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Solo una frase salvó la “farsa” montada por los Partidos

Pues, lo pienso y lo digo. La fórmula del debate (6 eran 6) no era buena, más bien torpe, malísima, porque obligaba, obliga a los contendientes a cuidar a un tiempo distintos frentes y eso no solo les nubla la mente sino que distrae la atención del oyente.

Es como si en una corrida de toros toreasen al mismo tiempo, 6 toreros. ¿Qué haría el pobre toro teniendo que acudir a 6 capotes? Ni chicha ni limoná.

Por tanto, creo que lo primero que habría que hacer sería cambiar el modelo de debate… y yo con la humildad de mis 82 años, sugiero a los organizadores que copien el sistema de la liga de campeones de Europa, en la que hay dos fases muy claras: una primera, que se juega en forma de liguilla y otra que se  juega en forma de eliminación. En este caso, al ser 6, podrían formarse tres equipos de dos para que jugasen una liguilla y solo quedasen 4. En la segunda fase jugarían 2 contra 2 y ya quedarían 2, que serían los que jugasen la final (bueno algo parecido es lo que hace Francia).

Pero, de todos modos la mediocridad del debate la salvó una frase, solo una frase, que yo anoté para que no se me olvide. La dijo la bella Macarena, sí, la de VOX la que, según los “demócratas de toda la vida” y los “rojos de ayer y de hoy”, al parecer, desayuna cada mañana comiéndose un niño, dos feministas al medio día y, ya borracha, se toma la última copa con doña Irene… y ella será la que  si la autoridad y el tiempo no lo impide va a ser Presidenta o Vicepresidenta de Andalucía los próximo 4 años (doña Macarena, por supuesto). Fue esta frase:

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“El hombre no viola, viola un violador.

El hombre no maltrata, maltrata un maltratador.

El hombre no humilla, humilla un cobarde.

Como madre, como hija, como hermana, como política, como española y como candidata a la Presidencia de Andalucía afirmo que la violencia no tiene género”.

Señores, fuera gorros. Les aseguro que esto no se le puede ocurrir a una exaltada como la de Cádiz o a un cobardica como el de San Telmo.

También anoté en mi cuaderno de notas lo que le dijo a la señora Rodríguez:

“Sus insultos, señora Rodríguez, son galones que pongo en mi pecho, porque vengo aquí con hambre de prosperidad y protección para los andaluces y les aseguro que me pondré delante de ellos para protegerles de ustedes”

Y doña Macarena acabó diciendo: “Que nadie se llame a engaño si yo, si mi Partido, si VOX llega a la Presidencia, todas las leyes ideológicas y sextarias que han aprobado los señores de la Izquierda con el silencio de los “cobardicas” de Génova  yo y mi Partido las derogaremos en cuanto entremos en San Telmo”.

Sin embargo, y esto lo digo ya de mi cosecha, me sorprendió que no se hablase para nada de la sentencia que se está viendo estos días en el Supremo sobre los ERE y el robo histórico de los 680 millones que se robaron o se gastaron los socialistas durante los 37 años de su expolio. Yo hubiera dicho:

“Los hombres que “roban” a un pueblo no pueden irse de rositas mientras haya cárceles.

Los hombres que se inventaron los “chiringuitos” (PSOE) y los que ayudaron a mantenerlos, no pueden estar en política. En una Democracia asentada y seria no puede haber “chiringuitos”. Por eso, hay que hacer un monumento a la Juez Alaya.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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