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Como cada Nochebuena escribo desde los arcanos de mi infancia. No la busco, es ella la que a mí me encuentra. Vuelvo a aquel tiempo con la sensación confusa y narcótica de la fiebre. Aquel tiempo en el que no había ausencias que evocar. Aquellos años de pantalones cortos y esperanzas largas, de confianza sin dudas y de inocencia sin mácula, de conciencia sin manchas y de amor sin trampas. Tiempo efímero, fugaz, casi irreal, que se fue sin avisar ni despedirse, sin relojes y sin calendarios, dejándome solo en el andén con los pantalones largos recién estrenados y la Caja de Pandora en el zurrón, mientras el niño que fui se despedía del hombre que comenzaba a ser, cantando, desde la ventanilla del tren que partía: “La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más”. Un villancico que es una profecía, y una profecía que es una sentencia inapelable.
La ciénaga palpita y humea desde que aquel niño se fue. Desde entonces aprendemos con dolor y muerte. Y en eso nos doctoramos todos, pues dolor y muerte no se nos hurtan. Los recibimos a granel y los repartimos a manos llenas para no volver jamás a ser lo que fuimos y reafirmarnos en lo que somos: ese coro de cínicos y de fanfarrones, de cobardes y de desertores, de felones y de pusilánimes que se arraciman ante un Belén de ocasión que colocan en casa como se cuelga un cuadro de Ikea, para cantar villancicos en inglés, tocar la zambomba en español, comer como patricios de la decadencia y beber como hunos después del saqueo.
En ese Belén hay un niño de pantalones cortos que mira al Hijo de Dios con unos ojos que ya no son los míos. Os miro a los dos y solo soy capaz de pedir un perdón que no merezco. Perdona, Padre, al hombre de los pantalones largos que mira en la cuna a Tu Hijo de la mano del niño que un día le dejó solo en el andén. Perdóname antes de que el villancico cumpla en mí su profecía y su sentencia “…y nosotros nos iremos y no volveremos más”. Laus Deo y Viva Cristo Rey.
Autor
- Eduardo García Serrano es un periodista español de origen navarro, hijo del también periodista y escritor Rafael García Serrano. Fue director del programa Buenos días España en Radio Intereconomia, además de tertuliano habitual de El Gato al Agua en Intereconomia Televisión. Desde el 1 de Febrero del 2019 hasta el 20 de septiembre del 2023 fue Director de El Correo de España y de ÑTV España.
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MAGNIFICO EDUARDO TU ARTICULO AUNQUE SOY MÁS VIEJO QUE TÚ ME HACE LLORAR SI PUDIERA LO DABA UN PULITZER ARRIBA ESPAÑA
Sin palabras.¡Genial!