24/11/2024 03:06
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¡Caramba con ‘Milhouse’ y parecía tonto cuando lo compramos! Pero resulta que esa sensibilidad, que parece mostrar en el Congreso de los Diputados cuando habla de la salud mental y de la necesidad de tratarla, se vuelve vulgar coz para despreciar a un ciudadano, que es a quien se debe. Y para rizar el rizo, es denunciado por un votante del partido comunista, recurriendo a la Policía en demanda de justicia. Cada vez más, el día a día me da la razón: en el Parlamento español ha acabado sentando sus posaderas ‘lo mejor de cada casa’. ¡Dimite, bestia, dimite!

 

Vaya tropa que se ha juntado en eso que llaman Más Madrid y Más País. Ahora es ‘Milhouse’ Errejón, pero antes fue Mónica ‘La Pistolera’, esa falsa doctora que se inventó el título para engordar su pobre currículum de barata sindicalista y activista contra Díaz Ayuso, incluso no le importó simular disparos a un miembro del PP de la Asamblea madrileña. Un médico simulando matar a un ciudadano. ¿Qué diría Hipócrates de tan miserable actitud? Es un hecho que algunos personajes llevan la violencia en la sangre, el odio incrustado y los deseos de muerte ajena a flor de piel.

 

Sobran bestias pululando por las calles que frecuentan los ciudadanos. Su dimisión es el camino más cercano del arrepentimiento y el perdón. No sólo merece ser corrido a gorrazos sino con puntapiés hasta que se salga de la ‘piel de toro’ o las ardillas que cruzaban la península de árbol en árbol lo ayuden a saltar el estrecho hasta Ceuta o Tetuán.

 

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No tengo duda de que es de justicia la denuncia que se ha cursado contra el diputado Errejón por su presunta agresión. Ya no tan presunta. Saben ustedes que la presunción de inocencia hay que concedérsela hasta al más mediocre y mentiroso de los seres vivientes, aunque sea político y corrupto. Una agresión siempre es muestra de vandalismo y mermada educación. Este niño-pijo ha demostrado la parte de persona que tiene y la parte de animal embrutecido o de bellota. Miserable y borrico a partes iguales. No puede seguir ni un minuto más en la institución que representa a todos los españoles. Esta vez, a ‘Milhouse’ Errejón no lo salva ni su amigo Bart.

 

Ni siquiera el más miserable de los deportistas se niega a un ‘selfie’ con un aficionado o admirador. Menos debería hacerlo un personaje elegido en las urnas, salvo que sea un bastardo llegado a la política desde las pocilgas del chavismo o desde los albañales de las miserias humanas. Un político lo es las 24 horas del día, como lo es un maestro, un médico, un policía o un bombero. “Yo sólo trabajo hasta las diez”, dijo el ‘verraco’ de la Complutense.

 

¡Manda huevos! ¡Qué tropa más miserable forma este comunismo paniaguado! Márchate, gaznápiro, márchate allí donde dices que los venezolanos gastan más porque en el país circula más dinero y comen tres veces al día porque no hay crisis de alimentos. Aunque se sea un cabestro tontiloco, no se puede presumir de cabestro y menos de analfabeto.

 

Autor

Jesús Salamanca Alonso
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