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La artista extremeña Lidia Caldeira presentará este sábado, 25 de marzo, a las 19:00 horas en el salón de actos de la sede de Facta en Madrid su exposición «El arte es el arma» con sus piezas de artes más comprometidas.

No es difícil reconocer a primera vista una obra de Lidia Iberart, tanto por el fondo así como por las formas. Amante del grafito y el carboncillo, herramientas con las que pretende superar en realismo a la mismísima fotografía. Fotografías que, actualmente, ella misma también realiza. En 2015 se lanzó a elaborar sus primeros encargos y sus propios trabajos personales. Dando paso a su primera exposición en 2017.

De manera autodidacta las obras de esta artista, desde sus inicios resalta con una realidad directa, cruda, todos esos matices que, a veces la fotografía difumina con sus filtros y retoques estéticos, centrándose así en todo aquello, que a veces el ojo humano ignora, ya sea con vehemencia, o de forma involuntaria. Y para ello la artista busca mostrarte de forma impactante y terriblemente bella, el verdadero fondo de cada historia: arrugas que cuentan secretos, miradas que aseveran verdades incómodas, realidades que no pueden ser ignoradas una vez que fijamos nuestros ojos en su obra.

Así es como consigue cotas de emoción indescriptibles, cuando paseamos por su obra la primera vez, porque nos permite vivir una historia, una vida, de una forma tan intensa como rápida, allá donde nosotros sólo veríamos un rostro o un paisaje corpóreo. Ver como pinta sus obras, nos reafirma aún más en su don. Observar cómo puede gastar horas, días en una arruga, denota que esa imagen con su historia anexa, ya estaba mucho antes en su cabeza y en su corazón que en el lienzo, y hasta que no se superpongan ambas imágenes con una precisión milimétrica, no dará su cuadro por terminado.

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Sus distintas colecciones se basan en experiencias e inquietudes vitales, pero si hubiera que buscarles algunas notas comunes que siempre aparecen en sus tristes y desgarradoras melodías, ésas serían el amor prolongado en el tiempo o como compromiso vital, la protección de los más vulnerables y la cruda realidad de las víctimas de las sociedades actuales.

Actualmente, también se ha lanzado al mundo de la escultura. Siguiendo la línea que la caracteriza en manos y rostros

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