Bilbao surrealista. (Gora Euzkadi askatatumtatum) Por Patxi Balagna Ciganda

Jagoba Iturrizar y su preciosa novia, Olaia, paseaban este domingo (de Resurrección) por la zona del «Arenal», en el centro de Bilbao. Tras los pintxos de rigor y la visita a la iglesia de Santiago donde tuvo lugar la procesión, se deslizaban felices por la calle Navarra. Tras un «heladito» en la famosa heladería Nosy-Be (curioso nombre para una heladería, ya que Nosy be – isla grande – es una paradisiaca y tropical isla de Madagascar), siguieron paseando su amor a la vera del Nervion.

Estaban contentos y a Olaia se le ocurrió que se hicieran fotos bajo aquel sol maravilloso y aquella tarde perfecta.

Sonreían y posaban para salir guapos en las fotos, cuando un manotazo de una «manaza» negra, como una cazuela requemada, los expulso de su idílico paraíso.

Un grupo de nigerianos -de profesión «manteros»- se abalanzaron de manera agresiva contra la joven pareja vasca. Se habían sentido «ofendiditos» porque creían que los estaban haciendo fotos a ellos. Con alboroto y malas maneras, pretendían borrar las fotos y de paso quedarse con los teléfonos de Jagoba y Olaia.

El vasco, un ex jugador del Athletic, fornido y bravo, no se amilanó y los planto cara. Fue entonces cuando empezó el surrealismo.

Los «santeros» africanos, mas oscuros que una noche en las grutas de «Sterkfontein» , les gritaron que se fueran de su país.

Amparados por 30 platycefálicos mandingas que también vendían chucherías falsas y eran de su misma tribu, estaban seguros de que eran más fuertes.

Estos hijos putativos del hechicero «Arana-numbio» y sus «gudaris», estaban empoderados y dispuestos a defender su «sabana»(savanna).

Aquel territorio era suyo, de los «Yorubas» y no de Jagoba, ni  de Olaia, ni de los bilbaínos de toda la vida. Se tenían que largar de ahí ya que «Bil-bujum-bao», era ahora suyo.

Para más «INRI», cruzando la calle, todavía quedaban las carpas del PNV que acababan de celebrar su «Aberri Eguna», que traducido al cristiano, significa día de la patria (vasca).

Es totalmente distópico que el mismo día que se celebra el orgullo racial vasco, unos sudorianos que venden mercadería ilegal, ataquen a unos vascos de pura cepa y les increpen que se larguen de su «territorio».

Jagoba, para más señas, de apellido Iturrizar, resulta ser descendiente de la ilustre Casilda Iturrizar. El propio Hospital de Basurto, porta su nombre en el pabellón de maternidad. También el parque mas grande de Bilbao lleva su nombre en su honor, parque Iturrizar.

La selva de Bisura (Sudan del sur) contra «el parque» de Bizkaia. Los tribales y selváticos «macumba», contra Jagoba, el que defendía los colores de Bilbao en el verde «terreno de juego», enfrentados.

Los mamones, y el de «San Mames». Negros contra blanco.

Los hechiceros oscuros y su plan Kalergi, contra los autóctonos europeos blancos.

Los «masai» regurgitando, en el día del sol (domingo) , en la fecha que el mesias resucito.

Pero si esto no es ridículo, insultante y suficientemente estrambótico, diremos que los mismos, que se creen superiores al resto de los españoles, son los que han metido a más de 50,000 inmigrantes africanos en la que fue – con Franco – la ciudad  más rica -en términos de renta per cápita- de España.

No se vayan todavía que aún hay más. La ertzaina llegó y en lugar de hacer nada contra los extranjeros color colacao, que habían molestado e insultado a aquella enamorada pareja, no se les ocurrió otra cosa que preguntar a Jagoba (Santiago en vasco) que si estaba borracho. Sería porque el mozo vasco no dio su brazo a torcer y no se «dejo comer »  por los antropófagos.

La ofensa era doble o triple. No solo una tríada de primates irritables de «Bamako» o de «Lagos» los había avasallado, sino que había sido en el supuesto día del orgullo «euskaldun» y en el centro de su propia ciudad. Deleznable.

Los exaltados zulúes pretendían robarles los teléfonos y expulsarlos de «su» País.

No surrealista suficiente, la policía autónoma vasca, en lugar de perseguir a los traficantes de baratijas, se encararon con Jagoba, lo insultaron y también, los quisieron desterrar del Eden.

Bochornoso. Infame. Escandaloso. Esto lo podríamos calificar como un Beltxa Aberri Eguna (día de la patria negra). Esperemos que mas vascos como Jagoba, «resurreccionen» y reaccionen antes de que la invasion «kalergi» se complete.

Este mensaje es para los campuzos y abertxales seguidores del indigno «inkosi», Sabino Arana:

Habéis metido a una banda de forajidos extranjeros y los responsables sois vosotros. Exclusivamente vosotros, los que habeis cambiado la txapela de nuestros ancestros, por «tarbushes y chilabas», por «fulanis y bubas».

Canallas, traidores y tuercebotas, ya pusisteis la ridícula banderita sucedánea de la «Union Jack» rindiendo pleitesía a los británicos.

Sois vosotros los que estáis destruyendo Euskadi. Las calles están llenas de bandas de desagradables magrebíes agresivos e irascibles que se creen los sheriffs del paraje («sharif»,  título honorífico dado a aquellos que podían rastrear su linaje hasta el profeta Mahoma); y ahora, hasta los «morenos» que solían ser pacíficos, se creen que son aborígenes de la selva del sagrado árbol de Guernica.

Gora Euzkadi askatatutatum…

Si esto no es absurdo, que resucite Albert Camus y lo confirme.