28/09/2024 19:15
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Miradas lascivas, manía persecutoria, la demencia de una trepa influye en la cordura de España que soporta estoicamente un circo de destructivos mamarrachos. Ganar las elecciones por pucherazo, encubierto en los tribunales y aceptado por los damnificados, da derecho a imponer las monsergas totalitarias de una paranoica que pretende recuperar la dignidad perdida cuando escaló sin mucha honradez, que se sepa y sospeche, «refrescando» en los pub las ganas abusadoras de mediocres profesores universitarios vendidos a siniestras dictaduras. 

 
¿Para cuándo la denuncia contra la prostitución de las menores tuteladas o la defensa de la mujer bajo evidentes yugos religiosos no cristianos? 
 
Se comprenden las ansias de una cajera impulsada a ministra por esos tejemanejes inconfesables que conoce con guasa el país nuestro bajo el yugo de la imbecilidad elevada a rango de Estado. Quinientos millones en manos de una inútil caprichosa arruina la inteligencia y los recursos que son dilapidados a destajo por una manada de apandadores malintencionados y, lo que es más grave, bobos solemnes por cuanto de aprovechados de las arcas públicas poseen a falta de la honesta dignidad por méritos propios. La saga del miserable Zapatero, el bobo solemne primigenio, continúa con la herencia de corruptelas, abismadas en innumerables chiringuitos, en tanto en cuanto la Justicia siga distraída o coaccionada. 
 
Es comprensible que quien ha conocido con bajeza los sótanos de un tugurio de politicastros bajo la sombra de la sospecha de corrupción moral más aberrante, pretenda disimularse las vergüenzas propias con el cuento de la igualdad en el trabajo para que otras no pasen por lo mismo que tantos beneficios le propiciaron, por cierto, con tan opíparas prebendas. Mientras la España genuina agoniza por la influencia de tanto bastardo de la democracia, con la vida más cara  que nunca, a otros sinvergüenzas les pagan millonariamente las ocurrencias, payasadas, de este despropósito sectario que comanda, ¿la misma que aprovechó miradas lascivas para ganarse el salario de la humillación no solo como mujer sino también como persona? Normal que quiera limpiar el expediente persiguiendo el acoso laboral, a ver si cuela. 

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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