06/05/2024 04:46
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Desde el inicio de la PLANDEMIA, muy crítico. Contra el consumado liberticidio bajo falso pretexto sanitario. Y, últimamente, contra las genocidas timovacunas. Recordemos que el año pasado el doctor Noack tuvo el insólito arrojo de brindar consejos de salud sobre tratamientos naturales no químicos ni farmacológicos, cuando irrumpieron maderos germanos para prohibir la transmisión en directo. Fue inmediatamente arrestado. Nada nuevo bajo el Sol: FARMAFIA y  lacaya Gestapo/Stasi brutalmente represora. Y opresiva.

Califica de «ruleta rusa» al veneno transgénico y…jaque mate

El científico asesinado, especialista en carbón activado, aseveraba que se encontró derivados del grafeno en todas las timovacunas estudiadas. Y nos recordaba que el óxido de grafeno forma estructuras en el torrente sanguíneo de aproximadamente 50 nm de ancho y 0,1 nm de espesor. Son muy delgadas, pero extremadamente sólidas. Actúan como pequeñas hojas de afeitar pudiendo perfectamente cortar los vasos capilares dentro del torrente sanguíneo. No se descomponen. Una vez en el torrente sanguíneo, estarán allí para toda la eternidad (a menos que la persona reciba oportuna transfusión de sangre para eliminarlos).

Y su efecto sobre los vasos sanguíneos es, obvio, turbiamente acumulativo. Cuanto más tiempo permanezcan en el turbión sanguíneo, más daño se producirá en los vasos sanguíneos con el transcurrir del tiempo. Esto creará, ineludiblemente, serios  problemas de hemorragias internas en todo el cuerpo.

Apretada síntesis: afirmaba Noack que las mortíferas nanopartículas de grafeno actuán a modo de cuchillas a escala nanométrica que permanecen en el cuerpo para siempre y no son, en ningún momento, degradables. Seccionan los vasos sanguíneos. Por eso acontecen, según Noack, todas las enfermedades cardiovasculares que estamos viendo en los postreros meses. En adolescentes y jóvenes. Y más allá de esas calendas.

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Saludable discrepancia con Pablo Campra Madrid

En relación al estudio del doctor Campra, del que les he hablado en más de una ocasión, Noack afirmaba que el tóxico hallado en los viales de las timovacunas no era exactamente óxido de grafeno, sino hidróxido de grafeno. A tal escala nanométrica puede ser descrito cual cuchillas no descomponibles biológicamente. «Es una ruleta rusa, corta los vasos sanguíneos. Si inyectas la vacuna en vena las navajas circularán en la sangre y cortarán el epitelio«. Añadiendo que «si se realiza una autopsia a las víctimas no se encontrará nada. Las cuchillas fluyen en la sangre, por eso los atletas sanos caen muertos. La gente colapsa y tiene convulsiones después de la vacunación. Tuvieron mala suerte en la ruleta rusa».

Y prodigioso remate. «Y ahora quieren vacunar a los niños. La vacuna no está aprobada y ya la inyectan. ¿Crees que un pediatra sabe lo que es el óxido de grafeno? Urge un debate científico. La teoría del ARN mensajero es una desviación, una distracción. Como especialista en carbono afirmo que las personas no pueden colapsar por el ARN mensajero”.

Descanse En Paz

Andreas Noack tuvo claro que después de saber esto, cualquiera que siga inyectando semejante mierda en dentro del cuerpo de cada personal es un asesino. Yo también lo creo. Descanse En Paz. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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