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Ese fue el Sagrado Lema, cuando era una Nación, algo más, bastante más, pues fue: Respetada, Admirada y Temida.

Ante la imposición de una historia inventada, conviene dejar claro que con lenguas viperinas, venganzas y el pago a los sicarios, la historia se puede transformar a gusto del miserable de turno, pero solo hay que ir a cualquier hemeroteca, cualquier incunable, cualquier documento, para comprobar que las mujerzuelas voceras, son solo eso.

Como continuidad a su gloriosa Historia, se hizo uso dentro de la Enseña Nacional, del Emblema más católico, patriota y fecundo, que en su día fue creado a imagen y semejanza de mi Reina Madre, S.A.R. Excelentísima Señora Dª Ysabel I,  reina de  Castilla y su amado esposo D. Fernando II,  rey de Aragón.

Y cómo no, por sus descendientes. Carlos I y Felipe II

El General Invicto en vida, que solo fue  vencido después de muerto y su cadáver profanado, con sus voceras vengativos, insultando la verdadera historia y la imagen y figura de su EXCELSA figura. Muy propio del comunismo rancio, que en venganza a sus abuelos y padres, que ninguno de ellos ha llegado a conocer, por ser muchos los que se encamaron con su adúlteras madres y de una derechona cómplice,  liberal, masona y traidora

Este Escudo, sin duda, el más maravilloso, preciosista, bellísimo y significativo que ha existido en el mundo, fue elegido por Su Excelencia, el Generalísimo Don Francisco Franco, para que como el mejor Emblema, figurara dentro de la Enseña Nacional, que curiosamente no la inventó él y la que fue enarbolada en la Guerra de Liberación y tantas batallas, ganadas al comunismo y enemigos de la Patria, por la que este Bando Perdedor, se jactaba y enarbolaba la de su amada Rusia, que representaba el comunismo más criminal de la historia, con su Hoz y Martillo, que jamás utilizaron, como herramientas de trabajo, salvo los pobres esclavos y míseros, de los que ellos se beneficiaban, condenándoles a la hambruna y a la miseria diaria, para beneficio propio.

Pues bien, con esa base fundamental de El Águila de San Juan y la representación de los cuarteles que simbolizan los Reinos de León, Castilla, Aragón y Navarra, más la granada abajo del todo, que simboliza, la derrota del Reino Nazarí, a favor de la corona española. Más otros tantos  emblemas significativos, nuestro Caudillo incorporó algunas cosas, pocas, pero ante todo el Lema: “UNA, GRANDE Y LIBRE”

Leyenda del Excelso Escudo:

Escudo del régimen de Franco según modelo creado por Juan Cabanas Erausquin, citado en Andoni Esparza Leibar, Emblemata, 12 (2006), pp. 231-274, ISSN 1137-1056. 252. y descripción del Decreto de 2 de Febrero de 1938 sobre Constitución del Escudo de España, publicado en el Boletín Oficial del Estado del 3 de Febrero de 1938, no. 470:Cuartelado. El primero y el cuarto, cuartelados también: también primero y cuarto de gules, con un castillo de oro almenado con tres almenas, con tres homenajes o torres con tres almenas cada uno, mamposteado de sable y aclarado de azur; segundo y tercero de plata, con un león rampante de gules coronado de oro, linguado y armado de lo mismo. Segundo y tercero, partidos en pal: el primero de oro, con cuatro palos de gules: el segundo, de gules, con una cadena de oro, de la cual arrancan ocho segmentos que se reunen en el centro en una joya, centrada por una esmeralda. Entrado en punta, de plata, con una granada en su color rajada de gules y tallada y hojada con dos hojas de sinople. Coronel de ocho florones (visibles cinco). El todo sobre el águila de San Juan, pasmada, de sable, nimbada de oro, con el pico y las garras de gules: estas armadas de oro. A la derecha de la cola del águila, un yugo de gules, con sus cintas de lo mismo, y a la izquierda un haz de flechas, de gules con sus cintas de lo mismo. En la divisa las palabras «Una» «Grande», «Libre». El todo flanqueado por dos columnas de plata sobre ondas de azur, surmontadas por coronas de oro. En la del lado derecho se enrosca una cinta con la palabre «Plus»; en la del lado izquierdo, otra con la palabra «Ultra».. Este modelo fue el oficial en España hasta 1945.

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Ni fascista ni franquista: el verdadero origen del Águila de San Juan en el escudo de España

Historia de la Bandera del Águila de San Juan

Bajo la influencia del humanista Elio Antonio de Nebrija, el monarca aragonés asumió el yugo, trenzado y anudado por un sólido cordón, para simbolizar su poder y vincular idealmente su figura política a la del mítico Alejandro Magno.

La hora de asignar a cada uno de los cuatro autores de los Evangelios, se ha reservado tradicionalmente el águila para San Juan, ya que su Evangelio está considerado el más significativo, teológico y elevado de todos.

A lo largo de su vida, la muy católica Reina Ysabel, quiso mostrar su predilección por este evangelista incluyendo el símbolo en su heráldica personal, de modo que aquella divisa sería integrada más tarde en el escudo de los Reyes Católicos y, de forma recurrente, en la tradición hispánica.

En su infancia, la joven Isabel leyó con gran interés el Evangelio de Juan y apreció las alusiones al águila a partir de contextos muy conocidos, por ejemplo, en el Apocalipsis (4, 6-8);

«Y enfrente del solio había como un mar transparente de vidrio semejante el cristal; y en medio del espacio en que estaba el trono, y alrededor de él, cuatro animales, llenos de ojos delante y detrás. Era el primer animal parecido al León, y el segundo a un becerro, y el tercer animal tenía cara como de hombre, y el cuarto animal semejante a un águila volando. Cada uno de los cuatro animales tenía seis alas, y por afuera de las alas, y por adentro estaban llenos de ojos: y no reposaban de día y de noche».

El águila nimbada apareció ya en la divisa personal de Isabel, en 1468, cuando solo era princesa heredera, y continuó vinculada a la monarca, a través de la heráldica compartida de los Reyes Católicos. La divisa elegida fue, concretamente, un águila real pasmada, de sable, nimbada de oro, con el pico y las garras de gules y un halo de oro, al que pronto se le incorporó la leyenda «sub umbra alarum tuarum protege nos» («protégenos bajo la sombra de tus alas»). Así está presente en sus monedas de oro desde 1497 y iluminando su Breviario desde 1502.

Su hija pequeña, Catalina de Aragón , se valió del Águila de San Juan para adornar su divisa personal en su etapa inglesa. Como esposa del Príncipe Arturo y luego del Rey Enrique VIII, Catalina empleó de forma reiterada el haz de flechas de su madre y la granada sobre fondo verde (un símbolo tradicional en Castilla, con grandes raíces bíblicas), todo ello sobre un soporte con el Águila de San Juan y el lema «Tanto monta»». A su vez, la hija de Catalina, María Tudor, también Reina de Inglaterra, heredó esta representación en lo que se conoce como badges en Gran Bretaña, cuya tradición por estos símbolos es más arraigada y difundida que en España.

ÁGUILA SAN JUAN

La llegada del maldito, cobarde. malnacido  y traidor de Carlos I de España, rey por la desgracia de Franco, desplazó al Águila de San Juan por otra ave de características parecidas: el Águila imperial. Este era el tradicional blasón de los emperadores germanos pertenecientes a la rama vienesa de la Casa de Austria y de los zares de Rusia que derivan, a su vez, del escudo de los emperadores bizantinos.

El yugo de Fernando; y las flechas de Isabel

Junto al Águila de San Juan, los otros símbolos más emblemáticos de los Reyes Católicos son el yugo y las fechas. El yugo para Fernando, pero representado con la Y inicial de Ysabel; las flechas de Isabel, con la F inicial de Fernando. Un intercambio galante de sus divisas para escenificar la unión dinástica que dio forma a la España moderna.

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Bajo la influencia del humanista Elio Antonio de Nebrija , el monarca aragonés asumió el yugo, trenzado y anudado por un sólido cordón, para simbolizar su poder y vincular idealmente su figura política a la del mítico Alejandro Magno , al más puro estilo del Renacimiento. Concretamente, el yugo hacía referencia a la leyenda del nudo gordiano que el conquistador de la Antigüedad se encontró en la ciudad de Gordión (Anatolia). Según los términos de este mito, Alejandro fue avisado por cierto oráculo de que el hombre que desatara el nudo que sujetaba con un yugo la lanza de un carro del Rey Gordios allí custodiado, sería el dueño de Asia.

Para no perder tiempo, Alejandro cortó con su espada la soga de un tajo a la par que pronunciaba la sentencia « Nihil interest quomodo solvantur » («poco importa el modo de desatarlo»). Tras ello, se dirigió a conquistar Oriente.

El número de flechas que usó en su divisa Isabel osciló, según la ocasión, de cinco a once

Fue probablemente también Nebrija el que, a su retorno de Italia, sugirió la divisa « Tanto Monta », como versión hispánica de la frase de Alejandro Magno. La expresión «poco importa el modo de desatarlo» se adaptó así en España a la abreviada «tanto da cortar como desatar». A la postre, la divisa para definir el reinado de Isabel y Fernando se convirtió en el célebre: «Monta tanto, tanto monta»

Más difícil es ubicar el origen de la divisa de Isabel de las «once flechas atadas por medio», que ya en 1482 aparece vinculado a su figura. A falta de más investigaciones, se relacionan estas flechas con un pasaje clásico protagonizado por el Rey de los escitas. Según un relato recogido por Plutarcoel Rey Sciluro reunió a sus 30 hijos en su lecho de muerte y los retó a que el que fuera capaz de romper un haz de flechas se llevaría su corona. Ninguno lo consiguió, tras lo cual el Rey escita fue tomando una a una las flechas del haz, partiéndolas ante sus ojos, a la par que les manifestaba que «al igual que acontece con tales armas, si permanecían unidos, serían invictos pero si reinaba entre ellos la discordia y la disidencia, serían vulnerables y débiles frente a sus enemigos».

La bandera del Águila de San Juan es una bandera gloriosa’

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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Alberto Mallofré

Perdón: es Juan Carlos I de España, no Carlos I de España. Hay cierta diferencia.

Miguel Sánchez Asenjo

«La llegada del maldito, cobarde. malnacido y traidor de Carlos I de España, rey por la desgracia de Franco, desplazó al Águila de San Juan ..………..»

Aunque exista una omisión, por el error de omitir el nombre de Juan, con estos datos, dificilmente se puede insinuar, que se esté hablando del Emperador Carlos I de España y V de Alemania.

Última edición: 1 año hace por Miguel Sánchez Asenjo
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