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A los españoles se nos da muy bien la comedia, excelentemente bien el drama y cojonudamente la tragedia. Antes estábamos muy bien dotados para interpretar la tragedia, hoy sólo lo estamos para contemplarla inertes, quietecitos, desde el patio de butacas mientras el acomodador nos ceba de palomitas y de bombón helado porque ya no hay descanso ni bar en el entresuelo y como, además, somos todos muy ecosostenibles, ya no fumamos, con lo cual no hace falta levantarse de la butaca, salvo para ir a mear. Y ni siquiera eso, porque tenemos todos una gran capacidad de retención pues nos ha crecido la vejiga en proporción inversa a los testículos. Misterios de la adecuación y aggiornamiento de la biología a la ideología.
Hemos contemplado con el bol de palomitas y el morro pringado de bombón helado el planteamiento y el nudo de la tragedia. Ahora estamos ya en el desenlace. Igual de quietecitos que en los dos primeros actos porque somos muy, pero que muy demócratas y muy, pero que muy constitucionalistas. Vemos, sin pasmo y sin reacción, cómo la mesnada de la rapiña, integrada por la hueste de aldeanos arrebatados del separatismo y por la horda socialcomunista que, aún endomingada en su atavío, sigue llevando un odio agrio, rancio y seco en las sobaqueras y en las braguetas de sus monos milicianos, está a un paso y a un par de votaciones parlamentarias de conseguir lo que hace ochenta y seis años no pudieron lograr porque una pandilla de fascistas reaccionarios sublevados sacó en andas al Santo más español de toda la Corte Celestial: Sanseacabó.
Hoy, Sanseacabó es rehén del Padre Ángel y padece el Síndrome de Estocolmo, y la derecha española sigue siendo la misma, sigue siendo lo que fue hace ochenta y seis años. Sigue siendo como ese anciano impotente que hace décadas que solo acaricia de oído a una mujer. Porque así es como acaricia Feijóo a España, de oído en su silencio dominical, en su silencio de pereza, en su silencio de pasteles vespertinos servidos por sus pusilánimes mucamas parlamentarias cuando bosteza la última luz. La del ocaso. No esperéis el redoble de un galope ni la voz de una corneta antes de la consumación de la tragedia. Nada. Solo el ocaso. Sanseacabó. Fin.
Autor
- Eduardo García Serrano es un periodista español de origen navarro, hijo del también periodista y escritor Rafael García Serrano. Fue director del programa Buenos días España en Radio Intereconomia, además de tertuliano habitual de El Gato al Agua en Intereconomia Televisión. Desde el 1 de Febrero del 2019 hasta el 20 de septiembre del 2023 fue Director de El Correo de España y de ÑTV España.
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España tiene un grave problema
Los españoles no hablan cuando deben hablar, no paran lo que los politicos y los malos les hacen cuando deben y de pronto y por cualquier chorrada lian el gran follon, matan a unos cuantos curas y terminan rompiendolo todo de forma brutal.
Y por lo visto en eso estamos
Independientemente de todos los delitos que está cometiendo el morador de la MONCLOACA, los ciudadanos tenemos la máxima culpa de permitir que nos estén robando y destrozando ESPAÑA, desde hace más de 4 décadas.
Ni más ni menos. Ése es el mejor resumen y la dura, pura y put.. realidad, mal que nos pese a los que sí tenemos valor (yo no soy sospechoso).
Un saludo y mucha fuerza a todos los compatriotas y gente de bien de este país que tiene las horas contadas.
La verdad es que la situación no da para mucho optimismo. Tenemos un país adocenado en manos de un demente que actúa igual que un mono con pistolas cargadas, y, enfrente, a un candidato a sustituirle cobarde y acomplejado, sin carisma, con cero de empatía y, por si fuera poco, con mermadas posibilidades de conseguir ese objetivo. Eso es así, pese a quien pese. Pero, a pesar de todo ese lastre, según el conocido adagio de que «nunca llovió que no parara», también tenemos otras posibilidades, que si los españoles les dan la oportunidad, podrían frenar la desastrosa deriva del Gobierno de turno y volver a enderezar el rumbo de la nave. A eso tenemos que agarrarnos, luego el tiempo dirá…
No tengo Fe en los que ahora estan en el gobierno, no tengo Fe en la alternativa, en forma de siglas simplemente, y del pueblo de mi bella España, que decir, ¿Es posible que ya esté completamente vencido o actuará como históricamente lo hizo cuando escasamente le quede un suspiro de aliento? El buenismo simplón y estúpido impide a tantos ver el peligro y nos aboca a otra incierta etapa de nuestra historia.
La historia se repite, tendremos que tener una guerra para poner las cosas en su sitio.
MAGISTRAL ARTICULO DE GARCIA SERRANO DIGNO DE LO QUE ESCRIBIRÍA SU PADRE. BOMBÓN HELADO AL RICO BOMBÓN HELADO PERO UNA COSA YO SIGO FUMANDO… EN PIPA