22/11/2024 05:44
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Hay una mayoría, que crece cada día, que considera que el mentiroso Presidente Sánchez embarcó a España por un mal camino al unirse, para lograr ser investido, con todos aquellos enemigos de España, de la paz y del progreso. Engañó al electorado al incumplir todas sus rotundas promesas, hechas durante su campaña electoral, de que nunca iba a gobernar con separatistas, terroristas ni comunistas. Ahí está cediendo ante todos ellos y llevando a España camino del abismo. Se necesita por tanto una amplia oposición firme y democrática. Hoy por hoy no cabe contar con el antaño partido socialista español cuyo aparato está vendido a Sánchez. La alternativa es la derecha, pero ese término no tiene ningún contenido en sí mismo.

El presidente Aznar, en su intervención este sábado 30 de enero, en la campaña de Mañueco para las próximas elecciones en Castilla-León, dijo que cuando se dice que son un paso para llegar a la Moncloa, la pregunta que hay que hacerse es “llegar ¿para qué?”. Tiene toda la razón. Los españoles lo que quieren es que los políticos hagan una España más solidaria, unida, con una economía pujante, con pleno empleo, acompañada de políticas sociales que compensen las desigualdades y las circunstancias tales como desempleo, dependencia y otras. Ante ello la respuesta de Casado, ambigua e imprecisa, ha sido la de decir que el proyecto del PP es “que los españoles puedan hacer de verdad su proyecto” pero ¿en qué consiste el proyecto de Casado?

¿Qué propone Casado ante los constantes y crecientes desafíos de la Generalidad de Cataluña que quiere romper España y constituir los Países Catalanes que incluirían el Levante, hasta Murcia, y las Baleares? ¿Propone utilizar los instrumentos constitucionales, empezando por el 155 y el 150.3? ¿Pretende armonizar el rompecabezas de las Autonomías para que los ciudadanos nos podamos sentir iguales en todas las partes de España? ¿Quiere garantizar a las empresas la unidad de mercado en toda España? ¿Va a seguir permitiendo que a los catalanes castellano parlantes se les siga discriminando? ¿Va a derogar las leyes de Memoria Histórica, ya hay varias, y retornar al espíritu de reconciliación de la Transición? ¿Va a adoptar las medidas necesarias en la ley electoral para evitar la fragmentación partidista que impide liderazgos fuertes a nivel nacional, autonómico y local? ¿Va a centralizar competencias del Estado como la educación para resaltar la Nación española, tal y como se la cita en el preámbulo constitucional y en el art.2? ¿Va a tomar medidas para ordenar la inmigración, cosa que todo país serio hace? ¿Va a seguir permitiendo adoctrinamientos históricos e ideológicos que van en contra de las libertades, en particular de la libertad de opinión? ¿Va a proponer políticas públicas, como la reforestación y otras que generan empleo, contrarrestan la España Vaciada y mejoran el medioambiente? ¿Va a ayudar a que los españoles tengamos conciencia como nación y que a la vez nos sintamos solidarios con los países de Iberoamérica, con los países europeos y con el resto del mundo? ¿Se plantea que España pueda llegar a ser un país que pueda ser un referente mundial por su concordia, su progreso y su solidaridad?

Lamentablemente, ante todo este tipo de cuestiones concretas, Casado no responde y se contenta con decir que es un reformista. Prefiere “no tensionar” cuando lo que el pueblo le pide es claridad y propuestas concretas que nos den ilusión como nación solidaria, en la que cabe plenamente el respeto y la diferencia cultural dentro de la Nación española. Su única propuesta es “no fracturar el voto” “todo lo que no es PP beneficia a Sánchez” “No se puede unir España desuniendo el voto en el espacio electoral donde estamos los que queremos unir España”. Mire sr. Casado, la unidad de España está en el artículo 2, pero para mantenerla y consolidarla, debemos unirnos ante quien tenga propuestas concretas. ¿Las tiene Ud.? ¿Por qué su partido solo cuenta con dos diputados autonómicos en Cataluña frente a los 11 de VOX? ¿Dónde están sus propuestas?

Aznar en la reunión del sábado 30, dijo provocando, en unos, escándalo y, en otros, esperanza, Casado “es un líder débil, un líder sin proyecto, que antepone sus intereses personales a los intereses de los ciudadanos… y esa es la realidad” y añadió “Se gana para construir, integrar, no fraccionar»; «construir es liderar”.

Es urgente que el PP empiece a rectificar en profundidad, lo que incluye repensar quién es el líder que deberá encabezarlo en las próximas generales. Si no lo hace tomará el camino del partido naranja. Aún está a tiempo de evitar llevar a España al borde del abismo. Ya se sabe que “quien se mueve no sale en la foto” pero ¿acaso no merece España que se asuman riesgos?

Autor

REDACCIÓN