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Don Blas Piñar López (Toledo22 de noviembre de 1918Madrid28 de enero de 2014)​ fue un notariopolíticoeditor y escritor español, cuya trayectoria política y vida pública se identificó con el franquismo. Defendió el catolicismo político (fue miembro de la Asociación Católica de Propagandistas) y militó en Acción Católica. Fue consejero nacional en las Cortes franquistas durante diecinueve años. Durante la Transición española fundó el partido Fuerza Nueva, constituido sobre la base de la línea editorial de la revista homónima, y se destacó por sus discursos del 20N en la madrileña Plaza de Oriente contrario al cambio a la democracia parlamentaria. En 1979 obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados con la coalición Unión Nacional. En sus últimos años fue presidente de honor del partido Alternativa Española (AES). Su última incursión política fue a sus 92 años, con su presencia simbólica como número 25 en la candidatura que AES presentó en Toledo para las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011

Sin ninguna duda mi amado y admirado Caudillo, ha sido el hombre más culto, mejor historiador y mejor orador, que jamás ha pasado por el Congreso de los Diputados

Blas Piñar – Sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo

Un hombre prodigioso; Católico, Leal, Honrado, Humilde, Valiente y con una memoria privilegiada, en la que podía estar hablando durante horas, poniendo citas y fechas de todo tipo, sin titubear, porque su seguridad la tenía, en su mente privilegiada

Blas Piñar-La Transición

Mi amado y admirado Caudillo, no tuviste pelos en la lengua, cuando a los Gringos, le dedicaste este soberbio escrito, aún sabiendo que te costaría el puesto, pero como valiente que siempre has sido, lo hiciste.

Hipócritas (10-01-1962)

Los que se amedrentan y atemorizan ante las explosiones termonucleares por vía de ensayo y no tuvieron escrúpulos para lanzar la primera bomba atómica sobre los seres indefensos de Hiros­hima.

Los que condenaron al fuego hombres y ciudades y en Núremberg se erigieron en jueces de los criminales de guerra.

Los que hoy, pusilánimes y temblorosos, llaman la atención sobre el peligro comunista y se aliaron con el comunismo entregándole como botín patrias y culturas.

Los que alardean, vocingleros, de anticomunistas y en el fondo «buscan anhelantes una formula de coexistencia que, les permita vivir tranquilos, aunque millones de hombres continúen gimiendo como esclavos.

Los que firman, alcanzan y establecen bases estratégicas de carácter militar en países a los que llaman amigos y luego los abandonan indiferentes y mudos cuando estos países se encuentran en el momento difícil.

Los que incitan a la lucha por la libertad movilizando voluntades con espíritu de sacrificio y después, iniciada la lucha, permanecen impasibles ante la represión brutal del enemigo.

Los que hicieron su historia y su grandeza volando buques y atribuyendo culpas para justificar la intervención armada en beneficio propio y ahora se escandalizan de sus mejores discípulos.

Los que hablan de libertad de pensamiento y de libertad de prensa y de un modo sistemático y con arreglo a prejuicios irreformables ahogan ciertas noticias, las desfiguran o las inventan y en vez de una censura inspirada, aunque cometa errores, en el bien común, crean tantas censuras solapadas y clandestinas, como intereses sectarios o grupos de presión económi­ca y política.

Los que presumen de anticolonialistas y al exigir la independencia y la autodeterminación de los pueblos subdesarrollados, pretenden uncirlos al yugo de una total dependencia económica.

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Los que quisieron o toleraron la división de Berlín, de Alemania, de Corea y del Vietnam y se rasgan las vestiduras y atropellan el derecho por la división del Congo.

Los que facilitaron armas, brindaron aliento y proporcio­naron la mayor propaganda gratuita a Fidel Castro y se estremecen ante los horrores del sistema y, lo que es más grave, ante su enorme fuerza de contagio.

Los que mantienen relaciones diplomáticas con las naciones ocultas tras el telón de acero o el telón de “bambú” y pata­lean si otros gobiernos de la órbita occidental aspiran a seguir su ejemplo.

Los que juegan a mantener gobiernos liberales sin apoyo popular autentico y sin obra social entre las manos, a sabien­das de su enorme debilidad para oponerse al marxismo.

Los que ofrecen millones en concepto de ayuda generosa y abonan precios de hambre por la riqueza obtenida en los países a los cuales la ayuda se ofrece.

Los que predicaron los derechos del hombre y, sin embargo, le arrancan el derecho a la vida al impedir los movimientos migratorios, condenar al hambre a millones de ciudadanos y esti­mular sin preocupaciones morales el control de los nacimientos y el aborto (más de un millón y medio de abortos provocados en las clínicas oficiales del Japón en 1.960).

Los que hablan de democracia, de sufragio universal y de un hombre, un voto, y después condicionan el voto al pago de un impuesto para evitar el voto de los negros pobres o al conoci­miento del inglés para evitar el voto de los ciudadanos de raíz cultural distinta.

Les que exigen el respeto a las minorías y ahogan con hábil y paciente terquedad a las que existen dentro de las propias fronteras.

Los que mientras favorecen las llamadas reivindicaciones territoriales de otras naciones, mantienen con orgullo colonias inútiles en países soberanos.

Los que hacen del pacifismo y de la no violencia adagio y norma de conducta y usan la fuerza cuando así lo consideran oportuno.

Los que a un tiempo atropellan al débil y observan una actitud de cobarde respeto frente al vecino poderoso que los ofende.

Los que se dicen defensores ardientes del mundo occidental y abren, negociando a espaldas de Occidente, un portillo por el cual un rio de divisas occidentales contribuye a aumentar la fuerza del comunismo.

     Los que nos ofrecen su amistad y a estas alturas y refiriéndose al descubrimiento de América se atreven a escribir con carácter oficial: “It was no accident that the voyages which led to the discovery of America were led by an Italian. Italian seamanship was supreme. The exploration of the Western Hemisphere was a direct result of the inquiring mind of 15th century Italy«, desco­nociendo y despreciando así la obra de España.

Los que eluden el vocablo Hispanoamérica y no estarían dis­puestos a consentir que se hablase de África latina.

Los que lisonjean al llamado catolicismo liberal y progresista y buscando su colaboración y ayuda «bajo el lema de comprensión, dialogo y caridad, acaban, cuando triunfan, persiguiendo y aniquilando a la Iglesia de Cristo.

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Pero, nada es tan oculto que no se haya de manifestar, ni tan secreto que al fin no se sepa. (San Lucas XII, 2). En estos años hemos aprendido muchas cosas, tantas y tan graves que a nuestros hermanos podemos repetir aquello de Cristo: «guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 

De las decenas de buenos y soberbios libros escritos, con su pluma afilada y de oro, tengo como mi tesoro más preciado, 8 de ellos firmados con una preciosa dedicatoria

Blas Piñar – Teología de la Patria

¿Por qué todo el mundo se dirigía a él, como Don Blas?

Su categoría, su caballerosa y pulcra imagen, con su enorme respeto, sabiduría y saber estar, eran su marchamo de oro.

Blas Piñar – Discurso presentación FRENTE ESPAÑOL en el Palacio de Congresos de Madrid

Allí estuve yo en el Palacio de Congresos reventándome aplaudirle.

No falte a ninguna de sus comidas del 20-N, con su excelente siempre discurso

Cuanto aprendí a tu lado, mi querido amigo y admirado Caudillo

Mi Caudillo allí en el cielo, estarás rodeado de los más ilustres hombres católicos y patriotas.

Mi amado Caudillo, has dejado un Legado imposible de igualar y siempre estarás dentro de los corazones de los buenos españoles, que llevamos sin tu presencia ya demasiados años, pero al menos, nos quedan tus inmensos discursos, siempre en la Excelencia.

¡Allí con el Altísimo, estás junto a él, para toda la eternidad!

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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Geppetto

Blas Piñar cometio un enome fallo y este fue no arropar y proteger a sus militantes,dejandolos en cuando intervenia la ley a los pies de los caballos.
Y eso arruino su fuerza como capitan de los españoles patriotas.

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