Getting your Trinity Audio player ready...
|
Ya sé qué soy reiterativo. Que clamo en un desierto de zombis y de adocenados y que escriba lo que escriba, yo o cualquiera, nada va a cambiar esta atmosfera de podredumbre y mierda que tenemos que soportar unos cuantos por los votos y la indigencia mental de otros muchos.
Da igual el disparate que se les ocurra a esta bazofia frente populista que nos desgobierna. Es lo mismo que atenten con la unidad de España, o que aprueben leyes que vayan en contra de la moral, la familia, la inocencia de los niños y su futura formación humana. Da igual que arruinen nuestra economía haciendo realidad un empobrecimiento creador de esclavos subvencionados con migajas de sus opíparas y bien surtidas mesas, creando una sociedad rehén para desde estas cadenas tener asegurado su estatus y su continuidad en esa elite de golfos y analfabetos. De delincuentes de baja categoría que han pasado de la nada a detentar cargos que regulan nuestras vidas machacándolas, y lo peor es que nadie hace ni dice nada. El rey está en sus cosas y el ejército ha olvidado lo que la constitución les tiene encomendado.
En este ámbito surrealista de gentes infames y absurdas me he topado con una noticia que en un país serio supondría la comparecencia de la persona propagadora del disparate delante de un juez, de los de antes, ya me entienden. De los de antes de Lola y sus secuaces.
Resulta que la ínclita Carmen Calvo, hace unos días ha declarado su satisfacción por haber sido partícipe de la profanación de la tumba del Generalísimo y para que la cosa vaya todavía más allá de cualquier disparate, en la misma entrevista ha dicho, no es broma, que en los años 60 y primeros 70 por orden directa de Franco se extirpaba a las mujeres la vesícula porque este órgano es muy propicio a su mal funcionamiento por situaciones de soportar estrés y este tipo de cosas eran muy corrientes en la España negra del dictador y por eso al quitarles la vesícula este malestar social que podía crear problemas al régimen se evitaban. Ya saben ustedes. Franco no solo se ocupaba, como en otras ocasiones se dijo, de raptar niños y comérselos crudos, sino que también coleccionaba vesículas de nuestras madres y abuelas para tenerlas domesticadas.
Esta basura demenciada es la misma que dijo aquello de que había que ir a la manifestación del 8 de marzo del 2020 porque «nos va la vida en ello» y en esto si acertó, porque fue el pistoletazo de salida de la gripe china y costó la vida a muchos inocentes. Por cierto, esta tipeja cuando cogió el virus chino no fue a tratarse a la sanidad pública, se fue a La Rúber Internacional ¿Se acuerdan? Toda esta gente es una banda de delincuentes. Son fraude y mentira.
Mientras ellos nos miran desde fuera del corral donde nos han metido, se ríen porque digan o hagan lo que sea, saben que no pasará nada. Ellos tienen noticia de las colas del hambre y les importa una mierda. Mientras las calles estén atestadas de gentes haciendo cola en los grandes almacenes y sin levantar la mirada de los infernales móviles, ellos tranquilos. Mientras que el ejército siga siendo una ONG absurda y traidora a la patria, ellos tranquilos. No hay esperanza de salvar este disparate. Todo empezó con la vergüenza del 78, que fue el detonante de todo lo que vino después y padecemos hoy. Qué razón llevada el diablo de Alfonso Guerra cuando profetizo aquello de que «a España no la iba a conocer ni la madre que la parió».
Autor
- Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.
Cuando escuché lo de la vesícula yo es que no daba crédito, me parecía un skech de José Mota, pero era cierto, no sé como aguantamos de pie como nación. Pobrecita España vamos al caos.