China quiere más bebes. Occidente quiere más abortos (y disfóricos anales). Por Patxi Balagna Ciganda

Las propias accidentoanales exigen el aborto como si fuera el derecho a ir a la piscina municipal. Lo hacen a grito pelado y mientras levantan el brazo con el saludo comunista y nos muestran su asquerosa axila peluda y maloliente.

Desgraciadamente, se han vuelto – ellas – algo muy alejado a mujeres e incluso a algo próximo a la especie humana (los progres en general).

El feminiestalinismo promovido por las cabezas de melón progres y el felón de la moncloaca al servicio de la agenda global, insisten en su empeño por «analcoirificar» a toda España.

Y a todo el mundo, porque esto es algo global.

O porque las mujeres (progres modernas) ya son insoportables y no hay quién se acerque, o porque el sistema criminaliza al hombre y destruye la propia varonilidad y se están volviendo todos «sospichosos» afines al culto analcoiris.

Sea como sea, Europa no tiene hijos y tal y como están las cosas, casi que mejor, porque lo que puede salir de semejantes criaturas satanizadas, me da miedo solo el pensarlo.

Mientras, muy lejos del infierno occidental progre, hacen todo lo contrario.

Son los chinos que se les supone comunistas, pero a pesar de todo, va, y promueven la natalidad como en Rusia.

Se espera que más lugares de China ofrezcan ayudas económicas a las tecnologías de reproducción asistida; y es que se necesitan diversas medidas para fomentar la natalidad en un país donde ya se pueden tener dos hijos.

Eran las 11:30 de la mañana, en la segunda planta del Centro de Reproducción del Tercer Hospital de la Universidad de Pekín y seguía lleno de gente.  Infinidad de mujeres esperando fuera de las consultas de los médicos o haciendo cola para someterse a electrocardiogramas u otros exámenes necesarios antes de iniciar el ciclo de fecundación in vitro (FIV). Las mujeres animadas charlaban entre ellas sobre el tratamiento de FIV y es que en china y en Asia en general, la procreación aún parece ser el centro de la cultura.

En occidente se patrocina el asesinato de bebes, incluso para adolescentes y sin el permiso de sus padres.

Recientemente, muchos han hablado de un nuevo tema: qué parte de los costes de la FIV y las tecnologías de reproducción asistida relacionadas puede cubrir el sistema sanitario del lugar de procedencia.

A partir del 1 de julio, Pekín empezó a aplicar una nueva política: 16 tipos de tecnologías de reproducción asistida, entre ellas la prueba de inducción de la ovulación de uso común, el tratamiento óptimo del esperma, la crioconservación del semen, el cultivo de embriones para fecundación in vitro, el trasplante de embriones y la recuperación de embriones congelados, se incluirán en el seguro médico básico.

La política ha contribuido a reducir entre un 30% y un 50% los gastos en tecnologías de reproducción asistida, y muchas parejas han optado por acudir a Pekín, que figura entre las ciudades que poseen los mejores recursos médicos del país, según ha sabido Global Times (el vocero oficial del gobierno chino para el mundo angloparlante).

El número de pacientes ha aumentado más de un tercio desde la aplicación de la política a principios de julio, y muchos de ellos proceden de fuera de Pekín. Los pacientes tienen que inscribirse con una antelación de entre dos semanas y un mes para reservar cita con algunos célebres médicos, según declaró un empleado del Centro de Reproducción.

Todas las máquinas de autoservicio del centro se han actualizado con una opción de pago por seguro médico sin un proceso complicado, pero el límite máximo de reembolso varía según las distintas pólizas de los distintos lugares.

Meng Zi (seudónimo de alguna futura mamá y del famoso Mencio, conocido filosofo chino centrado en la importancia de la virtud moral, el gobierno benevolente y la armonía social), residente en Pekín, se sintió afortunada de convertirse en la primera paciente de Pekín cuyos gastos de transferencia de embriones por FIV fueron cubiertos por el seguro médico.

Ya ves, en China pagan por tener hijos, mientras en el progresista mundo occidental, se paga por amputarse los genitales y hormonarse desde los 12 años para crear una sociedad analcoiris de desquiciados.

Aparte de Pekín, muchos puntos de China han anunciado el aumento de las ayudas económicas a las parejas que necesitan tecnologías de reproducción asistida. Por ejemplo, la provincia nororiental china de Liaoning (ning, significa tranquilidad) anunció en mayo que el sistema sanitario local cubriría 18 tecnologías de reproducción asistida a partir del 1 de julio.

Ya en agosto de 2022, un total de 17 departamentos gubernamentales chinos habían publicado conjuntamente una directriz sobre políticas de apoyo en materia de finanzas, impuestos, vivienda, empleo, educación y otros campos para producir una sociedad favorable a la maternidad y animar a las familias a tener más hijos, aconsejando a las provincias y regiones que considerasen cubrir las tecnologías relacionadas como parte de los sistemas sanitarios locales en función de la capacidad disponible.

En Europa la feliz idea que se les ocurre a los gobernantes ante la escasez de neonatos, es importar africanos iletrados y medio salvajes para así solucionar el tema de la procreación y que se «follen» a las europeas, -les guste o no-.

Maravillosa su visión. Barra libre de mujeres para los africanos mientras los blanquitos son persuadidos para compartir sus anos entre ellos.

Homosexualizar a los jóvenes, trastornar a las mujeres (femilocas histriónicas) y volver a los hombres unos manginas* feministas mientras el holocausto de bebes se lleva a cabo entre gritos de júbilo.

Si esto no es un plan de despoblación satánico, no me imagino yo uno más eficaz.

*Mangina: afeminado, emasculado, de hombre (man) con vagina, o con agujero delantero, como algunos «progres» muy «in» («in» de meter en inglés) lo denominan.