21/11/2024 11:38
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El mundo comenzó a mecanizarse a finales del siglo XVIII con la Revolución Industrial en Gran Bretaña, y a partir de ese momento, la «mecanización» se fue extendiendo a nivel mundial con el desarrollo de nuevas máquinas y tecnologías.
Es muy llamativo que esto ocurriera cuando Inglaterra tenía el dominio de la mayor parte del mundo:
1.Trece Colonias (América del Norte)
2.Islas Bahamas (Caribe) refugio de piratas
3.Jamaica (Caribe) refugio de piratas
4.Barbados (Caribe) refugio de piratas
5.Granada (Caribe) refugio de piratas
6.San Cristóbal y Nieves (Caribe) refugio de piratas
7.Antigua y Barbuda (Caribe) refugio de piratas
8.Santa Lucía (Caribe) refugio de piratas
9.San Vicente y las Granadinas (Caribe) refugio de piratas
10.Dominica (Caribe) refugio de piratas
11.Montserrat (Caribe) refugio de piratas
12.Islas Caimán (Caribe) refugio de piratas
13.Bermudas (Atlántico Norte) refugio de piratas
14.Honduras Británica (actual Belice, América Central) refugio de piratas
15.Costa de Mosquitos (actual Nicaragua) refugio de piratas
16.Gibraltar (península ibérica) refugio de piratas
17.Malta (mar Mediterráneo)
18.Sierra Leona (África occidental)
19.Gambia (África occidental)
20.Senegambia (África occidental)
21.Costa de Oro (actual Ghana, África occidental)
22.Calabar (actual Nigeria) refugio de piratas
23.Islas Malvinas (Atlántico Sur) refugio de piratas
24.Nueva Escocia (Canadá)
25.Isla del Príncipe Eduardo (Canadá)
26.Terranova (Canadá)
27.Territorios en la India (incluyendo partes de la actual India, Pakistán y Bangladés)
28.Singapur (sudeste asiático) refugio de piratas
29.Penang (actual Malasia)
30.Malaca (actual Malasia) refugio de piratas
31.Guyana (costa oriental de América del Sur) refugio de piratas
Desconozco si estuvieron esperando a este momento, o fue una consecuencia, pero En el siglo XVIII, el sistema financiero global estaba influenciado principalmente por Inglaterra y los Países Bajos (ambos protestantes).
En el siglo XVI, con la Reforma Protestante y el debilitamiento del poder de la Iglesia Católica, las restricciones a los intereses (monetarios) comenzaron a relajarse y se permitió un mayor grado de libertad en los préstamos.
El banco central (privado) de Inglaterra fue fundado por un grupo de «prestamistas» y piratas encabezados por Willian Paterson en 1694.
Durante la época de la Revolución Industrial, España no tenía un banco central como el Banco de Inglaterra. En su lugar, existían varias instituciones financieras y bancos comerciales en el país que debían competir con la banca inglesa y holandesa respaldada por los potentes usureros.
A finales del siglo XVIII, la deuda nacional de Inglaterra se estimaba en alrededor de 250 millones de libras esterlinas, una cifra sustancial en ese momento. A medida que las guerras continuaron y se expandieron, la deuda siguió aumentando, y a principios del siglo XIX, en 1815, la deuda nacional alcanzó su punto máximo de aproximadamente 900 millones de libras esterlinas.
El «sólido» sistema bancario de Inglaterra, particularmente el Banco de Inglaterra, desempeñó un papel clave en la acumulación y distribución del capital necesario para la expansión industrial.
El crecimiento de la industria impulsó la migración masiva de las áreas rurales a las ciudades en busca de empleo en las fábricas.
La gente dejo de trabajar en la naturaleza, para buscar fortuna como mano obrera, ordeñando máquinas en lugar de vacas. El hombre se empezaba a fusionar con la máquina creyendo que eso le daría una vida mejor.
Esto provocó un rápido crecimiento de las ciudades y la aparición de barrios industriales densamente poblados.
Lo que hoy denominamos barrios marginales y «guetos», son lo que se empezó a formar en aquella época de chimeneas humeantes y cronómetros palpitantes.
El primer gueto se estableció en Venecia, Italia, en el año 1516. En ese momento, el término «ghetto» se utilizó por primera vez para describir un área específica donde se obligaba a vivir a la población judía de la ciudad.
El gueto de Venecia estaba rodeado de muros y tenía puertas cerradas durante la noche. Esta medida restrictiva se implementó con el objetivo de aislar y controlar a la comunidad judía. Hoy en día, como en Oxford, se pretende imitar aquellos guetos, con el denigrante plan de las «ciudades de 15 minutos».
Desconocemos si es algún tipo de venganza del «destino» o una ocurrencia propia de los eugenistas de Davos y sus secuaces.
Las ciudades empezaron a crecer de manera desmedida y el crimen y la inseguridad vino de la mano de aquella situación.
La gente empezó a dejarse de conocer y se empezó a formar el «hombre masa» (como acuño José Ortega y Gasset en su obra «La rebelión de las masas», publicada en 1930), el hombre sin raíces, el hombre gris como los apestosos y repugnantes efluvios que emanaban de aquellas tenebrosas factorías en ebullición.
La Revolución Industrial marcó el cambio de una economía agraria a una basada en la industria y la producción en masa.
La producción en fábricas utilizando maquinaria aumentó significativamente la productividad y generó un crecimiento económico acelerado. Acelerado para unos pocos, ya que la mayoría tan solo era mano de obra barata con largas jornadas laborales, condiciones laborales peligrosas y salarios paupérrimos, especialmente para los trabajadores no cualificados.
Los artesanos, debido a la producción y economía de escala, empezaron a disminuir hasta prácticamente desaparecer.
Los antes hombres libres y especializados en productos exclusivos, cambiaron su pequeño taller propio por un puesto en una cadena de ensamblaje tan sombría como terrorífica y reiterativa.
El cíborg había sido creado.
La mecanización agrícola permitió una mayor productividad y eficiencia en la producción de alimentos, lo que llevó a una disminución en la mano de obra agrícola y al éxodo rural hacia las grandes babilonias.
Los antes granjeros y amos de su tierra, fueron «encantados» e inducidos al mundo de los espejitos mágicos y luces de colores. La gran feria había empezado y todos estaban invitados a ser partícipes de aquel artificio.
Valga como símil este abandono de la naturaleza para formar parte de aquel enorme monstruo ruidoso de acero que empezaba a formarse cuál «Golem de Praga».
La Revolución Industrial también impulsó mejoras en el transporte y las comunicaciones. La construcción de ferrocarriles y canales facilitó el movimiento de mercancías y personas, conectando regiones y permitiendo un comercio más amplio. El Golem crecía y necesitaba más territorio…
En otros términos, podíamos decir, que se aceleró todo de manera exponencial.
La gente dejo de vivir al ritmo de la naturaleza, para sobrevivir siendo esclavos de un reloj mecánico y sádico que marcaba los tiempos de manera insurrecta.
Anteriormente, la vida transcurría en torno a las épocas de las cosechas y sobre el escenario y marco natural. La comunidad, la religión, la familia, los valores tradicionales, la patria, era lo más importante y por lo cual se vivía. La vida tenía sentido y este rebasaba la propia existencia.
El orden natural se revirtió y empezó la explotación laboral y el deterioro del medio ambiente de manera acelerada e implacable.
La criatura incontrolable (el interés del dinero deuda) de apetito voraz no tenía límites. El mundo empezó su debacle como algunos mucho tiempo atrás ya habían predicho. El hombre tradicional tenía sus días contados, ya que el «progreso» había sido destapado como un «djinn» maléfico de su recipiente milenario.
El mundo moderno sacaba su perturbada cabeza de macho cabrio del agujero más infesto de las conspiraciones milenarias.
Y aquella bestia quería sangre…

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REDACCIÓN
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Aliena

Ahí va, qué curioso: ni los primeros guetos para los judíos fueron de los «nazis», ni España fue el único lugar en el que se trató mal a los judíos…
Pero el verbo «influenciar» sigue sin existir.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Vaya una mierda artículo.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

De artículo.

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