10/05/2024 03:25
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Lo habíamos anunciado tiempo a tras en un artículo publicado en “ÑTV ESPAÑA” que titulamos “en mayo volvemos… para cerrar”. No se trataba de una premonición, si no, simplemente, de un hecho contrastado a poco que nos ocupásemos en conocer la trayectoria política de aquella perniciosa marea, marca blanca de la indigna podemía, que irrumpió como un tsunami de agua sucia en La Coruña tras las elecciones de 2015, llegándose a hacer con la alcaldía de la ciudad, contando con el apoyo incondicional de los socialistas.

Fueron muchos los coruñeses que, engañados o dejándose engañar, votaron a aquellos que se presentaron tras la falsa careta de jóvenes universitarios que venían a desmontar los viejos estereotipos de unos políticos incompetentes y pasados de moda. Aquellos que presumían de residir en barrios obreros cuando, a decir verdad, los únicos obreros que vivían en aquellas zonas eran los porteros de los caros inmuebles en los que residían ellos a cuerpo de rey.

De una u otra forma, aquel mensaje caló y, al final, se hicieron con la alcaldía y, con ello, con el poder en nuestra ciudad para desgracia de todos los coruñeses. Pronto, buscaron donde acomodarse y, de esta suerte, alquilaron un espacioso local -bajo y planta- en una de las plazas más céntricas de La Coruña, la del Humor, también conocida con la de los Huevos y, desde allí, con toda la soberbia y prepotencia propia de quien no tiene nada y de repente se convierte en omnipotente, comenzaron a irradiar su política sectaria y destructiva sobre toda la ciudad.

Fueron los años más negros de la historia de La Coruña al estar gobernada por una colección de mediocres incompetentes que venían, así lo aseguraron en multitud de ocasiones, a “cambiarlo todo”, cuando en realidad lo único que hicieron fue destruir todo lo que pudieron, sembrando el abandono y la desolación, patente en todos los rincones de una ciudad que, de repente, dejó se ser puntera, amable y acogedora para convertirse en aldeana en el peor sentido de la palabra.

Dejaron de limpiarse las calles; ni tan siquiera se rebacheó una sola de sus avenidas; se prohibió desratizar pues las ratas formaban parte de una fauna urbana que había que respetar; también dejaron de utilizarse detergentes e insecticidas. No se quemaban fuegos artificiales para no estresar a los pájaros o a los perros. En los cuatro años que duró su desgobierno, no se acometió ni una sola obra que mereciese tal calificativo y los pocos proyectos, todos ellos cargados de un insoportable sesgo populista, que pretendieron llevar adelante -paso subterráneo para la circulación de ranas y otros batracios, operación “Carpanta”, creación de un centro de aleccionamiento en la vieja prisión provincial y otros por el estilo-, nos convirtieron en el hazmerreír en toda Galicia. La Coruña se paralizó perdiendo la hegemonía que, hasta entonces, poseía con relación al resto de las ciudades gallegas.

Fueron cuatro años desgraciados para la ciudad gobernada por individuos e individuas carentes de una formación elemental por muchos títulos que poseyesen y sin dispensar el mínimo cariño hacia la ciudad que gobernaban. Las elecciones municipales de 2019 comenzaron a ponerlos en su sitio lo que los llevó, como no podía ser de otra manera, a perder la alcaldía, aunque todavía obtuvieron seis inmerecidas actas en aquella Corporación. Sin embargo, el hecho de perder el poder, de no poder conceder subvenciones y prebendas a amiguetes y correligionarios trajo como lógica consecuencia que, incluso, los más afines comenzaran a darles la espalda. Aquella situación los obligó a abandonar el fastuoso local que poseían para trasladarse a otro más modesto, aunque situado en la misma plaza, seguro que con una renta más baja ya que, debido a la pérdida de poder, no se podía asumir tal dispendio.

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Este mayo pasado, con motivo de la nueva cita electoral municipal, adoptaron como eslogan la frase “volveremos en mayo” –“voltaremos en maio”, si lo escribimos en gallego- y a fe que volvieron, aunque esta vez, como señalábamos en aquel artículo, fue para cerrar.

Tras el fracaso cosechado, sucesivamente, en las últimas citas electorales en las que no obtuvieron representación ni a nivel nacional, ni autonómico, ni municipal, hasta el punto de que ni siquiera obtuvo escaño aquel que tanto presumía de haber nacido en un barrio pobre, pese a que los pisos son los más caros de La Coruña; al igual que tampoco lo obtuvieron aquellos que, en su día, ocuparon cargos de responsabilidad que, oliéndose la gran debacle, huyeron del barco al igual que lo hacen las ratas antes de hundirse, lo que provocó que se viesen en la necesidad de “cerrar por derribo” y así, a fecha de hoy, aquel local que poseían pasó a ser, afortunadamente, historia.

Dicen que no hay que hacer leña del árbol caído, sin embargo, creo que tal aserto no sirve para el caso que nos ocupa ya que la maldad, el sectarismo, el rencor y el odio con el que desgobernaron La Coruña durante cuatro interminables años merece, cuando menos, el desprecio más absoluto de todos los ciudadanos, empezando por aquellos a los que engañaron y, por tanto, es necesario que no se pierda de la memoria colectiva todo el mal que causaron aquellos prepotentes populistas.

Hoy, sus siglas han desaparecido, afortunadamente, de la escena política, pese a todo, La Coruña, sigue sin levantar cabeza aunque la culpa de que tal cosa suceda la tiene, en exclusiva, el partido que la gobierna quien se mantiene ahora en el machito gracias al apoyo incondicional de los bloqueros, otros que tal bailan, quienes, no hace mucho, se han rasgado las vestiduras porque 5.000 católicos norteamericanos se concentraron en el monte de San Pedro, un marco privilegiado de nuestra ciudad, y desde allí bajaron al centro, en actitud pacífica, entonando canciones religiosas, algo que no puede soportar esta gente y por lo que han pedido explicaciones al gobierno municipal debido al impacto medioambiental que tal concentración pudo causar.

Por lo que se ve, se han olvidado de cuando una concejala de sus mismas siglas autorizó, con todo tipo de bendiciones, que cada jueves se celebrase en los jardines de Méndez Núñez, el gran escaparate de la ciudad, un macrobotellón que destrozó, literalmente, aquel espacio público.

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Habrá que refrescarles la memoria.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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Geppetto

Manuel Fraga nacionalizo la politica en la comunidad gallega y «galleguizo» la region hasta el punto de que al PP lo votan de forma mayoritaria los separatistas que se ven amparados por el gobierno del PP que es mas nacionalista que el que lo invento

Francisco A.Ares Estraviz

Fueron cuatro años, nefastos para todos, pero bueno están donde deben estar

José Ramón Rivera Guitián

gentuzapero los españoles no aprenden

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