20/09/2024 09:31
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“… España es el recuerdo de mi padre

y la ilusión de mi nieto …”

Con el permiso de quien

me ha inspirado estas líneas.

España… ¿ qué es España? ¿ Quiénes votan a sus representantes o los representantes políticos que resultan de unas elecciones? ¿Una esencia y un destino? ¿Un sueño o una pesadilla?

¿Son los políticos quienes deciden, o los plutócratas, el globalismo, la Unión Europea, los anglosajones, el cuerpo de electores que vota, tal vez quienes no votan?

Si los políticos ya no deciden, eso es cierto, entonces para qué están, cuál es su función, qué sentido tiene un sistema político de partidos tan enorme como abominable.

Los políticos y los partidos políticos son medios para traducir la voluntad de otros (sean los electores o sean los oligarcas, sean los poderes extranjeros o sean los ideólogos) en leyes y decretos. Las decisiones están tomadas por anticipado, no hay improvisación. El problema radica en que la casta política puede ser más o menos voraz en la corrupción … e inculta o incompetente. Todo eso debemos darlo por descontado.

El terrible drama actual y que no se percibe con toda su clara contundencia podríamos enunciarlo en los siguientes términos: que la política solo se representa a sí misma y tiende a ser autocrática en grado máximo y solo se sirve a sí misma, a los políticos y para los políticos… dentro del Estado ya constituye una instancia autónoma y soberana respecto de todos lo demás poderes (económicos, financieros, religiosos, militares, judiciales, etcétera) y así actúa buscando el protagonismo absoluto y, para protegerse, blindarse de las intromisiones del resto de instancias y poderes que no controla total o parcialmente. Lo política carece de límites.

Este hecho capital no se considera, ni por periodistas ni por ‘expertos’ en sus análisis políticos, de ahí su extravío.

España ha sido convertida por sus políticos al uso en una ‘nación constitucional’ (¿?) animada por la ilusión ‘democrática’. Pero eso no es más que un resplandor de fuegos artificiales que deslumbra pero que no tarda en apagarse. Después de la luz cegadora todo es opaco. Casi todos están ciegos y así quieren seguir (de otro modo no podría explicarse el hecho de que se vote y que se vote a partidos políticos tiranicidas de la población).

A nadie le importa su futuro ni el de los demás y, por extensión, ni el de los políticos ni el de España, seguramente porque no hay futuro. Pero sobre todo, porque el político se ha constituido en el reflejo de su propia nación: zafio, ignorante, corrupto, desfondado, agotado, inmoral, lascivo, desilusionado … Y esta nación parece no querer vivir, ha sentido ese desapego que antecede a la muerte. Los políticos son los sepultureros. Nada más.

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Ese hecho no es más que la legitimación, positiva, de todo cuando sucede: la indiferencia conduce a la disolución de la persona y, por tanto, de la nación. No podemos obviar ese hecho, nos guste o no. Pero también es la ausencia de cualquier otra legitimidad, negativa, que actúe por sustitución: porque no existen alternativas dentro del sistema de partidos políticos.

Si es indiferente el político para la historia también lo serán sus decisiones de Gobierno. No son las acciones de Gobierno o la de los políticos quienes hunden o levantan un país. Son muchos factores que concurren simultáneamente y muchos no dependen ni del país ni de sus políticos. ¿Entonces? La principal: la voluntad de no ser España, estado al que nos ha conducido este desfondamiento que desestructura la familia, como vínculo esencial, y que destruye toda ilusión colectiva. Estamos ante un discurso que se presenta como coherente, pero falso.

¿Por qué no les gusta a los españoles ese modelo de España, democrático y constitucional? Habría que analizar en profundidad esa desidia y disidencia mortal.

No puedo negar esa evidencia. Ni puedo ni debo sustraerme de sus consecuencias.

El hecho de una investidura pagada a costa de leyes futuras no es nuevo. Sea la amnistía o el referéndum o lo que quiera ponerse en la balanza de pagos. Eso es completamente intrascendente … siempre que se mantenga incólume lo que representa España en la conciencia de su población. Nada le alterará y nada la modificará, ni siquiera la zafiedad de sus políticos corruptos porque su objetivo no es destruir España sino saquearla … salvo que España ya no quiera ser.

Porque, sinceramente, ¿existe ese anhelo de España en una población que es un despojo, un detritus ignorante que elige a quienes no tienen más programa que exterminarla?

Se está finiquitando una España que ha durado exactamente 45 años, para formular otra España a imagen de los políticos. Y todos los políticos están de consuno en esa estrategia fatal. La amnistía y todas pamplinas son miserias. El objetivo no es otro que hacer de la política la única y última instancia soberana de todo y de todos, someter todo a la política como nuevo demiurgo de la existencia.

No. Usted se equivoca. Para mí lo que hace Sánchez no es una bajada de pantalón y ese tipo de interpretaciones que toman la parte por el todo o lo personal (traidor, megalómano, desequilibrado, soberbio, chulo, ignaro, etcétera) como explicación de unos hechos que no tienen nada de personales sino que son exacta y precisa expresión de la política, de la política entendida como el ‘arte de lo posible’.

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La corrupción política es de dimensiones absolutas y pretende reorganizarse. Nada más. El reparto del botín cambia. No hay nada en peligro, nada esencial. Repito: salvo que España no quiera ser. Y en eso estamos: reorganizar el robo (los impuestos excesivos) y el reparto del porcentaje de las cuotas entre los partidos políticos con representación y reconocer nuevas formas de corrupción… que quedarán impunes.

A Sánchez lo despacharán, porque es totalmente contingente y va por libre. Si Biden no se relaciona con él y es permisivo con propalestinos en el seno de su gobierno… no va a durar. Y si dura es porque no hay ningún otro político que pueda sustituirlo.

En efecto, se critica a Sánchez por hacer cualquier cosa para conservar el poder (del Gobierno). ¿Algún político, que pretenda denominarse político, no haría lo mismo? “Pues no”, me podrán replicar. “Hay límites que no pueden traspasarse”. Entonces, hemos de reconocerlo, ya no sería un político. “Entonces ¿ qué sería?” Feijoo …

La amnistía no se convertirá en ley sino en su tumba política y puede que haya engañado o no a Puchi y al resto de etnicista, pero acabará en una cuneta despreciado y vilipendiado. Tarde o temprano. Si es pronto, bien. Si es tarde, bien. Porque pensar a estas alturas que existen alternativas y diferencias, sustanciales, entre las distintas opciones que presenta el sistema de partidos políticos es una anomalía que se paga con la ceguera y la incapacidad de entender lo que sucede.

La investidura es su muerte política y lo sabe porque no es idiota como quienes le critican sin entender nada: la política se ha convertido en el arte de lo posible y no hemos tenido un político de esa hechura en los últimos 200 años.

España está muerta, la España democrática y prostituida que conocemos está muerta. El 1 de Noviembre se celebró su gran fiesta. Nada augura que la nueva sea mejor.

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Jose Sierra Pama
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JMB

José, estoy absolutamente de acuerdo con tus comentarios. De todos modos, para mí esas personas no son políticos aunque se quieran hacer llamar así para poder justificar cualquier barbaridad o tropelía que se les ocurra hacer. Para mí son simples personajes que por enchufismo, suerte o casualidad, aterrizaron en una lista electoral de un partido, mejor los llamaría grupo, que les permite vivir sin trabajar a costa de los demás. Cuando escucho los comentarios sobre transfuguismo por saltarse la disciplina de voto, me pregunto: ¿para qué entonces tenemos 350 chupópteros si no tienen capacidad de pensar, ni de decidir, ni de votar en conciencia (si es que la tienen)? Para eso bastaría con que hubiera uno sólo de cada partido y que emitiese tantos votos como diputados (poltronas) le correspondieran. De ese modo nos ahorraríamos mantener a tanto cuerpo inerte en el Congreso.

KaTTra

Muy de acuerdo con el fondo del discurso y con la retórica de palabras que siempre me saca una sonrisa ☺️. Y eso que el retrato es desolador…
Me surje una pregunta….El «suicidio político » de Sánchez con la investidura viene también de arriba o es algo personal e intransferible?
Un abrazo

August C.

Considero que la descripción exacta de lo que es España aun se queda corta. Efectivamente España está desapareciendo no solo por sus políticos nefastos que solo miran más por sus interés que por su país, que han convertido a sus ciudadanos en borregos, comprándolos con migajas y haciéndolos sumisos, creándoles miedos inexistentes, y conformistas, matando al guerrero español para que no tenga ganas de luchar ni tan siquiera por amor propio. Y confío en que uno de los peores males de este Estado se autodestruya por fin.

lrf

Compromisos, pactos, relatores/mediadores (ahora acompañante), transferencias, reconciliaciones, acuerdos, etc,. España, totalitarismo, postración, lawfare, privilegios, etc…me aburren y agotan todos -de todos- los mensajes de este estamento de sinvergüenzas. Morirá, seguro, tarde o temprano, como todos los que han pasado por el atril, pero qué nos espera.. otra defunción anunciada y así sucesivamente.. Apreciado compañero, España está muerta.

navarjm

Un análisis en profundidad de lo que últimamente nos tiene apesebrados estos políticos y que desde que España cambió de régimen político, no hay ningún representante político que sea digno de acuñar esa distinción. La corrupción junto con la globalización se ha convertido, venga de donde venga, en una bola de nieve cada vez mayor sin límite de destrucción, lo que en breve acabará con España tal y como hoy la conocemos

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