ARRIBA, no se vendería ningún otro periódico y que para ello, de ser necesario, se arremetería contra todos los quioscos de venta de periódicos de Madrid. Las palabras de “Don Mariano” fueron tomadas a broma en la Casa del Pueblo y al día siguiente ardieron dos quioscos de periódicos en Cuatro Caminos, siendo achacados los incendios a los anarquistas….
Tras la suspensión definitiva del ARRIBA, José Antonio ordena a “Don Mariano” la puesta en marcha del NO IMPORTA, órgano de los días de persecución. El título de este nuevo periódico se debe a Emilio Alvargonzález. Las vicisitudes del NO IMPORTA durante su corta vida son innumerables. Para la difusión clandestina a provincias del periódico, se utilizaron primeramente etiquetas de un laboratorio químico, posteriormente de una academia, el tercer número se metió dentro de los paquetes de otro periódico aunque al deshacerse en Correos uno de los paquetes, fue descubierta la estratagema. Se consiguieron imprimir y distribuir 12.000 ejemplares de los tres primeros números del NO IMPORTA, correspondiendo, en buena parte, a la Sección Femenina de Madrid distribuir los 3.000 ejemplares asignados a la capital de España.
El cuarto número iba a ser editado el jueves siguiente al asesinato de Calvo Sotelo y su impresión y difusión fue imposible puesto que se inició la Guerra Civil, y curiosamente la imprenta se encontraba a pocos metros del Cuartel de la Montaña. En la imprenta, además de los trabajadores de la misma, estaban “Don Mariano” y Manuel Mateo. Un registro policial en búsqueda de armas en el edificio, les obligó a destruir todo el material impreso, aunque consiguieron no ser detenidos. Manuel Mateo sería localizado poco después por la policía al realizar un seguimiento a su novia, siendo brutalmente asesinado.
Mariano García consiguió refugiarse en la embajada de México, sobreviviendo a la contienda civil. Su labor dentro de Falange fue gigantesca. No fue un ideólogo ni un orador, pero sin su trabajo, valentía y entrega absoluta, no hubiera sido posible mantener el aparato financiero y periodístico de Falange.
(Fotografía de Mariano García del Archivo de los Guardianes de la Memoria Azul)
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Geppetto

Jose Antonio era culto y tenia una esmerada educacion

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