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Hay quien estudia, otros aprenden un oficio, pero el arte de verdad es el de quienes, aun siendo mediocres, carentes de cualificación, méritos y experiencia para el puesto que llegan a ocupar, viven todo el día pendientes de dar la matraca de su palabro , soltándolo aquí, allá y acullá, ya que gracias a él mantiene un holgado modo de vida, sin dar un palo al agua, y un patrimonio creciente.
Son muchos y variados los compadres, amigachas y demás juntiña que viven de tales palabros, jaurías de pícaros y embusteros, chulos de tres al cuarto y chupópteras de arrabal que hacen de sus días una cátedra del engaño y la mentira, pues eso que prometen nunca se alcanzará, ya que sería el fin de su negocio.
Cada palabro, pues, define tanto al jefecillo como a su banda, así como clienteliza, entontece, manipula y fija el voto de un determinado colectivo social que se capta a través de la palabrita de marrás.
Pero veamos algunos ejemplos de los palabros en cuestión:
Género: El género sólo existe en la gramática. En la naturaleza, dado que somos seres vivos, se habla de sexo. Tan mentirosa es esta palabra que la “violencia de género”, esa de la que vive medio país, sólo afecta a los hombres, esto es, al sexo masculino. Luego pretenden confundirnos, cuando lo correcto sería “violencia masculina”. Esto es, hablan de género, pero sólo lo aplican al sexo de los varones ¡Qué arte!
Casta: La casta, la casta…y ahí me tienen al jefecillo de este grupo que en pocos años pasa de un piso humilde de Vallecas a un chaletón de lujo en Galapagar. Entonces, ¿quién es la casta, artista?
Facha: Facha es quien pretende ser libre y no vivir a costa del Estado soial-indepe-comunista, el emprendedor, el librepensante… Y como ahora la clase media se ha popularizado, mucha gente, que en realidad es facha, porque le sobra el dinero y nada tiene que ver con el proletariado de antaño, llama facha a la otra media. Sin duda faltan espejos para que tales fantasmas se vean como en realidad son fantasmas fachas.
Iguadad: A este palabro le ponen un Ministerio y una Menestra. Ambos se llaman de Igualdad, pero en su quehacer diario fomentan la desigualdad, ya que hacen leyes a favor de las mujeres y en contra del hombre y los hijos del hombre ¿Dónde está la igualdad? ¡Qué arte!
Sociedad del Bienestar: “¡Hay que subir los impuestos para mejorar la sociedad del bienestar!” En realidad, desde que entró Felipe González, esa producción excesiva a costa de la clase media viene favoreciendo el robo y el clientelismo en vez de repercutir en las mejoras sociales. Te cobran 10, te devuelven 1 y por el camino se pierden 9.
Violencia política: Este palabro es de nueva aparición y se aplica cuando el adversario me dice algo obvio, de dominio público, pero que el sujeto o sujeto afectado no quiere escuchar. No obstante, bien puede servir el término para definir aquellos políticos a los que todo vale, incluso legalizar la sedición al objeto de seguir figurando en la escena política, aunque sólo sea por unos meses más, justo hasta las Elecciones Generales.
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Bien
Pues no pìques y no utilies el lexico de los picapedreros ideológicos comunistas