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En su discurso previo al inicio de la invasión de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que “fue un error permitir a las repúblicas dejar la URSS”, una clara referencia a Estonia, Letonia y Lituania, y que muchos han considerado una amenaza. Además, como consecuencia de las políticas de asentamiento de población practicadas sobre todo en el período estalinista, los países bálticos cuentan con población de origen ruso, algo que, históricamente, ha sido la excusa perfecta para iniciar un conflicto. Es más, ya existen narrativas que señalan la discriminación de las minorías rusas en esos países y hablan de “ciudadanos de segunda clase”.

La razón de este artículo es entender el punto de vista de los bálticos ante este discurso del presidente ruso, dos días antes de invadir Ucrania, y conocer cuál es la situación de las minorías rusas. Para ello he formulado estas tres preguntas a miembros destacados de los partidos patriotas en las repúblicas bálticas:

1 ¿Se sienten amenazados por el discurso de Vladimir Putin?

2 ¿Cómo es la situación de la minoría rusa en su país?

3 ¿Existe algún partido político que represente a esa minoría?

Estonia: Eino Rantanen, presidente de la organización juvenil de EKRE (Partido Popular Conservador de Estonia). EKRE es el tercer partido político de Estonia y formó parte de un gobierno de coalición desde abril de 2019 hasta enero de 2021. Pertenece al grupo Identidad y Democracia (ID) en el parlamento europeo.

1 “No creo que nos sintamos más amenazados que antes, ya que este tipo de retórica no es realmente nada nuevo. Rusia ya ha cuestionado muchas veces la legitimidad del Estado estonio y nuestro estatus de independencia. Lo que nos preocupa a los nacionalistas, y a mí personalmente, es el lamentable estado de nuestras capacidades de defensa. Estonia está lamentablemente mal preparada para cualquier escalada de hostilidades con Rusia y depende completamente de nuestros aliados de la OTAN. Esta falta de una capacidad de defensa independiente es, en mi opinión, el aspecto más preocupante de toda esta crisis. Esta guerra fue un shock para todo el mundo en Estonia, incluso para nosotros en el ámbito nacionalista. Rusia no sólo había lanzado una invasión a gran escala de un país extranjero, sino que había atacado a una nación que consideramos un amigo cercano, incluso hermanos. Esto se debe a que nuestros dos países tienen una experiencia histórica compartida al ser súbditos de la Unión Soviética y poseer una fuerte identidad nacional. Además, vemos a Ucrania como un fuerte y natural aliado geopolítico para Estonia, especialmente en lo que respecta al revitalizado proyecto Intermarium (del que nuestros aliados nacionalistas ucranianos son firmes partidarios). En Estonia vemos la lucha del pueblo ucraniano como una lucha por la supervivencia y la autodeterminación, no como la defensa de los “valores occidentales liberal-democráticos”. Nuestra opinión es que sólo debe haber un vencedor en este conflicto: Ucrania, ni el occidente globalista ni el oriente imperialista y sus respectivas esferas (ideológicas). Esperemos que podamos ofrecer una vía alternativa en junto con otros Estados-nación de Europa Central y Oriental”.

2 “Los rusos étnicos representan alrededor del 25% de la población de Estonia. Esto es obviamente un problema dado nuestro agresivo vecino del este. El gobierno ruso nos ha atacado repetidamente con acusaciones infundadas de discriminación hacia la minoría rusa, algo que ha sido un factor importante en el apoyo de Rusia a los estados rebeldes en el este de Ucrania. Muchos de los habitantes de etnia rusa en Estonia se encuentran todavía en el espacio de información ruso (en contraposición al espacio estonio) y esto crea inevitablemente cierta antipatía hacia el pueblo estonio y nuestro Estado y, a la inversa, lealtad hacia Rusia. Así, en caso de enfrentamiento con Rusia, la aparición de quintacolumnistas es, por desgracia, inevitable, y tenemos que estar preparados en consecuencia. Sin embargo, en los últimos años se han producido algunos avances positivos. Un número cada vez mayor de rusos étnicos han visto la disfunción del Estado ruso y han empezado a ver a la Estonia independiente como su patria. Hay una mayor integración y asimilación cultural y lingüística, especialmente entre las generaciones más jóvenes. También se observa un mayor apoyo a un sistema educativo totalmente integrado y unilingüe. Así que, aunque nuestra demografía está lejos de ser ideal, la creciente lealtad de los rusos étnicos hacia el Estado-nación estonio es motivo de un cauto optimismo”.

3 “Durante casi toda su historia, el Partido de Centro de Estonia ha sido el partido al que acuden los rusos étnicos. Por ejemplo, se han opuesto al sistema educativo unilingüe (en lengua estonia) y han sido notablemente tibios a la hora de condenar la agresión rusa. Hasta hace unos días, el Partido del Centro incluso tenía un acuerdo de cooperación con el partido gobernante ruso, Rusia Unida. Aunque no es un partido explícitamente étnico, casi todos los políticos prominentes de habla rusa son del Partido del Centro y su apoyo entre los rusos étnicos es de alrededor del 60%. Sin embargo, este porcentaje ha descendido desde el 80% de hace dos años, ya que cada vez más votantes rusos se decantan por otros partidos, como el nacionalista-conservador EKRE y el liberal Estonia 200. Esto es también es un indicio del cambio de actitud de la población de habla rusa”

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Lituania: Vytautas Sinica, politólogo y vicepresidente del partido Nacionalinis Susivienijimas (Alianza Nacional).

1 “Los estados bálticos fueron los primeros en dejar la Unión Soviética, así que en un modo romántico para nosotros y, ciertamente, para enfado de Moscú, nosotros empezamos el colapso del imperio soviético. Respecto a la amenaza, vivimos constantemente bajo las amenazas y presiones de nuestro vecino y su títere Lukashenko, por lo que no nos ha sorprendido. Esta guerra, si Ucrania sale victoriosa, podría significar lo mismo para Rusia que la salida de los estados bálticos para la URSS. Las repúblicas rusas están unidas por la fuerza y si sienten que Putin es débil comenzarán a irse. No porque estén contra la guerra, a la mayoría no les importa Ucrania, sino porque sienten la debilidad, y ahora mismo incluso aquí podemos sentir la debilidad del Kremlin”.

2 “Los rusos en Lituania representan un 5% y no han sido oprimidos en absoluto, tienen escuelas financiadas por el Estado que enseñan en lengua rusa, no como asignatura, sino como lengua de enseñanza para la mayoría de las materias. También tienen una financiación presupuestaria separada para la vida cultural. La mayoría de las veces se trata de un subproducto de los derechos de los polacos, en Lituania un 6% de la población: los estados se lo dan con gusto a los polacos y luego a los rusos, con no tanto gusto, para evitar la discriminación. Pero está ahí. Ahora, después de la invasión de Ucrania, hay tensiones en la sociedad. El alcalde de Vilnius y otros políticos se dirigieron a la población para que no se produzca ningún incidente”.

3 “Sí, hay dos, pero ninguno llega al parlamento. Ambos son de izquierdas y recuerdan con nostalgia el pasado soviético. Uno es completamente radical y abiertamente proruso, y pide de vez en cuando que Putin establezca la democracia en Lituania. El otro es más moderado, pero aún así no supera el umbral de votos para llegar al parlamento. Los votos rusos se dispersan entre muchos partidos nacionales como el partido del trabajo, los socialdemócratas, el partido de las regiones y otros”.

Letonia: Ritvars Eglājs, secretario de la comisión central electoral, miembro de Nacionālā Apvienība (Alianza Nacional), uno de los partidos que componen la coalición gobernante en Letonia. NA pertenece al grupo de Conservadores y Reformistas (ECR) en el parlamento europeo.

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1 “El discurso de Putin es una amenaza más. Letonia se siente amenazada desde la mañana del 27 de febrero de 2014, cuando Putin inició la ocupación de Crimea. ¿Por qué? Porque, en primer lugar, demostró que Putin se aventura a atacar a otros países con fines imperialistas rusos y, en segundo lugar, somos el siguiente objetivo obvio si Ucrania es conquistada. El discurso de Putin (de hecho, hay dos; aunque aparentemente se grabó al mismo tiempo, uno se emitió el 21 de febrero y otro el 24 de febrero) no es una sorpresa en ese sentido. Lo que importa más que el discurso son sus acciones, es decir, la guerra de exterminio total contra Ucrania. Cualquier ilusión sobre la gravedad de la amenaza fue barrida el 24 de febrero”.

2 “Los rusos y otros no-letones rusificados constituyen un tercio de la población debido a la fuerte colonización durante la ocupación rusa en 1944-89. La mayoría de ellos tienen una mentalidad muy chauvinista, mucho más que los rusos en Rusia. Por ejemplo, el 95% de los que son ciudadanos rusos votaron por Putin en las últimas elecciones de 2018 y el 96,5% de los que son ciudadanos letones votaron para que el ruso fuera el idioma oficial cuando tuvimos el referéndum sobre ese asunto en 2012. Por otro lado, demográficamente se están desvaneciendo. Los letones tienen mejores parámetros demográficos y el porcentaje de nativos aumenta constantemente, a diferencia de lo que ocurre en Europa Occidental. Además, en 2014, ante la perspectiva real del llamado Mundo Ruso, muchos rusos reconocieron que eso significaría la servidumbre para ellos también y dejaron de animar al Kremlin. No obstante, aún hay muchos que consideran la existencia misma de la Letonia independiente como una abominación y una discriminación contra ellos, más aún por el uso de la lengua letona en Letonia”.

3 “Políticamente, el principal partido imperialista ruso en Letonia se llama Armonía, siguiendo la tradición comunista de llamar a las cosas con nombres opuestos e inocentes, así el mayor difusor de mentiras se llamaba La Verdad o la negación de la soberanía de los ucranianos se llama desnazificación. Armonía llegó a tener un acuerdo oficial de cooperación con el partido de Putin, Rusia Unida, que abandonó cuando se volvió demasiado tóxico. Consiguió llegar al poder en la capital de Letonia, Riga, en 2009, ya que Riga está muy rusificada (el porcentaje de letones es sólo del 48%) y gobernó durante 11 años. Este tiempo se hizo tristemente célebre por los escándalos de corrupción que incluso fragmentaron al partido y el líder de Armonía, Nils Ušakovs, se fue a un retiro dorado en el Parlamento Europeo. Allí, y en el parlamento letón, Armonía utiliza la ideología liberal de izquierda: apoya el “matrimonio” gay, vilipendia el nacionalismo y promueve la inmigración del Tercer Mundo para que Letonia y los letones sean débiles y no estén dispuestos a contrarrestar la agresión rusa. No obstante, en los últimos días Ušakovs está demostrando estar del lado ucraniano. Por supuesto, ponerse del lado de Rusia ahora sería un suicidio político para cualquiera que quiera preservar cualquier influencia en el futuro. Además, permítame recordar que Rusia también negó hasta el último momento que iba a atacar a Ucrania y que los políticos rusos en Crimea también juraron lealtad a Ucrania hasta el día de la conquista”.