Nota de Redacción: Dada la clarividencia y experto análisis del Presidente Nacional de Ley y Orden, POLE, Gonzalo Chicharro Arderius, experto policía que desempeñó las más variadas y arduas labores como responsable de la seguridad en la Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, incluido el adiestramiento, reproducimos este artículo que cobra, desgraciadamente, máxima vigencia hoy en día.
Si los políticos de hoy hubieran tenido voz en Covadonga, aún usaríamos turbante y rezaríamos hacia la Meca. Si estos mismos hubieran aconsejado a Colón, Cortés y a Pizarro, Colón hubiera muerto en Dios sabe dónde y nuestros conquistadores se hubieran dedicado a la cría de cabras, olvidados por la historia. Y si hubieran dado consejos a los héroes del Dos de Mayo, hoy no existiríamos como nación.
Gracias a aquellos héroes de nuestro pasado, quienes tejieron nuestra historia, fuimos respetados y grandes como nunca lo ha sido pueblo alguno de la tierra. Aquellos hombres marcaron un antes y un después; la honra, la dignidad, lo caballeroso, lo útil, lo práctico y lo español. Cuán diferencia con la deshonra, la miseria y la ruina del yugo servil a la que nos han conducido cuarenta años de políticas vendidas al peor de los postores. Cuarenta años de políticas nefastas que nos han posicionado de la novena nación industrializada del mundo por detrás de la treinta y dos. ¡Políticas desvalijadoras de los débiles¡ !Salteadores de impuestos a pequeños, medianos y grandes empresarios¡ !Leyes groseras que pisotean a las víctimas del terrorismo con otras que favorecen a sus verdugos! ¡Perseguidores de quienes hablan el español prohibiéndose que se escriba o hable bajo multa¡ !Protectores del delincuente que te ocupa ilegalmente tú vivienda¡ !Pasotas que ni se prenuncian, ni mueven un dedo cuando potencias vecinas se apoderan unilateralmente de nuestras aguas y de nuestros recursos¡ !Políticos de avestruz que se esconden cuando jefes de comunidades autónomas y partidos políticos se manifiestan abiertamente por la independencia y ataques a la Corona de España¡ ¿Y qué podemos hacer?, o mejor dicho, ¿ qué debemos hacer en medio de esta espantosa bajeza? ¿Resignarnos? ¿Hablar en latín, bizantino, esperanto? ¿Permanecer ciegos, sordos y mudos? ¡Nunca!, ¡jamás!
Gonzalo CHICHARRO ARDERIUS, Presidente Nacional de Orden y Ley. POLE
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Pues, lamentándolo mucho, quizá sea eso lo que merecemos, un castigo divino de fuego que arrase España y el mundo entero con mayor severidad por haber ofendido tanto a Dios. Ya veníamos advertidos desde Fátima por la Santísima Virgen María: «No ofendáis más a Dios, que ya está muy ofendido». ¿No fue la Segunda Guerra Mundial un castigo de Dios por no parar de ofenderle? ¿No fue el triunfo del comunismo soviético y de las democracias, en España a partir de 1976, un castigo aún mucho mayor que la última guerra mundial, expandiendo los errores de Rusia de Lenin y Stalin por toda la tierra, los errores y desgracias que hoy cita el autor de este artículo? ¿No padecemos con todo lo que describe todas esas plagas, sellos y trompetas que describe el Apocalipsis? Lo único que nos queda es pensar con esperanza que el Señor hace nuevas todas las cosas y desear que la nueva España católica convertida en su Reino, como prometió al beato Bernardo de Hoyos, vuelva a ser la nación incomparablemente cristiana que fue durante siglos, aunque para ello queden solo los pocos elegidos de Dios que perseveraron hasta el fin con paciencia, los que confiaron solo en Dios y nunca en embusteros y siervos del demonio que nos han llevado a esta situación. Tabla rasa desde el Cielo.