22/11/2024 01:29
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Publicamos hoy la parte final del “informe” sobre el “stress” que hemos venido publicando en los últimos días… y alertamos a los lectores que hayan leído lo ya publicado que esta parte está pensada para los pacientes más interesados en saber todo sobre lo que sin ser una enfermedad “es madre de todas las enfermedades”. 

Pero, yo creo que es bueno que esas personas que sufren o padecen de jaquecas, ansiedad, depresión, insomnio, pesimismo, etc. sepan que hay dos “stress”: el bueno y el malo, aunque eso sí, según el profesor Selye, el descubridor, el mejor remedio no son los medicamentos sino “antídotos naturales” . Es fundamental que el paciente se encuentre dentro de sí mismo la causa del mal. Un disgusto tapado sin resolver, una herida mal curada, la quiebra de la confianza en sí mismo o en las personas queridas pueden ser causa malignas. Ahora pasen y lean y no se sorprendan que de los aparatos de los que aquí se habla son los que deben tener los profesionales de la psicología.

La relajación es fundamental 

Prevención y tratamiento del stress   

EL hombre siempre se ha enfrentado al stress con distintos métodos. La huida o la agresión son los mecanismos más primitivos de afrontamiento de una situación estresante. En la actualidad son los remedios paliativos, como el alcohol o los ansiolíticos, el «remedio» más utilizado. Pero tomar un medicamento, por ejemplo el Diacepán, no es una forma benigna ni conveniente de superar nada. Las investigaciones más recientes indican que un efecto colateral de esta medicación es la dificultad de dejarla. La psicoterapia clásica, basada normalmente en la información que el propio sujeto da acerca de su estado, carece de la objetividad deseada en su evaluación. Además, el proceso es normalmente largo y sus efectos difícilmente se mantienen a lo largo del tiempo. Existe un método que, sin los efectos colaterales apuntados, incide directamente sobre el mecanismo fisiológico del stress. Se trata de las técnicas de BIOFEEDBACK. Desarrollado en los Estados Unidos, el Biofeedback constituye en la actualidad el tratamiento de elección para los problemas relacionados con el stress.

¿Qué es el Biofeedback?  

PUEDE definirse el Biofeedback (BF) como el empleo de instrumentos monitores para detectar y amplificar procesos fisiológicos internos, con objeto de poner a disposición del sujeto esta información ordinariamente fuera de su alcance, haciendo posible de este modo su control o modificación. El objetivo es, pues, el autocontrol de procesos fisiológicos (sudoración, presión sanguínea, tensión muscular, ondas cerebrales…), de forma que si estamos en un estado de stress (distress), cortamos el «círculo vicioso» de las respuestas exageradas del organismo a una agresión del medio, con lo que desaparece el stress. O bien nos pertrechamos de unas habilidades que ante una posible situación stresante nos capacitan para que esa descarga no se produzca y, por consiguiente, que no represente un peligro para nuestra salud, tanto física como psíquica. La originalidad del método reside en el hecho de que el paciente se convierte en su propio terapeuta. Él mismo dirige su tratamiento. Sus características principales serían: la facilidad de aprendizaje de su uso, la rapidez de los resultados y sus efectos medibles y tangibles.

  

El procedimiento de Biofeedback: autocontrol y equilibrio biológico  

TÉCNICAMENTE, el procedimiento es simple. Se trata de recoger una actividad del organismo (temperatura cutánea, transpiración, tensión muscular, ritmo cardíaco…) por medio de electrodos colocados en la piel y que van unidos a un aparato que registra esa actividad, la codifica, la amplifica, la convierte y la reexpide a una pantalla en forma de señales luminosas y sonoras directamente visibles por el paciente, audibles y mensurables. La señal del BF permite el aprendizaje de las respuestas que constituyen reacciones de nuestro cuerpo al stress. Así podemos aprender a reconocer y a diferenciar el estado de relajación y el de tensión. El objetivo final es que lleguemos a un alto grado de dominio y de control de nosotros mismos y de nuestras reacciones al stress, a mantener ese control en ausencia de la señal del BF, es decir, sin tener que utilizar el aparato, y eso gracias a una utilización de la señal cada vez más espaciada en el tiempo. Entonces, ¿autocontrolando las manifestaciones orgánicas (aumento de la tasa cardíaca, sudoración, tensión muscular, ondas cerebrales…) controlaremos el stress? Efectivamente, así es. 

 

La señal del BF le permite recibir una información materializada sobre sus propias funciones fisiológicas (temperatura, transpiración, ritmo cardíaco, tensión muscular) y, por consiguiente, adquirir conciencia de ellas y controlar aprendiendo las respuestas que hay que aportar a las reacciones de nuestro cuerpo al stress.
El aprendizaje, consciente del autocontrol retroactivo, se integra a la superconciencia que domina sus reacciones voluntarias y reflejas.

  

Aprendiendo, a través de la señal que amplifica el BF (y que de otro modo no es posible percibir), a controlar esas manifestaciones orgánicas del stress conseguiremos «frenar» (o, en su caso, impediremos que se desencadene) el proceso de descarga nerviosa y hormonal que hemos descrito antes; el mensaje que recibirá entonces el cerebro será de relajación, de control, de calma, con lo cual no habrá un «disparo» masivo de adrenalina en la sangre. El organismo estará en homeostasis, en equilibrio, sin stress 

La ansiedad o la depresión también puede medirse como la fiebre

 

Aplicaciones del Biofeedback: Técnicas y habilidades        

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Biofeedbak electromiográfico 

(BF-EMG)  

LA finalidad del aprendizaje con el electromiógrafo es alcanzar una discriminación muy exacta entre el estado de tensión y el estado de distensión muscular, hasta el punto de percibir la menor tensión, incluso la actividad de un músculo en reposo, sin ayuda del aparato. Este aprendizaje sólo es posible gracias a la señal luminosa o sonora transmitida y amplificada por el BF, que reexpide al sujeto la información recibida y percibida a nivel del músculo experimentado por medio de tres electrodos (de los que uno es neutro) colocados en el músculo y conectados al aparato. La actividad muscular es convertida y registrada en microvoltios directamente legibles en un contador. Pero la actividad muscular es también audible y visible gracias a su conversión en señales luminosas y sonoras. El paciente mismo controla materialmente su sesión de aprendizaje y la evolución de su actividad muscular, es decir, de su tensión muscular, cosa que no se puede lograr con los otros métodos de relajación. Esta información externa, materializada y muy sensible, recibida por el sujeto, se parece a la información interna transmitida directamente en el organismo por las vías propioceptivas (de la sensibilidad muscular) del músculo al cerebro.  

El BF-EMG objetiviza los estados de stress crónicos y sus múltiples manifestaciones sintomáticas. En efecto, la mayor parte de los trastornos psicomáticos, los estados neuróticos, la ansiedad, la angustia, la frustración y la tensión nerviosa van acompañados casi siempre de una tensión muscular exagerada, fácilmente detectable y mensurable por el BF-EMG y, por consiguiente, accesible al dominio y reductible.

  

Biofeedback de la temperatura cutánea  

EMPLEA el mismo principio del control voluntario referido en este caso a la temperatura cutánea, tomada al nivel del dedo por medio de un electrodo conectado al aparato. Este convierte la temperatura en una señal cifrada, luminosa y sonora devuelta al paciente, que es directamente informado de forma simultánea del estado de su temperatura cutánea. El aprendizaje consiste también aquí en modificar voluntariamente por un proceso mental el grado de la temperatura cutánea. La temperatura de la piel, que varía normalmente entre 34 y 38 grados C, es tanto más baja cuanto más sometida a stress esté la persona. Hay stress cuando se sitúa entre 24 y 22 grados C. El BF de la temperatura cutánea puede utilizarse en todos los trastornos de origen vascular. 

Un exceso de stress se traduce en un aumento de la tensión muscular, medida en microvoltios, un descenso de la temperatura cutánea y una acentuación de la transpiración. Por encima de 10 microvoltios, el sujeto sometido a prueba está ciertamente sometido a stress y muscularmente tenso. Entre 5 y 10 microvoltios, la sensibilidad al stress es muy probable.  

Biofeedback de la conductancia eléctrica de la piel (CEP-BF)  

LA transpiración es una señal de stress unida a la actividad simpática. Es también reductible y controlable por la técnica BF. El procedimiento siempre es el mismo. El aprendizaje consiste en controlar la señal transmitida por el aparato conectada a la mano que transpira por una empuñadura y tres electrodos. También aquí la información sobre el grado de humedad se transmite directamente al sujeto por medio de una señal sonora. Simultáneamente la lectura se hace sobre un cuadro de registro, cuyas variaciones de la aguja traducen la evolución de la sudación y, más generalmente, la de las reacciones al stress. Controlar la transpiración es controlar el grado de humedad y la cantidad de sales en la piel. Al haber más sales, la conductibilidad de la piel aumenta, y en caso contrario disminuye. Aprender a cambiar la transpiración de la piel es aprender a dominar el sistema nervioso vegetativo.  

¡Es nada menos que convertir en voluntario el sistema nervioso autónomo! 

  

Biofeedback de las ondas cerebrales (EEG-BF)  

LA mente humana, esa maravillosa «computadora», funciona de manera exacta, siguiendo unas leyes. ¿Qué es exactamente la mente?, cómo funciona?, ¿por qué se estropea?, ¿se puede reparar o mejorar?, si un piloto supiera tan poco sobre pilotar como la mayoría de las personas saben acerca de sus mentes, se estrellaría. Y eso es lo que muchos de nuestros amigos hacen. En sus carreras, en el consumo de drogas y alcohol, en sus relaciones sexuales… Todos tenemos una alternativa, podemos esperar a estrellarnos y que alguien a nuestro alrededor nos arregle y nos ponga a pilotar de nuevo, o podemos aprender cómo funciona nuestra mente, convertirnos en pilotos expertos y estar en control de nuestra mente y nuestra vida. El aprendizaje consiste en controlar la falta o el exceso de una categoría de ondas cerebrales y corregirlas para modificar un comportamiento o un trastorno psicológico correspondiente. 

 

Las ondas cerebrales

 

Las ondas alfatienen una periodicidad de 9 a 12 hertz (ciclo/segundo). Traducen la actividad de un cerebro distendido y despierto aparte de toda emoción no habitual. El predominio de ondas alfa sobre un trazado EEG se encuentra en los estados de calma, de distensión, de felicidad interior y en los estados de meditación (yoga, meditación trascendental, zen…) y de concentración.
Las ondas beta, al contrario, son ondas rápidas. Su frecuencia se sitúa entre 13 a 40 hertz. Van acompañadas de estados de vigilia activa y las actividades mentales que exigen una concentración. Aparecen igualmente en los estados de ansiedad y de temor.
Las ondas theta, de 3 a 8 hertz de frecuencia, se hacen presentes en estados de somnolencia y en labores memorísticas.
Las ondas delta, frecuencia de 0,5 a 3 hertz, están presentes en estados avanzados del sueño. La presencia de ondas alfa y la ausencia de ondas beta corresponde a estados de relajación, mientras que la débil presencia de ondas alfa y la presencia de ondas beta corresponde a un estado de ansiedad y de tensión nerviosa. 

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El tratamiento de la hipertensión arterial  

EL BF da excelentes resultados en el tratamiento de la hipertensión arterial, llamada esencial o idiopática. Esta enfermedad es una expresión característica del stress crónico, responsable de una hipersimpaticotonía con descarga crónica de adrenalina y por consiguiente de la vasoconstricción y de la hipertensión arterial. 

Los mejores resultados se obtienen por la combinación de varias técnicas sucesivas, combinadas y periódicas, de relajación: ejercicios de relajación muscular (relajación progresiva), BF de la presión sanguínea, BF de la temperatura…

  

En todos los casos los pacientes han reducido por lo menos en un 50 por 100 el consumo de hipotensores y sus cifras tensionales hasta unos límites satisfactorios. Además, esos sujetos se encontraban mejor distendidos y acusaban un mejor dominio de sus reacciones de stress.

 

 

 

El ejecutivo no puede huir de su responsabilidad profesional. Cuando trabaja en un estado de stress, está nervioso, va de un lado a otro, cambia los objetos de su mesa de lugar, se «bloquea» a la hora de tomar decisiones. En tal estado, su cerebro está produciendo ondas beta. Es preciso, por eso, aprender a producir ondas alfa y, con ello, un estado de relajación, de bienestar y de inspiración científica (y poética).

 

Stress y envejecimiento prematuro 

 

EL stress equivale a un fenómeno de desgaste del organismo, por lo que es fácil deducir que el desgaste es tanto más importante y precoz cuando las dosis de stress son más fuertes o frecuentes. La edad de «las arterias» no equivale necesariamente a la edad cronológica, un hombre de cuarenta años puede parecer (en realidad será) físicamente como de cincuenta. El stress deja una «cicatriz» física indeleble que es resultado de la acumulación de residuos metabólicos provocados por el stress. La acumulación de estos residuos favorece la pérdida de elasticidad, el endurecimiento y el envejecimiento de los tejidos. Los residuos de colesterol, de ácidos grasos y de calcio que son movilizados por el estado de stress producen endurecimiento de las arterias y reventones de los pequeños vasos capilares, que provocan secundariamente unas necrosis y unas pérdidas de sustancias localizadas. Aunque en los últimos tiempos la esperanza de vida se ha alargado en años, son, sin embargo, hoy más frecuentes las enfermedades degenerativas debidas al envejecimiento prematuro: arteriosclerosis, artrosis, osteoporosis…, enfermedades que son responsables de una mortalidad a tener en cuenta.

 

Tratamiento de las jaquecas y de los dolores de cabeza 

 

SU terapéutica utiliza tanto el BF-EMG como el de la temperatura cutánea o de la vasodilatación de la arteria temporal. Cada procedimiento trata de combatir el factor que con más frecuencia es responsable de los dolores de cabeza y de la jaqueca, es decir, la tensión de los músculos de la cabeza y del cuello provocada por la ansiedad y el stress o la vasodilatación de las arterias extracraneales responsables de la hipervascularización y del aumento de calor del hemicráneo y del punto doloroso. Cada tipo de BF ha dado resultados muy satisfactorios. El BF es eficaz cuando los dolores de cabeza tienen causas psicológicas, cuando son debidos a la contracción muscular provocada por el stress, cuando el origen es vascular y va acompañado de una tensión muscular secundaria. La reducción de la jaqueca y de los dolores de cabeza se obtiene por la mayor parte de los pacientes tratados. Su frecuencia, al final del aprendizaje, pasa de seis a siete dolores por semana a menos de un par semanales. El alivio del síntoma se mantiene después de la interrupción del BF porque permite una reducción del nivel de tensión del músculo frontal. El BF de la temperatura reposa en el principio de la transferencia del calor de la frente dolorida a la mano para oponerse a la vasodilatación por una vasoconstricción de las arterias extracraneales.

 

     El alivio se logra en la gran mayoría de los casos.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.