21/02/2025 22:20

Se nota en la calle cuando se expresa el ciudadano rebelado contra la imposición del pensamiento único, como en las tertulias de los programas televisivos que restan espectadores en proporción a la credibilidad perdida. EEUU, Argentina, Italia, Hungría, Polonia… España. Es palpable el punto de inflexión social que anuncia el fin de la farsa de estos últimos años, cuando las políticas radicalmente sustentadas en medidas  injustas y desproporcionadas contra los derechos inalienables de las personas, dependiendo del colectivo al que se pertenezca, han quedado en evidencia por su naturaleza falaz  e involucionista. El daño está hecho y urge revertirlo. Esa toma de conciencia se dirigirá hacia las urnas si Indra, el CIS y la manipulación electoral no consiguen un nuevo e inadvertido quebranto de la democracia.

La izquierda española a base de imponer exigencias incompatibles con el normal desarrollo de una sociedad avanzada y autosuficiente, ha perdido el debate social decantándose la ciudadanía por una perspectiva de cambio en próximas citas electorales, con previsible victoria de una coalición de centro derecha. Pierde fuelle y credibilidad la progresía atrincherada en la falacia, incapaz de argumentar coherencia que convenza en el pulso social. Al menos en el dialéctico deseable en toda democracia que se precie y que sistemáticamente es fabulada y desvirtuada, cada vez más, a imagen y semejanza de las intransigencias históricas que ejercieron con memorable insidia los antecesores frentepopulistas de los que pretenden hoy erradicarla. La corrupción es tan apestosa que temen el fin del saqueo de España mediante la subvención multimillonaria. Ladran.

La consigna de la agitación social se intensificará según la tendencia electoral. El llamamiento con alerta antifascista de Pablo Iglesias en Andalucía buscaba encubrir la derrota de quienes habían defraudado al electorado podemita. Con el beneplácito de un gobierno secuestrado los que antes disimulaban tras la perorata indignada, pasaban a la acción violenta anatematizando a cuantos no los secundaban. Asalto al Parlamento… Perdida la razón sectaria se disponían a intentar ganarla por la coacción pública, con anuncios de cordones sanitarios contra VOX que tan buenos resultados rindieron al inicuo zapaterismo contra el PP tras la matanza del 11-M. Esta vez con una España muy alertada acerca de las intenciones engañosas, inevitablemente evidentes, se les huele el hedor totalitarista a distancia ideológica con tintes bolivarianos y secesionistas. Hiede a asesinato en Valencia y se rememora el oscurantismo durante la plandemia que fue excusa perfecta para programar un genocidio protocolario de la generación de hierro. Manipularon las cifras de ejecutados, como hicieron después de abrir sin avisar las puertas del infierno aprovechando la excusa de una Dana. Genocidas.

El partido socialista y sus cómplices han agotado la credibilidad a fuer de incurrir en  la contradicción sanguinaria desde el planteamiento de las ideas hasta la puesta en escena aberrante de los hechos. Hastiados están los ciudadanos de soportar los déspotas caprichos de los oportunistas que han convertido en fingido interés general, lo que en realidad atañe a especulaciones oscurantistas por parte de elementos tabernarios.

LEER MÁS:  Error de bulto: elecciones en Castilla y León. Por Jesús Salamanca Alonso

La minoría de un gobierno a contra natura pierde permanentemente. No se descartan las Elecciones Generales en la huida hacia adelante del criminal de La Moncloa a pesar de las maniobras por mantener este gobierno de ilegitimidad democrática; de continuo no se consiguen aprobar los Presupuestos del Estado que entonces beneficiaban con un 18,5% de la inversión territorial al separatismo cómplice de Cataluña, en detrimento de las restantes comunidades autónomas. Suma y sigue a destajo para contentar a los socios que sostienen un gobierno desalmado. Perdida la vergüenza desde el inicio, cualquier excusa serviría para mantenerse a espaldas de la voluntad popular, incluso sin aprobar la ley más importante que en su momento obligase a convocar elecciones cuando fracasó Felipe González; ahora un continuado fracaso con un mono corrupto encaramado al árbol de la más mafiosa corruptela.

A la cabeza de este tinglado indecente de codicia dispar está un Pedro Sánchez que ha convertido el rol presidencial en una sospecha de estafa permanente y de calibre criminal, además de ridiculizarse personalmente con la imagen de oportunista execrable. En realidad es muy positivo que la ineptitud socialista haya echado el resto al mezclarla con la indecencia vergonzante y dictatorial. Porque ya no engaña el discurso del pensamiento único, las obras miserables cantan, son los remedios electorales los que acabarán con el sistemático juego sucio de la hipocresía que vende como buenas las burdas justificaciones del progresismo, para incrementar los problemas que apuntan a la disgregación en todos los ámbitos sociales y políticos. El engaño no surte efecto cuando la mayoría de los ciudadanos ha captado con alarmismo la intención oportunista de cuantos se han convertido en una amenaza al descubierto.

De ahí que con repulsivo cinismo se llamará a la movilización contra un fascismo inexistente, avivando la indignación de un electorado inteligente que ya no traga el hueso de la siniestra. En consecuencia, el plan sustitutivo es el agitprop al que se recurre cuando se agota el discurso victimista.

En una estratagema nada casual de debilitamiento, con el fin de desmantelar el orden constitucional por el que España se ha regido durante cuarenta años, hemos asistido a una ofensiva sostenida contra la identidad y la razón de ser del país que han sido institucionalmente legítimas, hasta el momento en que fue tomada la presidencia por quien debería rendir cuentas judiciales una vez salga por la puerta trasera de la vergüenza con que ocupó La Moncloa. La huella del zapato democrático va a quedar grabada en la ególatra retaguardia de un cobarde que se mantiene en la guarida presidencial, procurándose toda suerte de artimañas deleznables. No puede quedar impune el daño practicado, máxime cuando se sabe del traidor alcance de los acuerdos secretos con que el sanchismo pretendió dilatar su dañina ocupación monclovita. Con Sánchez ha caído la credibilidad del PSOE y por ende la del izquierdismo que se ha aliado a espaldas de los españoles, dispuesto a todo para no perder el hueso que con rabia quieren seguir triturando.

LEER MÁS:  ¿En qué consiste el proyecto "constituyente" en marcha?. Por José Enrique Villarino Valdivielso

Franco, fascismo, ultraderecha.. caca, culo, pedo , pis… ¡Escándalo, agitprop que se nos acaba el chollo! Miserables vagos y maleantes.  Iván Espinosa de los Monteros, Vito Quiles, Bertrand Ndongo, son objeto del impulso violento. No es causalidad cuando la legalidad se cierne frente al delito emanado del sátrapa monclovita. La consigna es agitar el cóctel ya movido de la democracia. Los fascistas son los otros. Hipócritas. En definitiva, el debate social se ha enturbiado con el bombardeo masivo de una demagogia revestida de moralina que se ha pretendido imponer desde los medios de comunicación comprados, sin importar traspasar las líneas rojas de la ética profesional hoy diluida  en defensa de los enemigos de la democracia real. Aunque al ciudadano de a pie no se le engaña con ese simplismo falsario de la corrupción política a cualquier precio. Si han llegado a creerse que todo cuela no tardará el día en que descubran, como en Andalucía, que están equivocados. Cómo reaccionen los tramposos será otro cantar. Ahora viene la justificación de la violencia. Como si no supiésemos de las hipócritas estrategias de estos parásitos dignos hijos de su padre, Satanás. Cuando regresen serán recibidos con salvas de azufre para quemarse en el infierno, por pringados, que todo se paga.

Autor

Editor ÑTV ESPAÑA
Editor ÑTV ESPAÑA
Suscríbete
Avisáme de
guest
0 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
0
Deja tu comentariox