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Hay chistes de palabras y chistes de hechos. Los primeros son los más fáciles de captar,-no hay duda- pero creo que a la gente inteligente le divierte más los segundos. Últimamente me alegra la vida disfrutar de un chascarrillo de la segunda especie –al menos yo lo veo así—como es la actitud graciosísima de los políticos, los periodistas “progresistas” y los tertulianos que, al tiempo que “ningunean” a VOX, se muestran muy preocupados por que el partido de Abascal. Y es que, según ellos, “comienza a dar síntomas de agotamiento”.
Tiene gracia por arrobas ver su corazoncito partido por culpa de dos sentimientos antagónicos: un “mastodóntico desprecio” y un “inmenso cariño compasivo”. Se me han saltado las lágrimas leyendo la angustiosa editorial de un diario nacional– a mi entender muy “pepero”—comentando que “se agranda la crisis en VOX”.
Cuantos me leen conocen mi alergia absoluta a los partidos políticos y a la Democracia partitocrática, lo que no obsta a que tenga muy buenos amigos entre los políticos importantes. Concretamente, el que ha provocado el “editorial” del Diario nacional que comento, es una antiguo compañero de otras trincheras y me he visto tentado de llamarle para intentar aliviar la angustia del periódico, facilitándoles información más directa.
En las Democracias, el humor inteligente, las hace más llevaderas pues los tontos suelen ser graciosos –aunque sea de forma involuntaria y no se enteren de que son fuente de risa–. Con lo cual, por otra parte, esta realidad le da la razón a la Biblia cuando, acabada la Creación, Dios reconoce y proclama que ¡todo era bueno!,
Y ya que hoy la prensa me ha metido en el tema de VOX tocaré algún punto en torno al partido de Abascal. Me refiero a las reacciones de los diferentes grupos que aman, defienden y luchan por España y sus valores, incluida gran parte de la buena gente del PP– “que no conoce su bien partido” y deberían haberse ido hace décadas–.
Para los “fuerzanuevistas”, falangistas, carlistas, etc., Abascal y sus colaboradores evidentemente, no forman parte de “los nuestros”, pero luchan, sí, en el mismo frente, defienden la mayoría de nuestros valores fundamentales y, por eso no le veo sentido a verlos como enemigos ni a menospreciarlos. Tienen virtudes y méritos probados como para tratar de crear con ellos un frente común contra quienes odian a Dios y a España (que son los mismos).
No creo que nadie dude de mis principios e ideales, ni me considere traidor por dar siempre la mano al quienes se enfrenta a mis rivales pues, sus victorias, me producen enorme alegría.
Aprovecharé la ocasión para opinar sobre: el “PP de Feijoo” ante VOX.
Del PP he hablado y escrito lo suficiente para que sea conocida mi opinión pero ahora tenemos un nuevo director de esa orquesta. Y nunca me ha convencido del todo. No lo veo totalmente transparente y encuentro algunas de sus actuaciones un tanto confusas. Concretamente, no sé si cree en la indisoluble unidad de España o ve a nuestra Patria como una posible “federación” de mini-estados independientes con idiomas diferentes e Historias inventadas, ajenas a su realidad bimilenaria.
Es un maestro en disimular perfectamente lo que piensa y, ese proceder me repele absolutamente porque nace del desprecio a quienes creemos en la lealtad y en la claridad. Semejante estilo oscurece el porvenir de España y está en el polo opuesto de la visión joseantoniano de la esencia hispánica.
Nunca me he sumado a quienes encuentran siempre una excusa para impedir que aumente el número de quienes se sumarían a nosotros si imitásemos más al Divino Maestro, que no tenía reparos en comer con publicanos y pecadores y hasta con sus enemigos, los mismísimos os fariseos. Una cosa es ceder en los principios y otra las relaciones sociales.
No solo Cristo, también los grandes hombres que han defendido a España y la Hispanidad han sabido escuchar al adversario y aceptado lo que era lógico mientras se le explicaba sus equivocaciones. Todo el que no es malo, busca la verdad y termina por encontrarla. Únicamente los hombres sin conciencia –o sea, los malos de verdad—se niegan a la aceptación de la Verdad. La inmensa mayoría de quienes viven en el error lo deben “a su ignorancia”, de ahí la importancia y la sabiduría del doble mandato de Jesús a sus Apóstoles: “Enseñad y bautizad”… Sin enseñanza no hay información y, en consecuencia reina la ignorancia. Ni siquiera los hombres premiados con el “Nobel” se libran de la “ignorancia” y, por lo tanto, de malgastar la vida.
¡Qué triste resulta toparse constantemente con la ignorancia cuando es tan fácil ser sabios! Desgraciadamente, la ignorancia es la fuente de la inmensa mayoría de los males de la Humanidad…y por supuesto de la vida Política… El trono de Pedro Sánchez se asienta sobre la ignorancia mastodóntica de los españoles. Un pueblo inteligente e informado nunca habría llegado a tener un zoquete embustero en la Moncloa. ¡Qué inteligente es Lucifer y qué bien dirige la Sinagoga de Satanás!, para vergüenza de quienes hemos arrinconado o perdido la Fe en el Dios Uno y Trino, sabio y omnipotente de nuestros mayores. Pudiendo ser grandes somos la birria.
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
