Entre el diagnóstico y el tratamiento. Por Julio Merino

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Esto ya no es un Estado de Derecho serio, esto ya no es una Monarquía seria, esto ya no es una Democracia seria, esto ya no es un Poder Ejecutivo serio, esto ya no es un Poder Legislativo serio, esto ya no es un Poder Judicial serio… ¡Esto es un país que se hunde, esto es un Desastre, esto es una Nación que se parte en naciones, esto es el primer acto de la Dictadura liberal de febrero, un adelanto del segundo acto de la Dictadura comunista de octubre.

Por lo que se lee en la Prensa, por lo que se oye en las cadenas de Radio y por lo que se ve en las Televisiones, en una cosa están de acuerdo todos, todísimos, todísimas, todísemes, todísimis, todísimus… el Rey don Felipe, los empresarios y empresarias, los sindicatos (¿porqué no hay sindicatas?), los trabajadores, las pymes, los autónomos, los comerciantes, (¿porqué no hay comerciantas?), los empleados y empleadas, los agricultores, los jornaleros, las gentes del campo, los mineros, los pescadores y pescadoras, los restauradores, los camareros y camareras, los funcionarios y funcionarias, los jubilados, los pensionistas, los curas, los sacristanes, las monjas, los frailes… ¡TODOS!, todos están de acuerdo en EL DIAGNÓSTICO

España, esta España socialista-comunista-independentista-separatista-filoterrorista-feministoide- es un desastre, un país que se ha dividido, un país sin futuro, que se empobrece a marchas forzadas y se hunde en la miseria… una España que va camino del 36, con las dos Españas frente a frente y sin «consensos», la España roja y azul de siempre y ya también con otro LENIN ESPAÑOL

Don Pedro Sánchez Pérez -Castejón (el biznieto del general franquista Antonio Castejón Espinosa) no es don Francisco Largo Caballero, aquel líder socialista Presidente del PSOE y de la UGT que llevó España a la Guerra Civil, como el «Lenin español», pero es, o quiere ser una copia de aquel que, todo hay que decirlo, en su biografía figura el enfrentamiento que tuvo con el embajador ruso para salvar su honor de español ( » Yo seré presidente de un país pobre, pero aquí mando yo y usted sale ahora mismo de este despacho ¡a la calle!»)… Un Pedro Sánchez que ha hecho divisa de su vida aquella que tuvo el Rey Eteocles griego para alcanzar y mantener el Poder: » A cualquier precio el Poder jamás es caro». Porque caro está pagando haber llegado y mantenerse en el Poder con los votos comprados a los comunistas y demás ralea ya citados.

Este Sánchez que está llevando España a la ruina y a una dictadura cubana-venezolana.

Y hay otra cosa en la que todos (los ya citados y los que se hayan incorporado nuevos) están de acuerdo: en que la solución a todos los males estará en las urnas… todos parecen convencidos y tranquilos porque todo se va a resolver cuando se abran las urnas y salgan triunfantes los moderaditos del «moderado» Núñez Feijóo. ¡cómo si las urnas hiciesen milagros en una Dictadura!… parece como si todos estuviesen esperando «el maná» y la desaparición del okupante de la Moncloa. Aunque a mí no me consta que Dios esté dentro de las urnas.

Pero, no se han dado cuenta, y mucho menos don Alberto, el Rey de los Recursos, que desde hoy al día que convoque las elecciones generales más o menos queda u año y que dejarle un año al señor Sánchez en La Moncloa y con el BOE en sus manos , y teniendo como tiene ya el control del Gobierno, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, de los Ejércitos, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, el Tribunal de Cuentas, la Iglesia, los millones de Europa… y sobre todo el Tribunal Constitucional, la llave que le abre o le cierra la nación entera a su placer, ES UN GRANDÍSIMO PELIGRO, ya que este «delincuente» (y delincuente es el que comete un Delito de Alta Traición a la Patria) puede hacer todos los cambios que necesita, eso sí, «desde la Ley a la Ley» (el Golpe con el que Fernández Miranda le dio la Monarquía a don Juan Carlos y a España la Democracia) para evitar las urnas o salir airoso del milagro del pan y los peces.

Sin embargo, nadie, ninguno de los citados sectores o instituciones han pensado o se han planteado una fórmula para sacar legalmente al «delincuente» de la Moncloa…¡ Y esta es la cuestión! Señores, y si hay un diagnóstico claro ¿por qué no estudiar y buscar «un tratamiento» que pueda curar al enfermo ? ¿Por qué no pedirle a los Fernandez Miranda de hoy (¡Dios¡ ¿habrá alguno?) que nos inventen la fórmula posible para sacar de la Moncloa al delincuente antes de que sea DEMASIADO TARDE, o sea antes de las elecciones?

Les aseguro que éste está siendo el «antídoto» que me he buscado para impedir que se apodere de mi la depresión que me produce ver el espectáculo que están dando los más altos Jueces de la Nación, o lo que sea ya esto. (antes llamado España, como decía mi amigo Fernando Vizcaino)… y en mis sueños despierto o en mis locuras dormido, he pensado estas tres fórmulas:

ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE

1. Que el Fiscal General del Estado acusara al Presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, de Traición a la Patria, amparándose en su pacto con los independentistas que estuvieron y están dispuestos a romper la Unidad de España, la Patria común de todos los españoles y como medida preventiva y cautelar la separación del Gobierno y del Poder y su internamiento en el Monasterio del Paular, por ejemplo, hasta la celebración de un Juicio oral.

(Naturalmente, esta fórmula, que en teoría parece legal, podría ser si el actual Fiscal General no fuese un hombre del posible delincuente).

2. Ser suspendido del ejercicio de sus funciones e internado cautelarmente en el Palacio-Monasterio de Yuste, por ejemplo, a petición de los Presidentes de las Cortes, del Senado, del Constitucional, del Consejo de Estado y del CGPJ por los mismos motivos, los Pactos con los independentistas y la destrucción de la u

Unidad de España en juego, ANTE EL REY.

(Naturalmente, esta fórmula tampoco podría ser, ya que los citados presidentes son personas que le deben el cargo al señor Sánchez).

3. Una petición al Rey del JEMAD, el Consejo de Defensa de Seguridad Nacional basándose en la defensa de la Unidad de España, según les obliga el artículo VIII de la vigente Constitución española.

Y si estas fórmulas no pueden ser seguro que habrá otras que puedan apartar al señor Sánchez del Gobierno y el BOE desde la legalidad, «de la Ley a la Ley sin romper la Ley», y antes de que consiga mantener el Poder otros cuatro años.

Aquí sí que hay que recordar al Hitler de 1931-1933.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.