22/11/2024 07:29
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La diabólica agenda mundial para timovacunar a toda la peña del mundo mundial llegará, tarde o temprano, a los platos de comida. “Vacunas comestibles”, pues. Un equipo de científicos de la Universidad de California, en Riverside, está estudiando la manera de transformar los supermercados y tiendas de comestibles en expendedores de timovacunas de ARN mensajero. Con el fin de combatir la «indecisión ante la vacuna» entre la población, se quieren introducir las proteínas espigas del presunto nuevo coronavirus [proteína Spike] en todos los alimentos que podamos llegar a engullir en un futuro. O presente.

Bill Gates, como siempre, detrás

Tal experimentación podría dar lugar a un nuevo modelo de timovacunación que daría pie a que la FARMAFIA tuviese un completo control sobre la cadena de suministro de alimentos, alterando genéticamente los alimentos para anegar a la población mundial con más proteínas espigas (Spike) coaguladoras del torrente sanguíneo.

¿Será ésta la razón por la que Bill Gates, grandísimo “filántropo” e inversor en transgénicos y vacunas (además de letal geoingeniería) está comprando tierras de cultivo en todo Estados Unidos? ¿Todas las timovacunas actuales y los cientos de futuros experimentos de vacunas se harán a través del suministro de alimentos? Veamos.

Modificando genéticamente los alimentos, “vacunar” a la población

Es probable que el devenir de las guerras biológicas y la experimentación humana se realice próximamente a través del suministro de alimentos Todo tan “inocuo”: modificando el citoplasma de las plantas comestibles, se introducirían toxinas de proteínas espigas extrañas  en los alimentos.

Estos científicos que se dedican a la timoKaKunación ya están experimentando con plantas de lechuga y espinacas para desarrollar una nueva especie de vegetal que pueda timovacunar a la gente con más frecuencia y de forma menos invasiva. Estas nuevas variedades de hortalizas también pueden cultivarse en casa. Se trabaja una forma de cuantificar la dosis exacta de proteínas espigas en una planta, al tiempo que demuestran que la planta puede replicar suficiente ARN mensajero.

Giraldo, Caligari

«Lo ideal sería que una sola planta produjera suficiente ARN mensajero para vacunar a una sola persona», dijo Juan Pablo Giraldo, investigador principal y profesor asociado del Departamento de Botánica y Ciencias Vegetales de la Universidad de California. «Estamos probando este enfoque con espinacas y lechugas y tenemos el objetivo a largo plazo de que la gente lo cultive en sus propios jardines», añadió. «Los agricultores también podrían llegar a cultivar campos enteros». Lo de siempre: lechugas, espinacas, seres humanos…

…Giraldo se esfuerza por demostrar que las timovacunas de ADN que contienen ARN mensajero pueden integrarse con éxito en las células vegetales. Para ello, se pretende alterar el cloroplasto de la célula vegetal. El cloroplasto absorbe la energía del sol y la convierte en azúcar y otras moléculas que la planta exigen para crecer. Se pretende interferir en este proceso natural e “instruir” al citoplasma para que genere proteínas espigas y otras moléculas extrañas que puedan introducirse como antígenos en los seres humanos.

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El equipo de Giraldo ya habría demostrado que el cloroplasto es capaz de expresar genes extraños que no forman parte del diseño natural de la planta. Esta modificación genética se logró encerrando material genético extraño en una carcasa protectora y luego insertándolo en las células de la planta. El objetivo es introducir estos OMG (Organismos Modificados Genéticamente) en los seres humanos para que su sistema inmunitario pueda ser (re)programado para “luchar” contra antígenos y plurales secuencias virales que los científicos hayan previamente preseleccionado y diseñado.

¿Un nuevo modelo de timovacunas a través de la alimentación?

En la Universidad de California en San Diego, Nicole Steinmetz ya ha desarrollado nanotecnologías capaces de introducir material genético en el cloroplasto de las plantas. Steinmetz manipula nanopartículas de virus vegetales y las reutiliza para introducir genes extraños en las células de las plantas.

Este no es el único experimento de “vacunas comestibles” que se está llevando a cabo. Científicos de la Universidad de Ottawa llevan más de un año trabajando en una vacuna comestible contra los coronavirus.

El Hospital de Ottawa ya está probando el primer prototipo. Esta vacuna comestible “expresaría” antígenos virales en el interior de las plantas de lechuga y espinacas. El objetivo sería suministrar las proteínas espigas al cuerpo humano sin alterar la síntesis proteica de las células humanas. El suministro actual de vacunas debe mantenerse refrigerado a temperaturas extremadamente bajas.

Atroz

Si este «·esfuerzo» de investigación puede acabar administrando proteínas espigas en todo el suministro de alimentos, el suministro actual de vacunas podría ser eliminado en favor de este novedoso e insidioso paradigma de timovacunación alimentaria.

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Este inhumano experimento podría alterar para siempre el suministro de alimentos, transformado los alimentos sanos y curativos en campos de juego de guerra biológica que los satánicos globalistas puedan utilizar en el futuro (y en el presente) para exterminar y explotar a la raza humana. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.