15/05/2024 20:03
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Hace apenas una década comenzó a aparecer por los platós televisivos Javier Milei, un doctor en Economía de pelo revuelto y lengua afilada, que presumía de liberal y atacaba a la izquierda sin ningún tipo de complejos. Ya en 2020, formando parte de la coalición Avanza Libertad, consiguió ser elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, para posteriormente, en julio de 2021, crear su propia plataforma política, a la que llamó La Libertad Avanza, con la finalidad de presentarse como candidato a la Presidencia de Argentina, bajo el lema “Viva la libertad carajo”. Lo cierto es que inicialmente nadie daba un duro por Milei, fundamentalmente por considerarse que su discurso ultraliberal era particularmente agresivo tanto en las formas como en el fondo, particularmente en un país que tras décadas de peronismo parecía en su mayor parte resignado a vivir de las migajas que le daba el Estado.

Sea como fuere, lo cierto es que Milei no solo partía como un outsider de la política, sino que además para llegar a la presidencia del Gobierno debía enfrentarse a todo el oficialismo peronista instalado en el poder, ya que su contendiente en la segunda vuelta de las elecciones no era otro que Sergio Massa, el cual había ocupado el cargo de ministro de Finanzas del gobierno kirchnerista presidido por Alberto Fernández y se presentaba a las elecciones al frente de una coalición de partidos de izquierdas llamada Unión por la Patria.

Teniendo plena conciencia de su situación, Milei decidió dar la batalla cultural de forma frontal, esto es, a tumba abierta y sin eufemismos de ningún tipo. Así, en una entrevista televisiva, que ejemplifica a la perfección su discurso, decía Milei: “Al zurdo de mierda no le podés dar ni un milímetro (…) porque le das un milímetro y lo toma para destrozarte (…) si vos estás del otro lado a vos te van a estropear, te van a matar, te van a dar con lo que sea, no los importa arruinarte la vida porque no pensás como ellos (…) lo bueno de todo esto (…) es que nos obliga a ser mejores y como estamos siendo mejores que ellos, como los estamos aplastando en la batalla cultural, los estamos pasando de arriba, porque no solo les ganamos en lo productivo, somos superiores moralmente, somos mejores en todo y entonces, como no pueden pelear con las herramientas legítimas, se apalancan en el aparato represivo del Estado, poniendo torres de guita para hacernos mierda y aun así no pueden”. Este a grandes rasgos fue el discurso político de Milei a lo largo de la campaña electoral y lo cierto es que, más allá de digresiones lingüísticas, el mensaje caló desde un principio en una gran parte de la ciudadanía argentina, que veía en Milei fundamentalmente una oportunidad de cambio.

También es cierto que, si ya el peronismo dejó a Argentina tiritando económicamente, dos décadas de deriva kirchnerista devastaron al país. Así, primero Néstor Kirchner y luego su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, implantaron un régimen corrupto que colonizó las instituciones y utilizó los resortes del Estado para enriquecerse junto a sus acólitos, dejando a la población en la miseria. Es decir, hicieron todo aquello que indefectiblemente hacen los socialistas cuando llega al poder. De hecho, los datos macroeconómicos no dejan lugar a la duda respecto a la desastrosa situación económica en la que viven los argentinos debido a las políticas intervencionistas que implementaron los Kirchner. Así, en el año 2022 la inflación fue del 143%, la pobreza afectaba a más del 40% de la población, de los cuales el 10% se hallaba en la indigencia más absoluta, a su vez más del 50% de los argentinos vivían del subsidio estatal y el PIB per capita era exactamente el mismo que en 1974, mientras la criminalidad y el narcotráfico se habían disparado fundamentalmente en las grandes ciudades. En conclusión, una nación rica en recursos se había convertido por obra y gracia del kirchnerismo en una nación literalmente destrozada.

Para superar este estancamiento económico, junto a la batalla cultural, Milei planteó a los argentinos un cambio radical de paradigma económico, básicamente consistente en reducir al mínimo el Estado, disminuir drásticamente el gasto político, cerrar el Banco Central para dejar de emitir artificiosamente dinero y así frenar la inflación, establecer el dólar como moneda oficial ya que el peso argentino ha dejado de tener valor intrínseco, acabar con las políticas intervencionistas y dejar paso al libre mercado, impulsar la creación de empleo incentivando la inversión de empresarios y emprendedores, racionalizar los programas de ayuda social y todo ello sin renunciar al mantenimiento de la sanidad y la educación pública.

Afortunadamente, el pasado domingo 18 de noviembre los argentinos se despojaron de la resignación y el miedo y votaron abrumadoramente a favor de Milei, de tal forma que puede decirse alto y claro que, frente a la corrupción y la miseria propias del kirchnerismo, Argentina eligió la libertad. Es éste un momento de esperanza para el maravilloso pueblo argentino, pero después del milagro electoral lo cierto es que, ya como presidente de la República Argentina, Javier Milei tiene por delante una tarea hercúlea, la cual no es otra que la de sacar adelante a una nación que necesita como agua de mayo recuperar la fe en sí misma y encarar con determinación el proceso de cambio que se avecina. Es nuestro más ferviente deseo que Argentina, con el saber hacer de Milei y el esfuerzo de todos los argentinos, vuelva a la senda de la prosperidad, para convertirse de nuevo en esa gran nación que sin duda alguna merece ser.

Autor

Rafael García Alonso
Rafael García Alonso
Rafael García Alonso.

Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Preventiva, Máster en Salud Pública y Máster en Psicología Médica.
Ha trabajado como Técnico de Salud Pública responsable de Programas y Cartera de Servicios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegando a desarrollar funciones de Asesor Técnico de la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud. Actualmente desempeña labores asistenciales como Médico de Urgencias en el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Ha impartido cursos de postgrado en relación con técnicas de investigación en la Escuela Nacional de Sanidad.
Autor del libro “Las Huellas de la evolución. Una historia en el límite del caos” y coautor del libro “Evaluación de Programas Sociales”, también ha publicado numerosos artículos de investigación clínica y planificación sanitaria en revistas de ámbito nacional e internacional.
Comenzó su andadura en El Correo de España y sigue haciéndolo en ÑTV España para defender la unidad de España y el Estado de Derecho ante la amenaza socialcomunista e independentista.
LEER MÁS:  La banalización de la mascarilla. Por Blas Ruiz Carmona
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Aliena

Hala, hala, menudo bombo y platillo, ya estamos con la exageración y el despiporre, en vez de la cautela, la observación y el ejercicio del raciocinio. Ya veremos lo que dice USTED dentro de poco tiempo ( desmemoriado total, como si lo viera, y lleno de infantil asombro ), que esta película ya la hemos visto. Como haga usted lo mismo con sus pacientes…

Geppetto

No se como va a funcionar este tio, sin embargo cuenta con muchas simpatias dado que le ha dado una patada en el culo al Kischerismo del Foro de Sao Paulo.

José Luis Fernández

El Sr. Milei no va a poder llevar a cabo muchas de sus propuestas porque no dispone de una mayoría en las cámaras legislativas que le apoye; el partido de la derecha tradicional ya ha advertido que no piensa dar su voto a algunas de las propuestas de Milei. Las repúblicas presidencialistas, como la de Argentina o la de Estados Unidos, tienen un grave problema a la hora de gobernar porque en muchas ocasiones los Presidentes elegidos no cuentan con el respaldo de la mayoría de los miembros de las cámaras legislativas, que son elegidos en elecciones distintas de las presidenciales.

BdT

Como dicen por aquí, el peronismo sigue en Argentina y dificultará las acciones del globalista sionista de Milei, que quiere vender la riqueza argentina a los extranjeros (globalistas). No va a arreglar nada. En 4 ó 5 meses, hablamos.

La casta y el Globalismo ganan. Los argentinos pierden (de nuevo).

Geppetto

Has leido alguna vez los escritos de Peron y su equipo gobernante
A que no
Porque esto ni es peronismo ni puede serlo

BdT

El peronismo sigue en Argentina.
¿Sabes cómo funciona el sistema político y de cámaras en Argentina?¿A que no?

Busca, que allí siguen, aunque haya cambiado el presidente.

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