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Los hombres, juzgando humanamente a Dios, solemos decir que –en su Justicia– compensa las pruebas con los dones. Personalmente lo tengo comprobado. No me ha ahorrado las penas (perdí a mi padre a los seis meses, a mi madre a los seis años, al hermano de mi abuelo –sacerdote que, al quedar yo huérfano hizo de padre, de madre y de administrador de la herencia—pero ambién se lo llevo el Señor al Cielo con 51 años, cuando yo tenía ocho; me privo del hermano pequeño de mi madre –falangista de primera hora, y voluntario el primer día, caído en la recuperación de Teruel; además pasé catorce meses en la “zona roja”; y viví la revolución cubana; etc. .), pero reconozco que contrapesó todos los tragos amargos, dándome algunas cualidades — sin opción para presumir yo de mérito alguno– que me han permitido eso que llaman “triunfar en los estudios y profesionalmente” o la “intuición” — “olfato”– para “calar” a las personas rápidamente. Y llegar a los noventa y cuatro años con la experiencia consiguiente.
Especialmente, los políticos me engañan poco y distingo fácilmente los buenos de los malos y sobre todo a “esos otros” que el Apocalipsis retrata a la perfección: los que no son “ni fríos ni calientes”, “los moderados”, esencialmente traidores a las causas dignas de ser defendidas. Dice la sabiduría popular: “Del agua mansa me libre Dios…”
Tengo un motivo para tratar el tema… Mis lectores y seguidores desde hace años ya conocen mi opinión sobre Fraga y “sus frutos” o sea, lo que finalizó siendo el “Partido Popular”… como organización política, “no sus votantes” —víctimas de su buena fe –equivocada– en un hombre que engañó a Franco y a toda la España decente que creía en el Caudillo.
El nuevo presidente del “PP” desde la primera vez que lo vi en la tele mi intuición me adelantó que no era de fiar, y sus actuaciones en Galicia me han ido convenciendo aún más. He tenido la paciencia suficiente hasta que hace dos días nos dio a todos la prueba definitiva de que el “elogiado” nuevo presidente, si llega al Gobierno, será otro político nefasto para España. Por la sencilla razón de ser un agente más de ese que yo llamo “Poder Supremo ‘sin rostro’”·
Lo ha delatado su reacción ante la legalización del crimen del aborto convertido en “derecho humano” y la declaración por la que desea que se vayan del “PP” todos los que discrepen de esa sentencia y no juzguen un bien la “Ley del aborto”. Monseñor Munilla, que es un obispo “comme il faut” –como dicen los franceses en estos casos– ha dicho recientemente que “alguien que ‘tenga una recta conciencia’ no puede votar al PP”.
Avala así, mi postura de siempre sobre el partido hijo de Fraga, y cuyos sucesores han sido dignos continuadores del fundador. Nunca he logrado entender, cómo los españoles, que aman y defienden a España, pueden votar un partido que ha roturado el campo y abierto el camino para que los rojos y separatistas puedan hoy tener a nuestra Patria contra la pared. Aznar y Rajoy, no han desmerecido del hombre en cuya cabeza cabía el Estado… y han seguido engañando a la buena gente de Castilla y de las regiones donde son mayoría … No se enteran nunca de nada y piensan en el PSOE como un posible socio carente de peligro. >
Me dan pena los votantes del PP, ¿en qué fuente beben la información para llevar engañados casi medios siglo ¡y no escarmientan! Rajoy convenció a los españoles de que era capaz de librar a España de traidores y, luego, no hizo nada de nada, Ha sido la mayor burla e incumpliendo de una promesa cuando se le dio mayoría absoluta para poder resolver los problemas de nuestra Patria.
Ahora están convencidos de que para llegar a la Moncloa “hay que ser moderados”. Ahora bien, “la moderación” es lo siguiente:
Primera y principal regla del moderado: “No lleves en tu programa nada que contradiga los ‘instintos animales’ de las personas, porque serías un “reaccionario” que cree en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios”.
(Si quieres que te voten, olvídate del dogma, de la moral y del culto católicos que son un obstáculo que impide llenar las urnas).
Segunda regla del moderado: “Evita todo lo que te pueda parecer sintonía con Alzamiento Nacional, la Cruzada y el orgullo por la Victoria. Te llamarían “facha”.
Hay más, pero estas dos son las fundamentales. Nada me gustaría tanto como explicar cómo hemos llegado a esta absurda realidad pero sería materia para un libro, no para un artículo, y reconozco que ya no tengo fuerzas para enfrascarme en la redacción de ese texto, (cosa fácil, ciertamente: en realidad solo pide ganas y tiempo, que a mí ya no me sobran). Espero que alguien se anime; encierra muchas lecciones útiles para el futuro.
Conclusiones: Si son inteligentes, “¡olvídense del ‘PP’! ” aunque, ingenuamente, lo hayan votado toda la vida. Y, además, no se fíen un pelo del nuevo presidente de ese partido, Por sus hechos –sin ir más lejos: su gozo por la aprobación del aborto como derecho de los españoles,– demuestra que se puede esperar todo, incluso el pactar con el PSOE y sus socios del club Frankestein, la liquidación “moderada” de España
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
