20/09/2024 08:20
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Cuando este aprendiz de escritor estaba haciendo el bachillerato; el de antes, con sus exámenes orales de Ingreso o de Reválida; Visitó en una excursión colectiva y estudiantil, organizada por el Instituto San Isidro (el más antiguo de España) y en el que cursaba estudios, un importante evento hoy desaparecido. Hablamos de la Feria Internacional del Campo, que desde su creación en 1950, se ubicaba en «la Casa de Campo» de Madrid.

Este evento a mayor gloria de los españoles que con su esfuerzo sacaron a España del agujero económico y social que nos trajo la Guerra Civil de 1936-39; Sirvió de escaparate de lo logrado, pero también se utilizó como intercambiador de productos e ideas, de en definitiva lo que hoy llaman emprendimiento de aquella Patria, que en 1975 disponía de la «Segunda Flota Pesquera» del Mundo, ocupaba la tercera posición en construcción de barcos y en el conjunto de la Industria Mundial, se la situaba en el OCTAVO puesto. Pues bien, en 1970 tuve la suerte de conocer una excepcional Feria que nos trasladaba en propuestas al futuro próximo. Entre otros interesantes pabellones estaba el de la Compañía de Gas «Butano», integrada en el INI.

 

España debía su crecimiento al esfuerzo de los españoles, pero alguien debía dirigir aquello, e indiscutiblemente todos sabemos quien estaba al frente de nuestro salto a la modernidad y a la industrialización Algo que no se planeaba de hoy para el lunes que viene, sino que con años de esfuerzo y trabajo levantó a España. El trabajo a futuro se veía y yo lo volví a ver y entender por enésima vez el jueves pasado. En el pabellón del INI (Instituto Nacional de Industria) se enseñaba un proyecto que se iniciaría el siguiente año y que ya estaba en vías de ponerse en marcha. Era el resultado físico de un acuerdo que el Gobierno de Franco cerraba con el argelino de Houari Boumédiène y, que comportaba para los próximos cincuenta años, es decir hasta el mes de Octubre del 2021, la compra por parte española del gas que necesitaba.

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También, y en aquella ocasión, vimos modelos de barcos especialmente preparados para el traslado de dicho gas desde Argelia a España. Navíos que iban a ser construidos en las gradas de los astilleros de esa España que en breve sería la «octava potencia industrial» del Mundo. Algo que no nos sorprendía, pues el milagro económico español se fraguaba día a día por unos hombres, unos estadistas, no unos políticos, que tan solo buscaban el bien de su Patria y lo obtuvieron.

 

Todo iba bien hasta que el señor González en su calidad de Presidente del Consejo de Ministros tomó la decisión de eliminar los barcos y sustituirlos por un gasoducto atravesando Marruecos. Felipe era amigo de unos y otros, quizás por eso tenga grandes latifundios en América, en Marruecos y en otros lares. Y quizás por no solo lo del gasoducto, sino por otros ruinosos temas decidió que se hiciera atravesando Marruecos, cuando Argelia ofreció la solución de un gasoducto vía marítima a Almería, porque ya existía uno desde Argelia a Italia, sin ningún problema y de mayor longitud.

Y bueno, no sabemos cómo, pero alguien consiguió que se hiciera parte del proyecto de Almeria. En este momento 8.000 millones de metros cúbicos llegan a España y Portugal por ese gasoducto, mientras que por el que día uno ha hecho público el gobierno argelino, que se cerrará en este mes de octubre, llegan más de 10.000 millones de metros cúbicos a España y Portugal.

 

Pero no, se optó por lo fácil, quizás no tan fácil, que el tiempo ha demostrado. También, y eso en los últimos tiempos, hemos descubierto que el contrato de suministro del gas, se les ha debido de perder, porque nadie sabía que era solo por CINCUENTA AÑOS y no para toda la vida. Por lo anterior y deprisa y corriendo, el jueves el ministrillo Albares se fue a Argel a suplicar árnica y los musulmanes, como es habitual en ellos, le dieron una palmadita en la espalda y le dijeron: «Paisa, no hay problema, tu tranquilo». Veinticuatro horas después anuncian que de lo dicho nada y que a partir del 31 de octubre, de momento, nos dejan con el cuarenta por ciento del suministro, es decir lo que viene por Almería, y de los del gasoducto del Magreb, cerrado in hilo tempore; por lo que nos calentamos y cocinaremos con leña y carbón. Vayan ustedes comprando una estufa de leña, para el próximo invierno

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Grande el Estadista y diminutos los politiquillos. Y ahí lo dejo….

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REDACCIÓN