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12º).- Especial: 20 edificios de Madrid con más de 400 años de historia

https://www.idealista.com/news/inmobiliario/vivienda/2012/09/19/514999-especial-20-edificios-de-madrid-con-mas-de-400-anos-de-historia

13º).- El Rastro de Madrid 

 El Rastro, es un mercado al aire libre, originalmente de objetos de segunda mano, que se monta todas las mañanas de domingos y festivos en un barrio castizo del centro histórico de la capital de España. ​ Nació hacia 1740 en torno al «Matadero de la Villa»,​ ocupando las aceras de la cuesta de Ribera de Curtidores del barrio de Lavapiés, como un mercadillo semi-clandestino de venta de objetos usados (baratillos).​

El Rastro, con más de un cuarto de milenio de existencia, ha ido reglamentando su existencia y actividad comercial.​ Su fama internacional (que le hace estar presente en las guías de viaje sobre Madrid como un atractivo singular), le emparenta con otros mercadillos existentes en diversas ciudades de Europa: Los Encantes en Barcelona, el Waterlooplein de ÁmsterdamPortobello en Londres y el mercado del Porta Portese en Roma. El madrileño superaba los 3.500 puestos en el año 2000.​

Su creación es contemporánea de la de los Cinco Gremios Mayores en Madrid, y fue creciendo a lo largo de los siglos, hasta los 3500 puestos —máximo permitido por las últimas leyes municipales— que tenía en el umbral del siglo xxi.

El Rastro madrileño está documentado desde 1740 como un lugar de encuentro para la venta, cambio y trapicheo de ropas de segunda mano, alternativo al negocio de la venta ambulante.Se formaba alrededor del antiguo matadero, origen de su insospechado nombre.​ «Rastro» era en el siglo xvi sinónimo de carnicería o desolladero. ​

Cuando Felipe II estableció su Corte en Madrid, en el año 1561, la villa no alcanzaba los cien mil habitantes. Desde finales de aquel siglo xvi, las principales calles y plazas de Madrid se vieron invadidas por baratillos (mercados públicos) donde los ropavejeros vendían ropa usada, siendo la Plaza Mayor y la Puerta del Sol los lugares favoritos. La proliferación era tal, que en 29 de marzo de 1599 se prohibió la realización de juntas y baratillos, así como la de vender cosa suya ni ajena, nueva ni vieja, grande ni pequeña, de día y de noche, en ninguna plaza ni calle de toda esta Corte. La prohibición desplazó estos mercados fuera del área metropolitana. ​ La persecución de las autoridades a los baratillos, buhoneros y mujeres encargadas de venta ambulante («barateras»), se extendió hasta bien entrado el siglo xviii. En 1624 y 1626 está documentada la prisión a los barateros de la Puerta del Sol, ordenada desde la Sala de Alcaldes de la Villa. Sin embargo, en la Plaza de Herradores se permitía la existencia de almonedas especializadas en la venta de cosas viejas.

La proliferación de estas pequeñas industrias de cuero, atrajeron otras de curtidores, tejedores, zapateros, sastres, etc. La zona, además del matadero, albergaba dos fábricas, una de salitre y otra de tabaco. La aglomeración de personas atrajo la venta ambulante a estos barrios meridionales. La Plaza denominada del Rastro aparece ya rotulada así en la cartografía de Tomás López en 1757. En 1761 se menciona en los documentos como «Matadero de Carneros del Rastro». Existen sainetes de 1760 que indican la existencia de mercadillos en las cercanías de la «Plaza del Rastro». El Rastro por la Mañana, de Don Ramón de la Cruz describe un conjunto de puestos ambulantes, con cajones de madera en el que se venden productos alimenticios, callos, salchichas y demás casquería, entre los habituales cajones de ropavejeros y vendores de botones. En 1811 el Ayuntamiento, con el objeto de controlar el número de puestos callejeros decide ofrecer licencias a los vendedores del Rastro. Esta situación permitió que algunos vendedores comenzaran a alquilar sus puestos a otros. En 1875 se inauguró el Mercado de la Cebada en los aledaños del rastro, como el mercado cerrado de mayor volumen en Madrid.

14º).- La Posada del Peine (1610)

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El Hotel, Hostal, Posada, más antiguo de Madrid.

Abierta en 1610 como casa de huéspedes por Juan Posada, con más de 400 años de historia este establecimiento ha pasado por diferentes propietarios, ha sufrido remodelaciones, ampliaciones e incluso estuvo cerrada más de 30 años. Se llamó posada del peine como reclamo, como símbolo de distinción dejaban un peine en cada habitación a disposición del cliente, eso si sujeto al lavamanos para que no se “perdiera” en el bolsillo de ningún huésped. Con el tiempo la fama de la posada fue creciendo por lo que nombre perdura hasta nuestros días.

Durante décadas fue el hospedaje de Madrid con más tránsito. Abierta junto a la Casa de Postas, lugar destinado al recambio y descanso de los caballos que seguían los caminos de la correspondencia , lugar también de llegada de carruajes y viajeros, y situada cerca de la Plaza Mayor lugar de comercio, punto estratégico en la villa. A todo esto hay que sumarle que también favoreció el negocio durante años que Madrid como capital del reino tenia por aquel entonces un crecimiento exponencial de la población que provocaba falta de vivienda por lo que muchos ciudadanos vivían en posadas.
Tan bien funcionaba que a finales del siglo XVIII se decide su ampliación, se construye una nueva planta y se anexa una de las casas contiguas cuyo responsable fue el arquitecto real Juan de Villanueva. Se realizan los balcones y se adorna la fachada con alegorías al Dios Hermes para que guarde del viajero.

 

 

Quién sabe si hasta el propio don Quijote no puedo hospedarse en la Posada del Peine, que hoy se ha convertido en el hotel más antiguo de Madrid. Tras varias décadas y abandono, el alojamiento de la calle Postas, luce en la actualidad su mejor versión, reconvertido en un pequeño hotel de lujo desde 2005. Sin duda, es uno de los alojamientos más exclusivos y solicitados por el turismo de lujo que viene a visitar Madrid y las capitales europeas con visas Schengen de Axa-Assistance, para conocer su historia y sus costumbres.

 

15º).- La Posada de la Villa (1642)

No hay posada más madrileña que la de la Villa, situada en pleno centro del Madrid más castizo. Entre Mayor, las Cavas y la calle Toledo ha desafiado al tiempo la Posada de la Villa. Hoy en día dedica su actividad como restaurante, donde degustar un buen cocido o asar lechazos y cochinillos, sin embargo, antaño se situaba en un paso obligado para diligencias y carruajes que pasaban por Madrid, lo que la alzó al éxito como posada para el descanso de comerciantes y foráneos.

16º).- Farmacia León (1700)

Esta farmacia tiene gran relevancia por su antigüedad, pero también por su localización geográfica. Ya hay constancia de ella en 1625, aunque no sería hasta 1700 cuando se puede certificar que su boticario, Pedro Serrano, recibió sepultura en la vecina y desaparecida Iglesia de San Sebastian (actualmente hay una iglesia totalmente reformada por daños). En ese momento se hizo un inventario con el contenido de la botica, donde se encontraron diversos elementos en la cueva y el pozo, donde se elaboraban las fórmulas magistrales.

No fue hasta 1882 cuando la farmacia consiguió dar un impulso. Matías Velasco Baltasar, en el primer tercio del siglo XIX, pasaría la propiedad a José López Girón y Mora, el cual vendió posteriormente la propiedad a Germán Ortega Mateo. Germán fue el encargado de promover la farmacia en 1882 en la Exposición Farmacéutica Nacional. Además instaló un laboratorio dedicado a la fabricación de especialidades farmacéuticas.

17º).- Casa Mira

Fundada en 1855, esta pastelería es un clásico. Nació como una casa de turrones, pero hoy en día elabora todo tipo de postres, siempre de forma artesanal. La tienda en sí es ya una maravilla, con su fachada antigua intacta, las paredes recubiertas de caoba y espejos y el escaparate lleno de apetecibles dulces. Un local de lo más castizo. No te vayas sin probar sus rosquillas de San Isidro.

 

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17º).- La Pajarita

Un clásico imprescindible de Madrid. Nació en 1852 en plena Puerta del Sol, pero fue a finales de los años 60 cuando se desplazó a su actual emplazamiento, en la calle Villanueva. Quien busque buenos bombones y caramelos aquí tiene un lugar donde acertar seguro, con la garantía de conseguir un producto de elaboración artesanal y una calidad fuera de toda duda. Sus envoltorios son toda una seña de identidad, así como sus chocolates con forma, cómo si no, de pajarita. Una delicia que también dispone de tienda online para acercar su buen hacer a cualquier punto de España

18º).- Guitarras Ramírez

Guitarreros desde 1870. Taller fundado en 1882.

Hechas a mano en nuestro taller con la sabiduría que hemos adquirido desde que José Ramírez I empezó en 1870 en el taller de Francisco González. En ellas utilizamos maderas con una antigüedad y secado natural que van desde los 10 hasta los 70 años.

19º).- Mantequería Andrés

Fundada en 1870. Productos artesanos, de la mejor calidad.

Mantequería Andrés es la tienda de ultramarinos más antigua de España. Casi 150 años de actividad comercial avalan el éxito de esta Mantequería. Especializada en tener los productos más artesanos y únicos de calidad superior de todos los rincones de España. Conservas, legumbres, vinos, charcutería selecta, dulces… Un auténtico museo de la gastronomía más exclusiva.

Mantequería Andrés: la más chula y coqueta de todo Madrid

20º).- Antigua Relojería

Fundada en 1880 y reformada en 1939 para la comercialización al público, La Antigua Relojería vende todo tipo de relojes: de pulsera, pared, sobremesa, cuco…, en su mayor parte de origen alemán y suizo. El interior del establecimiento mantiene su cálido ambiente original, con paredes recubiertas de madera, con múltiples relojes de pared y vitrinas con relojes de pulsera. El negocio dispone de su propio taller donde se llevan a cabo todo clase de arreglos

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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