En el desempeño de la Justicia es primordial la circulación libre de la información por la experiencia testifical para que los tribunales puedan sopesar sin injerencias la realidad de lo juzgado. Así sucede con los Juicios de Nueva Rumasa que ha trascendido después de años con los protagonistas de aquella emisión de pagarés fallida y las estrategias cumplimentadas con el fin de sopesar las verdaderas responsabilidades de los encausados y mirar por los verdaderos damnificados: los Inversores que han pasado un calvario a la espera de estos días con la esperanza de ver compensados sus muchos sacrificios. Entre los protagonistas está el ausente José María Ruiz-Mateos, la víctima a la que culpar de unas decisiones que tomó con los criterios equivocados al estar generados por una deficiente administración del Grupo Nueva Rumasa cedido en vida como herencia empresarial a los hijos varones, sentados en el banquillo de los acusados.
Unos y otros testigos, todos los implicados en el rol que al que tuvieron que adaptarse como víctimas o presuntos culpables, han desfilado para dejar constancia de los criterios personales acerca del caso de los pagarés, pero será estos próximos lunes y martes cuando una conocedora de la trama declare previsiblemente contra sus hermanos y en defensa del padre al que pretenden atribuir las responsabilidades derivadas de la emisión.
La estrategia de la defensa ha sido la misma que se adoptó cuando José María Ruiz-Mateos aún vivía con profunda consternación las consecuencias de haber brindado la dirección de las empresas a quienes habían desfondado la otrora solvencia de un grupo empresarial comprometido y sólido: echar la culpa a un padre que tomaba decisiones en función de los parámetros y directrices que le llegaban al despacho. Datos erróneos, inexactos y maquillados que desorientaron su norte empresarial sin saber que estaban desvirtuados y que dirigía en última instancia el Grupo desconociendo la verdadera situación financiera y comercial. Así pues, en ausencia de una víctima de la emisión, los responsables son los que han de afrontar casi una década después las consecuencias de una operación malograda al margen de empresario y financiero fallecido en septiembre del año 2015.
Será la próxima semana, con la declaración de las hijas y con especial atención a Begoña Ruiz-Mateos y a su marido Antonio Biondini, cuando el tribunal disponga de la información en el propio seno de la familia para comprobar si las responsabilidades derivadas de la ejecución de los pagarés recae exclusivamente en las personas juzgadas y vivas, más allá de las intenciones de la defensa.
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Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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