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Como el hecho ha causado elevadas protestas y sesudos análisis de condena, comienzo con dos preguntas:
1ª ¿Y por qué no van a celebrar la puesta en libertad de los suyos?
2ª ¿Acaso no están algunos de ellos en el Parlamento tratados como “señorías”?
La historia criminal de ETA y de quienes se aprovecharon de ella (hablaríamos de todo el mundo nacionalista vasco), el chantaje que el terrorismo vasco le hizo a España, y la respuesta condescendiente y absolutamente indecente que ha recibido del Estado, es mejor que poco a poco vaya quedando en el olvido. Conformarse con lo que se ha hecho y mantener la tensión, no sin dejar de considerar que ETA y el mundo nacionalista vasco han ganado la partida. Que en eso estaremos todos de acuerdo.
Así pues, partiendo de esta consideración, a menos que implementáramos la retroactividad penal, el tema es mejor olvidarlo y asumirlo. Siempre pendientes, ¡claro está!, de que, tomándose el derecho a tenor de cómo ha actuado y sigue actuando el Estado español, se puedan producir acciones personales contra los asesinos, hoy en libertad. Que eso es lo único que nos faltaría.
Dicho lo principal, entiendo: no me entra en la cabeza que se critique, y mucho menos que se pida penalizar todas esas manifestaciones, fiestas y agasajos que se producen en Vascongadas cada vez que uno de los terroristas de ETA sale de la cárcel. No me cabe, digo, porque es lógico y natural que quienes estuvieron con el terrorismo o lo disculparon, y no digamos si son familiares (padres, hermanos, cónyuges, hijos, familia y amigos), celebren la puesta en libertad de uno de los suyos. La cuestión a censurar sería si los familiares de las víctimas no pudieran organizar actos de recuerdo por sus deudos. Una situación similar a lo que se viene produciendo desde hace años respeto a los excombatientes de uno y otro bando de la guerra sostenida entre el 18 de julio de 1936 y el 31 de marzo de 1939.
Pues eso, si no se pide la retroactividad penal para revisar acciones pasadas, lo mejor que se puede hacer es aceptar que las cosas han sido y son conforme a la democracia que la mayoría de los españoles aceptan. Toda vez, además, que el pueblo es soberano y no se equivoca nunca. Según se dice, porque lo contrario es anatema.
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Los seguidores, amigos, familiares y demás morralla de ETA en cualquier país normal NO podrian demostrar satisfacción alguna por la suelta de un delincuente de su cuerda porque demostrar apoyo al terrorismo y a los terroristas debería ser un grave delito y no una reseña laudatoria en los medios de comunicación o de comprension y apoyo en los medios políticos.
En realidad si España fuera un pais normal los asesinos , de eta o de cualquier otra banda, no saldrian de la carcel mas que con los pies por delante y sus familiares deberian andarse con tiento para que la justicia no les aplicara la ley sin mas historias.
Pero claro, en un pais en el que los asesinos gobiernan y mandan en regiones, ciudades, pueblos y hasta en el gobierno nacional nada es normal.
Representan lo peor y lo más repugnante y su homenaje debería de estar terminantemente prohibido. Unos tarugos y cobardes matones recibiendo homenajes es un reto e insulto a todos. Pero lo es más el que el Presidente de España se alíe con sus representantes para gobernar. Por mucho que gane extrañas elecciones porque la mayoría de españoles están en su contra…