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Corría el año de 1924, eran los Juegos Olímpicos de París, Liddell, tenía la medalla de oro asegurada en los 100 metros lisos, pero no corrió esa carrera, porque era Domingo y él, como el mayor creyente en Dios, dijo que el Domingo es la Fiesta del Señor y es día de descanso y rezo. Tuvo presiones por todos lados, incluso amenazas de muerte si no corría, por parte de los políticos y monarcas británicos, pero él fiel a su creencia y a sus principios, NO CORRIÓ

Sin embargo; tenía otra carrera, los 400 metros lisos, en la que no era favorito, pues había dos atletas con mucha mejor marca, pero él ferviente católico, se puso en manos de Dios. Hizo una espléndida carrera, de pundonor, de corazón y pidiendo fuerzas al Señor y LA GANÓ.

Eric Liddell, el mejor atleta escocés de todos los tiempos

«Carros de fuego»: Eric Liddell gana los 400 metros olímpicos en París 1924

Este prodigio de la naturaleza y de la Fé en Cristo decía:

 “Cuanto más sabes quién eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas”                    

“La victoria tiene mil padres, la derrota es huérfana”

“¿Qué no tengo nada?: Mi padre me enseñó a cantarle a sol y a las estrellas y Dios me dió brazos y piernas fuertes”

La vida no se mide en minutos, se mide en momentos”

“Hoy he sentido de nuevo una gran admiración por Tí. Y lamento mucho que hasta hoy, no me haya dado suficientemente cuenta de lo maravillosa que eres”

“Mi alma a Dios, mi vida a mi Madre, mi corazón a una Dama”

La FELICIDAD solo es real, cuando se comparte….!!!

Vangelis «CARROS DE FUEGO»

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Chariots of Fire – Never give up!

Eric Henry Liddell (Tianjin, China, 16 de enero de 1902 – Weixian, China, 21 de febrero de 1945) fue el mejor atleta escocés de la historia, fue campeón olímpico de los 400 metros lisos en los Juegos Olímpicos de París 1924, jugador de rugby para el seleccionado escocés y que sirvió como misionero protestante en China. Su historia fue llevada al cine en la película Carros de Fuego (1981). Tras las imágenes de la película, se pueden ver a los verdaderos Eric Liddell y Harold Abrahams.

Eric Liddell, Cuando corro siento el regocijo de Dios

Cuando estaba en el cenit del atletismo mundial y le ofrecían grandes fortunas para que siguiera en el atletismo y batiera todos los records a su alcance, lo dejó todo y se fue a China de misionero, para cuidar a los pobres y pregonar la Fé en Cristo, evangelizando a todos los que le rodeaban.

Desgraciadamente, murió de cáncer cerebral, estando prisionero de los japoneses, cinco meses antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial y Japón se rindiera.

Los japoneses le respetaban por su Fé y su bondad, aunque lo tenían prisionero, él fomentaba la Fe en Cristo entre sus guardianes.

¡¡¡GLORIA Y HONOR AL MÁS GRANDE ATLETA Y CRISTIANO DE TODOS LOS TIEMPOS!!!

CARROS DE FUEGO.- Para mí la mejor película de la historia, basada en unos hechos reales y de un atleta único, con una banda sonora increíble del tristemente fallecido, el 17 de mayo de 2022, VANGELIS, q.e.p.d.

Carros de Fuego – B.S.O.

Autor

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Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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