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Que fuera la masonería la que eliminara a Prim aquel 27 de diciembre no está comprobado, ni existen testimonios convincentes -que yo sepa- como para poder desmontar los poderosos argumentos que Pedrol Ríus expone en su libro «Los asesinos del general Prim», tras estudiar a fondo el sumario de los 18.000 folios. Ahora bien, existen una serie de coincidencias extrañas que desembocan en el magnicidio y que merecen ser comentadas. Y he dicho, intencionadamente, «extrañas», porque en cuanto se entra en el campo de la masonería todo resulta extraño y sorprendente. (Eso sí, confieso que mis conocimientos «masónicos» son un “batiburrillo” y que me ha costado enterarme de lo que es, exactamente, la masonería. ¿Existe real y activa­ mente la masonería en España? ¿Es la masonería ese «COCO» con el que a muchas generaciones se nos ha asustado? ¿Es tan grave ser masón como para que este calificativo haya llegado a ser un insulto? ¿Hay hoy masones en España? ¿Es cierto que los masones -como ha insinuado el exministro Julio Rodríguez- se están infiltrando hasta en los altos cargos de la Administración…? Misterio. Todo es misterio cuando se habla de la masonería. Suposiciones sin base y palabras encubiertas. «Algo» que está ahí para cargar con todo lo malo que ocurra y que no pueda explicarse.)

 

Pero, veamos.

 

El atentado contra Prim se produce al anochecer del 27 de diciembre. Precisamente esa noche tenía que haber asistido a un banquete masónico en la fonda de Las Cua­tro Naciones y se excusó, alegando el viaje que había de emprender de madrugada a Cartagena, con objeto de recibir a Don Amadeo.

 

(Las logias tienen todos los años dos banquetes de obligación, que sirven para celebrar, gastronómicamente, las fiestas astronómicas de la masonería: solsticio de verano y solsticio de invierno. Estos dos banquetes tienen lugar, por consiguiente, en los días oficiales de tenida más próximos al 24 de junio y al 27 de diciembre.)

 

«En cualquier caso -dijo Prim al amigo que le recordó lo del banquete-, si puedo acudiré luego a tomar café con vosotros.» Lo que indica dos cosas: Una, que el héroe de los Castillejos era «hermano masón». Dos, que el general no se tomaba muy en serio lo de la masonería. Al parecer, Prim era masón desde sus comienzos y primeros triunfos políticos. Incluso hay quien supone que en el destronamiento de Isabel II sólo fue el brazo ejecutor de los acuerdos adoptados por el Gran Oriente de España (órgano supremo de la masonería en el país), para traer la República y que al volver sus miras otra vez a la Monarquía (aunque fuese instaurada) le tacharon de «traidor» (cosa peligrosa, según los iniciados en masonería).

 

(«Caballero, vuestros viajes han tocado a su fin. Habéis podido advertir que el tercero ha sido menos penoso aún que el precedente: esta es la recompensa de vuestra perseverancia para lograr el objeto de vuestros anhelos. Vuestro valor supera a toda alabanza. Y que no os abandone, sin embargo, pues tendréis que sufrir todavía otras pruebas. La sociedad en la cual pedís ser admitido podrá algún día exigiros que cooperéis al castigo de un «traidor», y quizá llegue a exigiros por la defensa de nuestra Orden que derraméis hasta la última gota de vuestra sangre. ¿Consentiréis en ello?)

 

Aquella noche, Prim no asiste al banquete, pero hasta los comensales llega rápidamente la noticia del atentado. Pérez Galdós lo cuenta así en su «España trágica»: «Presidía la cena don Clemente Fernández Elías, y el ritual de la Orden se observaba escrupulosamente en todos los pormenores del festín, así en la disposición de las mesas como en el detalle de colocarse los comensales las servilletas en el hombro izquierdo. Primero Muñiz, luego Morayta, dieron cuenta de la bien motivada inasistencia del general, lo que desconsoló a todos, y aunque ambos dejaron entrever la posibilidad de que el Caballero Rosa-Cruz (que éste era el nombre -dado su grado 18- por el que conocían a Prim sus «hermanos») asistiese por breves minutos, nadie esperaba verle aquella noche. Ya habían empezado las salvas cuando entró un militar masón y habló a oídos del venerable presidente. Este palideció. Diríase que su estupor le privaba del uso de la palabra… Una onda de ansiedad suspicaz corrió de mesa en mesa. El señor Elías escribió algo en un papel y alargó éste a los comensales más próximos. Cuantos leían quedaban suspensos y aterrados, y la general incertidumbre aumentaba. Por fin, el venerable, sacando fuerzas de flaqueza, se puso en pie, y con voz de intenso duelo, pronunció estas palabras: «Hermanos, imposible callar. No puedo ni debo ocultaros la verdad terrible. El hermano Prim ha sido asesinado.» Levantáronse todos de golpe, como a impulso de una sacudida telúrica y confundidos el lamento y la protesta, los elementales sentimientos humanos ahogaron el sentido masónico que a tanta gente congregaba… Todos mostraban honda pena, y los militares, que no eran pocos, añadían a la pena la ira y el deseo de venganza.»

 

Por su parte, el huido Paúl y Angulo escribió en «La Bataille», de París, el 18 de agosto de 1885 (o sea, quince años más tarde), que la muerte de Prim no había sido un asesinato ni un crimen, sino una ejecución. «El cochero, que era uno de los conspiradores, detuvo el coche en el sitio anunciado de antemano. Los conjurados abrieron la portezuela, hicieron bajar a Prim, obligáronle a arrodillarse y le dispararon a bocajarro. Nunca se ha hecho una ejecución con más calma. Los conjurados volvieron a sus casas con la mayor tranquilidad del mundo.»

 

En fin, otro misterio más en torno a una misma muerte. Y otra conclusión: efectivamente, también pudo ser la masonería la responsable de aquel asesinato del 27 de diciembre…, aunque, como en los casos anteriores, las pistas se pierdan antes de llegar a la meta. Porque, en contra del argumento ya expuesto de que la masonería le volvió la espalda y le tachó de «traidor» por querer la Monarquía, hay un dato digno de tener en cuenta: y es que la masonería no es enemiga de ninguna forma de Gobierno y que acepta todos los regímenes. (En Francia, por ejemplo, colaboró con el primer Imperio; luego, con la Restauración; después, con la Monarquía Constitucional; más tarde, con la República de 1848; después, otra vez, con el Imperio, y, por fin, con la III República). Cualquiera que sea el sistema de gobierno, la masonería sólo pide una cosa: que no le pongan trabas para sus reuniones misteriosas y la dejen moverse en la sombra.

 

Pero llegado aquí, el lector -como yo mismo- ya se habrá preguntado: ¿Qué es la masonería? ¿Cómo se hace un masón? Pues bien: aunque sólo sea someramente, voy a tratar de «iniciar» a los que sepan menos que yo en los fundamentos de esta ¿religión?, ¿ciencia?, ¿secta?, ¿sociedad? llamada Masonería.

 

El rito escocés

Y conviene comenzar diciendo que el rito que en España predominó fue el escocés, según los acuerdos que se tomaron en la Asamblea Universal, celebrada en Lausana en 1875.

 

La Francmasonería admite muchos ritos: se da el nombre de rito a un sistema masónico, a un conjunto de ceremonias reguladas por las autoridades centrales de la Orden y adoptadas por cierto número de talleres. Además de España, el rito escocés lo practican, entre otros, Francia, Italia, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Bélgica, Hungría, Alemania, Grecia, Portugal, Suiza, Liberia, Estados Unidos, Canadá, Méjico, Cuba, Santo Domingo, Haití, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Argentina, Uruguay y Venezuela.

 

El rito escocés se compone de 33 grados, divididos en ocho clases y formando cuatro series. Por su interés, he aquí el cuadro completo:

 

Primera serie, grados simbólicos.- Primera clase: l.º grado, aprendiz; 2.º, compañero; 3.º, maestro.

 

Segunda serie, grados capitulares.- Segunda clase: 4.º grado, Maestro Secreto; 5.º, Maestro Perfecto; 6.º, Secretario Íntimo; 7.º, Preboste y Juez; 8.º, Intendente de Edificios.­ Tercera clase: grado 9.º, Maestro, Elegido de los Nueve; 10º, Ilustre Elegido de los Quince; 11.º Sublime Caballero Elegido, Jefe de las Doce Tribus. -Cuarta clase: grado 12.º, Gran Maestro Arquitecto; 13.º, Real-Arco; 14.º, Gran Escocés de la Bóveda Sagrada. -Quinta clase: 15.º, Caballero de Oriente o de la Espada; 16.º, Príncipe de Jerusalén; 17.º, Caballero de Oriente y Occidente; 18.º, Sublime Príncipe Rosa-Cruz.

 

Tercera serie, grados filosóficos.- Sexta clase: grado 19.º, Gran Pontífice de Jerusalén Celeste; 20.º, Gran Patriarca, Venerable Maestro Ad Vitam;21.º, Caballero Prusiano Noaquita, Gran Maestro de la Llave; 22.º, Príncipe del Líbano, Real­Haca; 23.º, Jefe del Tabernáculo; 24.º, Príncipe del Tabernáculo; 25.º, Caballero de la Serpiente de Bronce; 26.º, Príncipe de la Merced; 27.º, Soberano Comendador del Templo.- Séptima clase: grado 28.º, Caballero del Sol, Príncipe Adepto; 29.º, Caballero de San Andrés, o Gran San Andrés de Escocia; 30.º, Gran Elegido Caballero Kadosch, Perfecto Iniciado.

 

Cuarta serie, grados administrativos. –Octava clase: grado 31.º, Inquisidor Inspector Comendador; 32.º, Soberano Príncipe del Real Secreto; 33.º, Soberano Gran Inspector General.

 

Ahora bien: el artículo 225 de los estatutos establece los períodos de tiempo que han de transcurrir para obtener los distintos grados. Textualmente, dicho artículo dice: «La dilación entre cada uno de los grados, del grado 3.º al 18.º se fija como sigue: del 3.º al 4.º, tres meses; del 4.º al 5.º, tres meses; del 5º. al 6.º, tres meses; del 6.º al 7.º, cinco meses; del 7.º al 8.º, siete meses. Los 9.º, 10.º y 11.º se dan por comunicación; del grado 11.º al 12.º, un mes; del 12.º al 13.º, tres meses; del 13.º al 14.º, un mes; del 14.º al 15.º, un mes; del 15.º al 16.º, un mes; del 16.º al 17.º, tres meses; del 17.º al 18.º, un mes; total, 32 meses.»

 

Alcanzado el grado 18.º, el masón es ya Rosa-Cruz, uno de los más importantes grados de la masonería. El taller de Rosa-Cruz se llama Soberano Capítulo, y tiene cuatro Cámaras: la Cámara Verde, la Cámara Negra, la Cámara Infernal y la Cámara Roja. (Para mejor información de los lectores, reproduzco el catecismo del Rosa-Cruz):

 

CATECISMO DEL ROSA-CRUZ 

PRIMERA PARTE

 

¿Sois Masón?- R. Mis hermanos me reconocen como tal.
¿Sois Compañero?- R. He visto la Estrella Flamígera.
¿Sois Maestro?- R. Conozco la Acacia.
¿Sois Maestro Secreto?- R. De ello me glorio.
¿Sois Caballero Elegido?- R. Mi nombre puede probarlo.
¿Cuál es vuestro nombre?- R. Emerok.
¿Qué significa el nombre sagrado «Mahabone»?- R. ¡Dios sea loado porque el crimen y el criminal han sido castigados!
¿Qué significa la letra G.?- R. Geometría, Generación, Guesa.
¿Sois Escocés?- R. Sí, soy Gran Elegido, Perfecto Escocés, recibido bajo la bóveda sagrada.
¿Sois Caballero de Oriente y de Occidente?- R. He derramado mi sangre y he sido purificado con el agua.
¿Sois Rosa-Cruz, Perfecto Maestro?- R. Tengo ese gusto.
¿Qué rango os da este grado en la Orden?- R. El más elevado .de los que confiere un Capítulo y el 18.º en la jerarquía de los grados.
¿Cuándo comienzan los grados Capitulares?- R. En el 4.º de los grados precedentes se llaman simbólicos.
¿Las bases de la enseñanza se diferencian de la Logia al Capitulo? –R. No, no hay diferencia ninguna, empero se ensanchan y se desarrollan cada vez más, a medida que uno se eleva en grado en uno y otro Taller.
¿Sobre qué están fundadas esas bases?- R. Sobre la marcha aparente del sol en el espacio, del mismo modo que la humanidad en su nacimiento debió sentirlo en su espíritu. El aspecto y movimiento de los astros, la medida del tiempo por la duración regularmente variada de los días y las noches, debieron inspirar a los primeros hombres un sentimiento de admiración por todas aquellas maravillas de la naturaleza, dándoles idea del estudio y la concepción de lo verdadero, de lo bello y del bien. Este estudio condujo la humanidad hacia las ciencias, hacia las artes, hacia la moral, y ella ha desarrollado el genio del hombre por las deducciones que ha debido sacar de sus observaciones sobre el conjunto y armonía del Gran Todo, llamado Universo.
¿Así, a vuestros ojos, son las ideas que inspiran las maravillas de la naturaleza iluminando al espíritu humano, las que forman las bases de nuestras enseñanzas?- R. Sí, por eso se ha aumentado el número de grados en nuestra Orden, a medida que se ha ido extendiendo la esfera de los conocimientos humanos.
¿Podríais darnos una idea de esta marcha de unión entre la progresión de los grados masónicos y la del desarrollo del espíritu humano?- R. Así lo creo. Desde que existen los misterios, el deísmo y la creencia en el alma humana, emanación del alma universal, han formado la base principal de la enseñanza de dos grados que practicaba la antigüedad. Más tarde la Masonería completó estos datos con la fundación del tercer grado. Y después los progresos obtenidos en las ciencias y en las artes han sido causa de la fundación de los grados superiores ilustrando y reformando opiniones erróneas anteriores; por ejemplo, la de la inmovilidad de la tierra, que ha sido reemplazada por la demostración de su doble movimiento. Si, pues, los progresos de la civilización han elevado cada vez más la comprensión de la inteligencia humana, la Masonería que siempre ha progresado, desde las primeras edades del mundo, se habría dado un mentís si no hubiese elevado en todas las épocas el nivel de sus enseñanzas, creando con este fin nuevas escuelas, llamadas por ella, Talleres de Perfección.
Entonces, ¿cuál es el fin del grado 18.º? -R. Elevar la enseñanza masónica a un estado superior al de los grados precedentes, y esto ayudada por los desarrollos que le ofrecen la historia, las ciencias, las artes, la moral, en una palabra, el conjunto de conocimientos humanos, a medida que el progreso, en su marcha incesante, ensancha los horizontes de la inteligencia y eleva su nivel a la mayor altura.
¿No dirigen las Logias la enseñanza masónica con este mismo fin?- R. Sí, no tiene duda ninguna; pero teniendo en cuenta la diversidad de fuerzas intelectuales y el grado de elevación de ciertos ramos de las producciones del espíritu humano, con el fin de mantener en los misterios modernos la prudente progresión que fue causa del éxito de los misterios antiguos.
¿Cuál es la parte hecha a cada escuela en esta enseñanza?- R. La enseñanza de las Logias responde en cierto modo a lo que se enseñaba a los Mistas, y la enseñanza de los Capítulos a lo que se enseñaba a los Epoptas en los antiguos misterios. Esta demarcación se encuentra indicada en la diferencia de fiestas que celebran nuestros dos grandes Talleres modernos: la Logia celebra la vuelta de los solsticios que abren y cierran las puertas del cielo, una al creciente y otra al menguante de los días; el Capítulo celebra la vuelta de los equinoccios, que encierran en sí todo el período de los grandes días. La Logia tiene como fiesta principal el equinoccio de la primavera, qua es el principio del período de los grandes días, llamado el reino de la Gran Luz. En lo moral, la fraternidad se desprende de la enseñanza de las Logias, y la solidaridad, de la enseñanza de los Capítulos.
¿Sobre qué hechos se apoya la enseñanza masónica en los diferentes grados? –R. En el 1.º y 2.º grado, la enseñanza tiene por base la existencia del Gran Arquitecto del Universo y la inmortalidad del alma humana, como también los diferentes fenómenos que forman leyes a las cuales está sometida la naturaleza; en los siguientes grados, la enseñanza se apoya en los mismos hechos, y además en los hechos históricos relativos a la creación, a la destrucción y a la reconstrucción del templo levantado por el rey Salomón al Padre de la Naturaleza.
¿Cuáles son los hechos a que se refiere la enseñanza de los grados 4.º al 14.º- R. Del grado 3.º al 14.º, Salomón reina; el templo se construye: Hiram, jefe de los trabajos, muere asesinado; levántanle una tumba; son perseguidos sus asesinos, hallados, condenados a .muerte, y el Maestro Hiram es reemplazado por otros Maestros, en número de siete, que más tarde son elevados a grados más altos.
¿Cuáles son los hechos que se relacionan con la enseñanza del grado 15.º?- R. En el grado 15.º, Nabucodonosor, rey de Babilonia, declara la guerra a Sedecías, sucesor de Salomón; entra vencedor en Jerusalén, destruye el Templo, llévase los objetos preciosos, pasa a cuchillo la tribu de Leví y se lleva cautivos a Asiria todas las demás tribus vencidas. Más tarde Ciro, sucesor de Nabucodonosor, concede la libertad a los cautivos, restitúyeles los objetos de que había sido despojado el Templo, y les autoriza a reconstruirle bajo la dirección de Zorobabel, a quien nombra Caballero de Oriente.
¿Cuáles son los hechos que se relacionan con el grado 16.º?- R. En el grado 16.º se reconstruye el Templo, los Samaritanos quieren impedir esta reconstrucción; empero Darío, sucesor de Ciro, ordénales que se retiren, y nombra a Zorobabel Príncipe de Jerusalén. Esta misma dignidad es concedida, a petición suya, a algunos de los suyos; mas él fue siempre el jefe.
¿Cuáles son los hechos que se relacionan con la enseñanza del grado 17.º?- R. En el grado 17.º, terminada la reconstrucción del Templo, y habiéndose convertido varios Príncipes de Jerusalén en Caballeros de Oriente y de Occidente, es llevada la buena nueva y la verdad extendida, tanto entre los descendientes de Sem como entre los de Jafet.
¿Cuáles son los hechos que se relacionan con el grado 18.º?- R. En el grado 18.º extendida la verdad por toda la tierra e ilustrados los espíritus, varios pueblos hacen alianza y constituyen entre los Caballeros de Oriente y de Occidente un Gran Consejo, llamado de Caballeros Rosa­Cruz, a quien encargan juzgar todas las dificultades que en adelante puedan suscitarse entre ellos.
¿Qué consecuencias sacáis del conjunto de estos hechos en lo que se refiere a la enseñanza masónica?- R. Ayudan a desarrollar la enseñanza de los grados simbólicos bajo el punto de vista de la instrucción especial necesaria a cada individuo y a cada grupo, para que vivan en paz cada uno con todos y todos con cada uno, y para que mueran en el deber cuando sea llegada la hora. Estos hechos facilitan la enseñanza en los grados capitulares, bajo el punto de vista de la instrucción general e internacional necesaria a todos los pueblos en sus mutuas relaciones, permitiendo conciliar con más facilidad, no obstante sus diferencias intereses y creencias, enseñándoles con esto cómo los imperios se derrumban y cómo se elevan las naciones.

 

SEGUNDA PARTE

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¿Dónde habéis sido recibido Caballero Rosa-Cruz?- R. En un Capítulo donde reinan la modestia y el amor de las ciencias.
¿Quién os ha recibido?- R. El más humilde de todos.
¿Qué entendéis con estas palabras?- R. Que en nuestras reuniones no nos distinguimos más que por el talento, y que el más instruido ve que no sabe nada para lo que le falta por aprender.
¿Cuánto suelen durar los trabajos de los Caballeros Rosa-Cruz?- R. Comienzan luego que desaparece la luz del día, recuerdo alegórico de la destrucción del Templo, figura astronómica de la vuelta del sol en los signos superiores, fin de las tinieblas y reino de la paz universal.
¿Cómo habéis sido recibido en el grado de Caballero Rosa-Cruz?- R. Con todas las formalidades que requiere un asunto tan importante.
¿Dónde tienen lugar los trabajos de recepción?- R. Tienen lugar en tres habitaciones distintas; una fúnebre, otra oscura. y la tercera, brillante y resplandeciente de caridad.
¿Cómo habéis sido presentado ante el Capítulo?- R. Libre en mis sentidos y con mi propia voluntad.
¿Qué hicisteis al entrar?- R. Mi alma fue transportada al aspecto de lo que apercibí; el silencio, la aptitud de los Caballeros, las disposiciones del templo me hicieron formar una idea muy grande de lo que iba a aprender.
¿Qué hicieron con vos después de la introducción?- R. Hiciéronme viajar.
¿Qué visteis y aprendisteis en vuestros viajes?- R. Vi las tres columnas sostenes de nuestro edificio, y cuyos nombres, que ya he repetido, quedan para siempre grabados en mi corazón.
¿Cuáles son estos nombres?- R. Fe, Esperanza, Caridad.
¿Qué cosa es Fe?- R. Es la creencia en la existencia de una cosa demostrada y reconocida por los sentidos, por la inteligencia y por la razón. Con el sentimiento y el juicio el hombre fortifica su creencia, su Fe, porque le ayuda a discernir lo justo de lo injusto, lo verdadero de lo falso, el bien del mal; creer una cosa porque no se comprende, o «porque es absurda», como hizo San Agustín, es indigno de un ser pensador, es renunciar a su libre albedrío, es desconocer la legitimidad de los sentidos, es negar las verdades de la ciencia. Aquel que posee en sí la Fe tal como debe ser tiene el poder de vencer el Mal; podrá ejecutar todo lo que conciba; porque no deseará sino lo que es justo y útil a su bienestar y al de sus hermanos. Aquel que crea ciegamente en un fanático peligroso, hijo del Caos, esto es, de la noche, mientras que los Masones son los hijos de la Luz, es un ignorante que, en vez de saber, cree; que en lugar de pensar, imagina; y cuyos sueños engendran al error, una de las plagas de la humanidad.
¿Qué cosa es la Esperanza?- R. Es la aspiración del alma humana hacia lo infinito; es una disposición a persuadirse que lo que se desea sucederá; es la esperanza de un bien que se desea y que parece ha de suceder. La mitología y la religión han hecho de la Esperanza, la primera, una divinidad, y la segunda, una virtud; según la Naturaleza y la Masonería, es sencillamente un estado del alma, un sentimiento; y estos dos sentimientos opuestos son las palancas más poderosas de que se sirven los sacerdotes para asegurar la dominación de los cuerpos y de las almas.
¿Qué cosa es Caridad?- R. La Caridad es el amor sagrado de la humanidad, la primera de las virtudes, Y una de las principales bases de la ley masónica. La Caridad no fue nunca el monopolio de ninguna secta religiosa, puesto que es en el corazón del hombre un sentimiento innato que no depende ni de los tiempos ni de los lugares. Su objetivo es la felicidad del género humano; su misión es consolar, pacificar, unir a los hombres, introducir la justicia en sus relaciones y en sus leyes. En todos tiempos ha animado a las almas generosas y a los filósofos de todos los países. Si todos los pueblos obedeciesen a sus dulces impulsiones, la concordia y la felicidad reinarían sobre la tierra: la Caridad es la palabra más hermosa de todas las lenguas humanas; mas el orgullo sacerdotal la ha desnaturalizado, y desde su nacimiento hala arrojado de la buena sociedad, dándola un sentido despreciable y desdeñoso; haciendo esta palabra sinónima de limosna, los sacerdotes han debilitado el sentido humanitario. La Caridad no es la beneficencia; la beneficencia no es más que el arte de socorrer a un desgraciado, ya sea porque encuentra en ello placer, ya porque sus sufrimientos repugnan a la vista, y esta acción no se refiere más que a nosotros mismos. La Caridad, por el contrario, expresa una idea doble, como hace experimentar doble gozo, el de hacer el bien y el de hacerlo a un ser que nos es querido. Por eso se han también engañado al calificar la Caridad de virtud teologal; pues «teologal» quiere decir «que tiene a Dios por objeto», es así que la Caridad no abraza más que la humanidad, y ésta la abraza toda entera; luego es con el sinónimo de Fraternidad, una virtud eminentemente masónica y de ningún modo una virtud teologal.
¿Qué cosa es la ley Masónica?- R. Es la ley principio, la primera, la más antigua y la base de todas nuestras leyes.
¿No es conocida con otro nombre?- R. Llámanla también Ley Natural.
¿Por qué la llaman de este modo?- R. Porque es nativa, innata en el hombre no depravado.
¿En qué consiste?- R. Contemporánea de las primeras edades, fue una reunión de sentimientos y preceptos que formó el lazo moral de la familia y de la comunidad social; su soplo inspirador engendró el orden primitivo y la época feliz en que el hombre, nacido bueno, practicaba la justicia, sin el degradante móvil del castigo y de las recompensas de un mundo futuro. Durante aquella edad patriarcal, ella fue la única luz de la sociedad humana, la única consagración de las costumbres y de las leyes.
¿Empero, es pues la Caridad una religión?- R. No; sin embargo, es la religión de los sabios y de las personas virtuosas; porque es la antorcha moral y el guía del hombre que ella quiere ilustrado por la inteligencia, bueno por el corazón, justo en todos sus actos y perfecto en todas sus obras.
¿Por qué no se la llamaría Religión natural?- R. Primero, porque no teniendo víctima que sacrificar, no es una religión en el verdadero sentido de la palabra; luego, como se ha tanto abusado de ese nombre, que no conviene más que a ella sola, esa denominación no puede ser la suya, pues no expresa todo el alcance de una ley que fija a todos los pueblos con una misma luz, con un mismo sentimiento y un mismo precepto: «Haced a los otros lo que quisiérais que os hiciesen a vos mismo; sed amables unos con otros, para que os améis y ayudéis mutuamente.»
¿Qué hicieron con vos, después de haberos enseñado las tres columnas, sostén de nuestro edificio?- R. Revistiéronme del signo distintivo del dolor y del arrepentimiento; luego hice con mis Hermanos Caballeros de Oriente y de Occidente, un viaje conmemorativo que nos hizo pasar de la tristeza a la alegría, a través de un camino áspero y tenebroso, en el cual nuestra firmeza en sostener las fatigas nos ha adquirido las recompensas que deseábamos.
¿Qué buscabais en este último viaje?- R. La verdadera palabra perdida por la relajación de los Masones.
¿La habéis hallado?- R. Sí, nuestra perseverancia nos ha hecho encontrarla.
¿Quién os la ha dado?- R. A nadie es permitido darla, empero, habiendo reflexionado acerca de lo que he visto, hela hallado con la ayuda de aquel que es su autor.
¿Dádmela?- R. No puedo.
¿Cómo podría conocerla?- R. Preguntándome acerca de mis estudios.
¿Dónde habéis adquirido más conocimientos?- R. En la India.
¿Quién os ha guiado mejor?- R. La Naturaleza.
¿Qué ha producido en vosotros?- R. Mi Regeneración.
¿Qué habéis tenido que combatir?- R. La Ignorancia.
En vuestro último viaje, ¿no habéis notado alguna gran verdad contenida en un antiguo aforismo de los primeros filósofos?- R. Sí, el espectáculo que he tenido delante de mis ojos me ha hecho pensar en este aforismo, y desde entonces la verdad que contiene ha estado siempre presente a mi espíritu.
¿Cuál es, pues, este aforismo?- R. Es el siguiente: «lgne Natura Renovatur Integra», lo que se traduce a la letra del modo siguiente: «Con la Ignición (el fuego) la Naturaleza se Regenera Integralmente.»
I.- R. N.- P. R.- R. I.
¿Qué hicieron después de este descubrimiento?- R. Guiados por el Muy Sabio, todos mis Hermanos aplaudieron.
Terminados los viajes, ¿han sido perfectos vuestros trabajos?- R. El Muy Sabio ordenó que condujesen a los pies de aquel ante quien todo se prosterna, para prestar mi obligación.
¿Y cómo la prestásteis?- R. En la actitud más respetuosa, con el corazón penetrado de lo que decía, y con la firme resolución de observar todas mis promesas.
¿Por qué el elemento del fuego se refiere al grado Rosa-Cruz?- R. Porque habiendo los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro simbolizado la primavera, el verano y el otoño, el de Rosa-Cruz, que es el Perfecto Maestro, simboliza el invierno, estación del Fuego. Estos cuadros de la naturaleza han sido ingeniosamente trazados, en nuestros grados, por sabios que no han olvidado que debían pintar, no lo que parece ser, sino lo que es realmente. La época del año a que se refiere el elemento Tierra, es cuando el suelo se cubre de verdura y de flores; entonces es cuando los campos devuelven al hombre los tesoros que les había confiado. El primer elemento se refiere, pues, a la primavera. En el verano, el cielo más puro parece brillar con más vivos resplandores; el sol lanza sus más ardientes rayos, que parecen bajar como lenguas de fuego para comunicar la palabra a los seres vivientes; el aire, enrarecido con el calor, adquiere una acción más activa; al verano se refiere el elemento aire. El otoño, estación de lluvias, es a su vez caracterizado con elemento Agua, cuyo símbolo es Acuario. Finalmente, para caracterizar la última estación, escuchemos lo que dice el poeta del cuarto elemento: «El Fuego se esconde por doquier, abarca toda la naturaleza; produce, renueva, divide, consume, alimenta a todos los cuerpos (Ignis ubique latet, naturam amplectitur omnem Cuncta parit, renovat, dividit, urit, alit). En el invierno el calor se concentra, y mientras que las escarchas cubren la superficie de la tierra, la naturaleza prepara en el interior todas las maravillas que han de hacer el encanto de nuestros ojos durante la primavera y enriquecemos en el otoño: entonces es cuando el fuego central, el fuego elemental, el fuego de la naturaleza, obra con más fuerza y poder; entonces es cuando, aunque escondido, ignis ubique latet, obra sus más admirables maravillas; entonces es cuando abraza a toda la naturaleza, naturam amplectitur omnem, la fecunda, opera en todo el orbe ese movimiento que nos trae, con un orden constante y eterno, al sol y sus más hermosos días. Es el fuego escondido, mas siempre operante, que todo lo produce, todo lo entretiene, cuncta parit cunctaque alit, es ese fuego, alma de la naturaleza, de la que perpetuamente renueva las formas, que divide los elementos de los cuerpos, o que reúne sus moléculas dispersas, cuneta renovat, cunctaque dividit; es el fuego, al fin, el que después de haber sido el principio de la vida de todos los seres, se convierte, a consecuencia de su actividad, la causa siempre operante de su destrucción y de su reunión con otros compuestos, cuncta urit. Los sabios de los antiguos tiempos juzgaron al fuego de tal manera activo, que considerándole como el primer agente de la naturaleza, hicieron primero de él el emblema de la Divinidad, luego la misma Divinidad.
Dadnos vuestra opinión acerca de la palabra masónica o el Verbo.- R. La palabra masónica es el Verbo civilizador del género humano. Lazo de sociabilidad, hace participar a la generalidad de los hombres de la luz vivificante de la Verdad, llevándoles a la certidumbre por medio de la evidencia. Lira sagrada, expresa las armonías de los mundos, la esencia de los seres, su naturaleza y relaciones. Zoroastro, aquel Moisés sublime de la religión de Ormuzd, aquel primer soberano pontífice del culto del fuego, llamaba al Verbo la luz y la ley, es decir, para nosotros, la Verdad y la justicia. La palabra masónica es el Verbo de la razón hablando a nuestros sentidos; es la sabiduría opuesta a los intereses materiales; es Ormuzd, dios de la Luz, diciendo a Zoroastro: «Yo soy la palabra que destruye los males combatiendo a Ahrimanes, padre de la mentira y de la ignorancia.» Así como Jesús, figura del nuevo sol naciente en el solsticio de invierno, el Verbo es cordero que borra los pecados del mundo; esto es, que disipa las nieblas invernales.
Dadme el santo y seña.- R. (Lo da.)
¿Cuál es la respuesta?- R. (La da.)
¿Dadme el tocamiento?- R. (Lo da.)
Está bien. ¿Cuál es el orden del grado?- R. Es el orden del Buen Pastor. (Pónense al orden.)
¿Por qué el nombre del grado 18.º es Rosa-Cruz?- R. Porque la joya del grado es una Cruz con una Rosa en la intersección de sus brazos.
¿Qué significa este emblema?- R. La cruz es antiquísima, y de una antigüedad inaccesible a las tradiciones: era, entre los antiguos, un símbolo de la unión crucial que forma la eclíptica con el ecuador en los puntos del cielo que responden por un lado entre Piscis y Capricornio y por otro al Centro de Virgo; he ahí porque la cruz anzata o el Thau sagrado de los egipcios, en forma de cruz adornada con una asa, que se ve en la esfera encima de la fuente de agua viva, se ha convertido en la llave del Nilo; el ciclo lo representa en esa forma. También es el atributo de Isis o de Virgo; puesto que este punto atraviesa esta constelación; lo que ha hecho decir que Isis abría las esclusas del Nilo y hacía que sus aguas se extendiesen por las llanuras vecinas, cuando el sol cubría con sus fuegos la constelación de Virgo, después de su reposo solsticial. La Luz, convertida en objeto de adoración, no era para los iniciados más que una imagen de los equinoccios, cuando el sol en su carrera anual cubría sucesivamente estos dos puntos. Esta celestial figura es, pues, según designe la primavera o el otoño, un símbolo de vida o de muerte, de regeneración o destrucción; la cruz había de pertenecer a la leyenda que tiene como objetivo al sol… Por otra parte, la Cruz de los egipcios, que llevaban los epoptas en las fiestas de Osiris, como el símbolo del principio fecundante, era un triple falo ofrecido a la veneración de los pueblos.

Designaba también los tres elementos: Tierra, Aire y Fuego, considerados, como salidos del Agua, elemento primitivo: esta idea cosmológica es, además, la del autor del Génesis, puesto que, ante todas las cosas, coloca la existencia del Agua. En 680 fue cuando se mandó en el sexto sínodo de Constantinopla (canon 82) que en vez de este antiguo símbolo representaríase a un hombre atado a una cruz, lo que fue confirmado por el Papa Adriano I, y desde entonces sustituyeron las mujeres una cruz al falito de oro que llevaban al cuello… Finalmente, es en la época de la resurrección anual de la naturaleza cuando los Primeros Caballeros Rosa-Cruz inmolaban el cordero pascual, emblema que representa al sol de la primavera, cuando al pasar por el signo de Capricornio se convierte simbólicamente en cordero reparador… Por lo que toca a la Rosa, es el más tierno y gracioso de los emblemas de la Masonería. En todo tiempo fue la reina de las flores, el perfume de los dioses, el ornamento de las gracias, las delicias de Citerea y el adorno de la tierra. Es el símbolo de varios sentimientos, de las cosas más opuestas: la piedad engalana con ella los templos; el amor y la alegría hacen con ella coronas; el dolor la extiende sobre las tumbas; el pudor y la caridad la reciben como el precio más glorioso; finalmente, los antiguos llamábanla el esplendor de las plantas. Por eso en todos los siglos y en todos los países han celebrado esta flor, cuya presencia recuerda a nuestro espíritu ideas agradables, placenteras comparaciones y símbolos secretos de la belleza. La rosa es por excelencia el emblema de la mujer, y como la cruz o el triple falo simboliza la virilidad, o el sol en toda su fuerza, el conjunto de estos dos emblemas ofrece un sentido o interpretación nueva, y expresa la reunión de ambos sexos símbolo de la regeneración universal… En lo que concierne al título de este grado, los Masones consideran a la cruz, cuyos brazos designan los cuatro puntos cardinales, como un emblema de la inmortalidad humana y de la santidad de su unión, y la rosa, como la imagen de la discreción y el símbolo del silencio; pues se dice que una persona está sub rosa (bajo la rosa) cuando no tiene nada que temer de los indiscretos. Luego una rosa sobre una cruz, es la manera más sencilla de escribir en jeroglífico: «Secreto de la inmortalidad», conocimiento último y el más secreto de los antiguos misterios.

¿Qué hicieron después de haberos dado los medios para daros a conocer?- R. El Muy Sabio me consagró Caballero Rosa-Cruz; condecoróme con el cordón y con la joya del grado; y después de haberme dado a conocer a todos los Caballeros presentes, hízome tomar asiento en el Capítulo.
¿Cuál es la hora del Perfecto Masón?- R. La hora en que hemos recobrado la palabra, cuando la Piedra cúbica se cambió en Rosa mística, cuando la Estrella Flamígera volvió a aparecer con todo su esplendor, cuando nuestros instrumentos tomaron su forma y la luz apareció a nuestros ojos con todo su brillo, cuando se disiparon las tinieblas, y la Nueva Ley Masónica reinará para siempre.

Conclusión: Sigamos esta ley, puesto que es la consecuencia de tantas maravillas, y seámosle siempre fieles.

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Los principios fundamentales

de la Masonería Española, rito escocés, son:

 

l.º La Masonería proclama, como ha proclamado desde su origen, la existencia de un principio creador con el nombre de Gran Arquitecto del Universo.

2.º No impone límite alguno a los que buscan la verdad, y para asegurar esta libertad exige a todos la tolerancia.

3.º La Masonería abre sus brazos a los hombres de todas las nacionalidades, razas y creencias.

4.º Prohíbe en sus talleres toda discusión política o religiosa; acoge a todo profano, cualesquiera que sean sus opiniones políticas o religiosas, con tal que sea libre y de buenas costumbres.

5.º La Masonería tiene por objeto luchar contra la ignorancia en todas sus formas; es una escuela mutua cuyo programa se resume del modo siguiente: obedecer a las leyes de su país, vivir conforme al honor, practicar la justicia, amar a sus semejantes, trabajar sin tregua para hacer feliz a la Humanidad, proseguir su emancipación progresiva y pacífica.

6.º Todo masón del Rito Escocés antiguo y aceptado tiene obligación de observar fielmente las decisiones del Consejo Supremo de su obediencia.

 

Los Reglamentos Generales del Rito Escocés constan de 477 artículos y son los que siguen vigentes en el mundo occidental.

Y termino recordando que la Masonería alcanza gran esplendor durante el reinado de Alfonso XII, quien, imitando el ejemplo de su madre, hizo vista gorda a las actividades de los masones. Cuando muere Prim es Gran Maestre del Gran Oriente de España don Manuel Ruiz Zorrilla, el amigo predilecto y heredero político del héroe de los Castillejos. Más tarde lo sería don Práxedes Mateo Sagasta. Lo que, desde luego, explica muchas cosas. 

LA CAÍDA DE UNA MONARQUÍA INSTAURADA.

 

Con la muerte de Prim llegó el diluvio. Un diluvio que se presentía desde el mismo día de la Victoria. Porque el germen de la discordia iba ya -como se ha dicho- en el carro de los vencedores de 1868. Porque una vez más había de confirmarse que los españoles sabemos hacer el 2 de mayo y naufragamos el tres, el cuatro y el cinco. Bien es verdad que el héroe de los Castillejos había volcado todo su ímpetu y su gran influjo personal en taponar los inmensos agujeros que había dejado el glorioso alzamiento nacional… y que había intentado aunar voluntades en torno a las nuevas instituciones. Monárquico convencido, aunque odiase a los Borbones, no supo traicionarse a sí mismo, y en el momento crucial volvió sus ojos, otra vez, a la Monarquía. Soñó primero, se ilusionó después y se entregó al final a una Monarquía nueva, a una Monarquía que, conservando la esencia, se adaptase a las exigencias de su tiempo… Y llegó a creer, él mismo, que por encima de los sentimientos personales estaban las Instituciones. Sin darse cuenta que las Instituciones, por muy firmes que sean, necesitan tener un contenido popular, un respaldo de devociones individuales y anónimas que sin hacer ostentaciones les den vida.

 

Y ese fue su error. 

Porque, muerto el hombre, o los hombres, que sostienen aquellas Instituciones, el tinglado, inevitablemente, se viene abajo. Se tiene que venir abajo.

Ya hemos visto cómo la Monarquía de Don Amadeo había sido un invento suyo. Pero también hemos visto cómo lo fue fabricando… ¡Cómo no iban a satisfacer aquellos diputados al hombre que les devolvió la libertad! Los votos a Don Amadeo no eran los votos que se conceden a un hombre en el que se cree. Aquella votación del 16 de noviembre de 1870 sólo fue un voto de confianza al general Prim, y muerto Prim, ¿qué había de pasar?

  

Masones españoles famosos siglo XIX y XX

Selección de la larga lista de los masones españoles

 

 

 

Alcalá Galiano, Antonio (1789-1865): Político y Diputado liberal reconocido como gran orador. Fue intendente y diputado por Córdoba, Comisario regio del Banco de San Fernando y Ministro de Fomento con Narváez. Fue también reconocido como escritor y traductor de textos en inglés como la Historia de España, de Dunham, con la que colaboró.
Argüelles, Agustín (1776-1844): Diputado de las Cortes de Cádiz de las que fue su Presidente, destacó por sus discursos en favor de la libertad de prensa y contra la Inquisición. Posteriormente fue Ministro de Interior, Presidente del Congreso y tutor de la Reina Isabel II.
Azaña Díaz, Manuel (1880-1940): Abogado y presidente de Acción Republicana, fue Ministro de la Guerra, Presidente del Consejo de Ministros y Presidente de la II República. Fue secretario y presidente del Ateneo de Madrid y fecundo escritor, siendo su mayor galardón el Premio Nacional de Literatura en 1926 con su obra Vida de Don Juan Valera. Su obra más famosa fue La Velada de Benicarló (1940. Fue iniciado en Madrid y recibió el grado de Aprendiz.
Batet Mestres, Domingo (1872-1937): General. Combatió en la guerra de Cuba e instruyó los procedimientos militares derivados del desastre de Marruecos (Expediente Picasso). Republicano y autonomista, fiel a la II República, participó en las asonadas de 1923 (La Sanjuanada) y de 1929. Durante la revolución de Octubre de 1934 en Barcelona, sabida su fuerza, actuó con deliberada lentitud para salvar vidas previa la represión ejercida por el gobierno. Durante el golpe del 1936 fué arrestado por los franquistas y murió fusilado.
Blasco Ibáñez, Vicente (1867-1928): Escritor valenciano, que tras estudiar Derecho se dedicó al periodismo. Dirigió el diario republicano El Pueblo y fue elegido hasta siete veces consecutivas como diputado por los republicanos. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Washington, como novelista cobra gran fama por sus obras costumbristas (Arroz y tartana; La barraca; Entre Naranjos; Cañas y Barro) en las que se advierte la reminiscencia naturalista de Zola. Otras obras de mayor impronta política y social son La catedral; La Bodega; La Horda; y las reconocidas La Araña Negra y Los Cuatro Jinetes de la Apocalipsis. La vuelta al mundo de un novelista es otra conocida novela de viajes de este afamado escritor. Fue iniciado masón en la R.L. Acacia nº 25 de Valencia, nombre simbólico Danton.
Cabanellas Ferrer, Miguel (1872-1938): General ascendido por méritos de guerra en las campañas de Cuba y Marruecos. Apoyó el advenimiento de la II República, con la que fue Director General de la Guardia Civil, Inspector General del Ejército y Diputado en Cortes por los Radicales, aunque se posicionó al lado del general Franco en el golpe de estado de 1936. Se especula que durante la Guerra Civil no tuvo mando en tropas por su pertenencia a la Masonería, continuando como Inspector General del Ejército hasta su fallecimiento.
Casares Quiroga, Santiago (1884-1950): Político gallego de talante republicano liberal, fundó la Federación Republicana Gallega. Formó parte del primer gobierno de la II República como Ministro de Marina, fue también Ministro de Gobernación en el gobierno presidido por Azaña. A la llegada a la presidencia de la República por Azaña formó gobierno como presidente del Consejo de Ministros.
Cierva y Codorniu, Juan (1896-1937): Piloto e ingeniero aeronáutico realizó el proyecto del primer trimotor y fue inventor del autogiro, precursor del helicóptero. Con su prototipo cruzó el Canal de la Mancha (1924) y realizó el vuelo Madrid-Londres-Madrid (1934). Fue miembro del Consejo Superior de Aeronáutica.
Closas i Cendra, Rafael (1888-1956): Abogado. Conseller sin cartera de la Generalitat de Catalunya durante la II República. Iniciado en la R.L. Kronos de Barcelona.
Companys i Jover, Lluis (1883-1940): Abogado, político nacionalista catalán fundador de Esquerra Republicana de Catalunya, fue concejal en Barcelona (1917), Diputado en Cortes (Orador de posturas federalistas y pacifistas), el primer alcalde de Barcelona durante la II República y el segundo Presidente de la Generalitat de Catalunya. Refugiado en Francia a la caída de la II República fue entregado por las tropas nazis al gobierno del general Franco y fusilado en las tapias del castillo de Montjuich (Barcelona) Iniciado en la R.L. Lealtad nº 9 de Barcelona.
De Los Ríos Urruti, Fernando (1879-1949): De educación krausista fue catedrático de Derecho Político de la Universidad de Granada y profesor de la Universidades de México y de Nueva York. Miembro del Partido Socialista Obrero Español fue varias veces diputado de esta organización política. Su informe sobre la Unión Soviética sirvió para alejar a este partido a integrarse en la III Internacional. Durante la II República fue Ministro de Justicia, de Instrucción Pública, Bellas Artes y Asuntos Exteriores. Fue también Embajador en Washington. Como Ministro de Justicia estableció la separación entre Iglesia y Estado y la libertad de culto en España.
Domingo Sanjuán, Marcelino (1884-1939): Maestro de escuela y periodista, fue miembro del Partido Radical Socialista y posteriormente de Izquierda Republicana, organizaciones por la que fue diputado en varias ocasiones. Fue Ministro de Instrucción Pública, Bellas Artes y de Agricultura; Industria y Comercio durante la II República. Colaboró con la Institución Libre de Enseñanza.
Echegaray y Eizaguirre, José (1833-1916): Dramaturgo, además de un notable matemático e ingeniero, fue profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos y de Física Matemática en la Universidad Central de Madrid (Introdujo en España la teoría de los Determinantes y el Cálculo de Variaciones). Durante la I república fue Diputado, Ministro de Obras Públicas y de Hacienda, creando el actual Banco de España, siendo también fundador del Partido Republicano Progresista. Sus publicaciones científicas le valieron el premio que lleva su nombre, que otorga la Academia de Ciencias Exactas desde 1907. Su renombre universal viene por su Premio Nobel de Literatura por su producción dramática, siendo sus obras más significativas La esposa del vengador, Mancha que limpia, El gran galeote, El loco Dios y Mariana. Fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua.
Espartero, Baldomero (Duque de la Victoria) (1793-1879): Participó como militar en la Guerra de la Independencia , la campaña de América y las guerras carlistas, las cuales llevó a desembocar en el acuerdo de Vergara (Abrazo de Vergara), que le dio el sobrenombre de El Pacificador. Fue senador y regente hasta la coronación de Isabel II, siendo posteriormente nombrado Presidente del Consejo de Ministros en dos ocasiones.
Espronceda y Delgado, José (1808-1842): Poeta y escritor romántico, toda su vida y poesía se presenta como símbolo del ansia de libertad y del inconformismo romántico. Muy joven se unió a la Masonería y a la sociedad secreta Los Numantinos, lo que le costó ser detenido y encerrado para tener que exiliarse en Lisboa, Londres y París, donde entra en contacto con los movimientos románticos. Su poema más famoso es La canción del Pirata.

Y Franco Bahamonte Ramón, Gabril y Galán José María, Galán Fermín, y figuras como  Luis Simarro, Antonio Machado, Ortega y Gasset, Álvaro de Albornoz entre otros. 

Y una lista interminable, porque durante muchos años y hasta el día de hoy siempre se ha dicho que para triunfar en política en España era indispensable pertenecer a la masonería.

 

  

La masonería y Carrera Blanco

Por la viuda doña Carmen Pichot supe que el Almirante Carrero llevaba el día del atentado y de su muerte un “dossier” enorme sobre la masonería española que iba a presentar en el Consejo de Ministros. Al parecer había sido un estudio realizado por las fuerzas de seguridad españolas, que abarcaba todos los cuadros y los ficheros de los masones españoles e información puntual de todas sus actividades secretas. Tal vez porque aunque la “Ley de represión de la masonería y del comunismo” ya no estaba en vigor desde 1964, no por eso la masonería había dejado de actuar y de estar presente en España. De ahí que muchos de los comentaristas del atentado de la calle Claudio Coello lo relacionen con los masones y la represión que estaba llevando a cabo todavía el Gobierno a través del Tribunal de Orden Público. Pero, nunca se supo después qué fue de aquel “dossier” que Carrero llevaba para presentarlo al Gobierno. (J.M.)

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