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La batalla de las Termópilas vuelve a ser noticia gracias a los 300 que nos reunimos el sábado 29 en el Homenaje a José Antonio, en el Cementerio de San Isidro, donde pensamos que descansará definitivamente. Pensamos digo, porque es posible que la familia vuelva a trasladarlo, a tenor de los homenajes y visitas que reciba. Sin descartar a los curiosos, visitas turísticas con o sin morbo, que no descarto. Tiempo al tiempo.
En cuanto al Homenaje, se hizo lo que se pudo. Bien por los organizadores. Si bien, se tuvo y se tiene que cuidar las “formas”. Orden y concierto. Y, sobre todo, no consentir a nadie ir a un acto de la solemnidad como el celebrado, en camiseta o pantalón corto, mucho menos si el pantalón se remata con la camisa azul. En cuanto a los brazos tatuados, habrá que aceptarlo, por más hortera que sea. De no ir “uniformado”, se exige la corbata, oscura o clara, según la ocasión. Y ya puestos, considerar, aunque esta cuestión esté más relacionada con mi punto de vista estético, que la barba, que es más carlista, no es muy falangista. Todo suma.
La Ética, bien lo sabemos, es aquella parte de la filosofía que trata del bien y el mal, de las relaciones con la moral y el comportamiento humano; siendo un conjunto de normas y costumbres que determinan el comportamiento humano para vivir y pensar bien y, de este modo, adquirir una vida virtuosa. De ahí, que, si el hombre no sabe, no pueda entender bien. En cuanto al Estilo, que es consecuencia de la ética, genera conocimiento en cuanto a comportarse; de tal manera que éste no se habría dado sí, desde su inicio, la ética no hubiera estado ejerciendo su influencia como criterio de discernimiento, evitando los caminos equivocados. Por lo que no es ética ni estilo las llamadas a guardar las más elementales normas de urbanidad: guardar silencio en un Cementerio o respetar lo pactado. Aunque, desgraciadamente, se tenga que hacer.
Chirría la existencia de dos Falanges. Aunque algo se ha avanzado, porque hubo cuatro. Y ya que hablamos de esta cuestión, Manuel Andrino, parece hoy por hoy, el Jefe Nacional con más derecho, por diferentes cualidades y sobradas razones.
Supongo que en el Cementerio hay seguridad. Lo digo por la gentuza rufianesca que no respeta nada. En este sentido, la señora responsable del mismo, que, tan “atenta” estuvo en el Homenaje y en el acto del exterior, entiendo que tendría la máxima responsabilidad penal y civil de lo que pudiera ocurrir en la tumba de José Antonio.
Estuvimos los que estuvimos, porque no hay más, salvó otro de Gerona. Trescientos, como en la famosa batalla antes mencionada. Con todo, permítanme decir que eché en falta a Rodolfo, Martín Villa, el hoy nonagenario, que vivió de la memoria de José Antonio la ventolera de veinte años ininterrumpidos, el tipo del que se ha dicho que desde sus tempranos 19 años no se ha bajado del coche oficial. ¡Ya le vale!
Por lo que respecta al tratamiento informativo que se ha dado, tanto de la presencia el día de la exhumación de José Antonio como del acto del sábado 29, decir que hoy, la mayoría de los periodistas se han impuesto la obligación de cambiar el mundo con sus ideas. Creen que la sociedad ignora determinadas cuestiones, y se creen legitimados para volcar en la información sus odios, sus mentiras y su sectarismo rancio. Pero el papel del periodista es, básicamente, llegar a los hechos, ponerlos en su contexto adecuado y contárselo a la gente.
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Otra vez el puto tarzanismo.
«Por lo que respecta al tratamiento informativo que se ha dado (…), decir que hoy la mayoría de los periodistas (…)»
¡¡¡ NO, SEÑOR !!! Se dice: «HAY QUE decir que hoy…» o algo parecido, ¡¡¡pero no ese infinitivo suelto!!! ¡¡¡ Ya está bien de maltratar la lengua, cojones !!!
Ridículo, acomplejado, redicho e infinitamente cansino, Proby.
El articulo del señor Gasco es muy oportuno, toma usted la parte por el todo.
Escriba artículos para lucirse lingüísticamente y no corrija.
Las palabras malsonantes también maltratan la lengua.
Carmen
Alguien tiene que preocuparse, que dolerse, por el mal uso de nuestro otrora glorioso idioma, ya que los comunicadores y supuesta intelectualidad no lo hacen, aun cuando tienen esa obligación moral. Más lamentable es contemplar el desinterés en la excelencia de personas como usted, que tan molestas se sienten por protestas no dirigidas a ellas, que salen de su abúlico»dejar hacer y dejar pasar» para poner cual no digan dueñas o chupa de dómine a quien desea que eso que todos ustedes llaman, pomposamente, «la lengua de Cervantes» siga siendo, en efecto, la lengua de Cervantes, motivo de legítimo orgullo, y no una escombrera.
¿Y que podia pintar en el homenaje a Jose Antonio este personaje?
Por lo demas la gente sensata sabe perfectamente que las sepulturas de los miembros de la familia Primo de Rivera, incluido Jose Antonio, van a ser profanadas dia si y dia también.
Para eso han enterrado a Jose Antonio en un lugar publico
Maestro ciruela
Escribe tu y deja de hacer el pedorro
Martín Villa y Adolfo Suárez, fueron dos insignes traidores a la causa falangista. En realidad, ni lo eran. Fueron unos de tantos que mancillaron a Falange, que la prostituyeron. Aún recuerdo los primeros 20-N en la Plaza de Oriente, cantando al unísono aquello de «Adolfo, Rodolfo,vaya par de golfos».
A, aaaaah, ah, ah , aaaaahh, sueltame los huevos yaaaaa
La ridícula, la acomplejada, la redicha y la infinitamente cansina es usted, señora o señorita.
Si usted quiere que maltraten su lengua, que es patrimonio de todos los españoles aunque sólo unos pocos la defendamos, allá usted. Yo no.
Yo corrijo lo que me da la gana porque defiendo mi idioma, que por lo visto a usted se la refanfinfla. Así nos va.
Las palabras «malsonantes», como usted dice, a veces pueden ser muy oportunas. Lea usted al gran Rafael García Serrano, si es que sabe usted leer.
El fondo será importante, pero la forma lo es también.
Váyase usted a… donde ya sabe.
Ni soy maestro ciruela ni hago el pedorro. Cállate y no te metas conmigo, merluzo.
Gracias, Aliena. Estos «abogados de pobres» que son más papistas que el Papa me repatean. Luego se rasgan las vestiduras por la persecución contra el español, que es auténtica, sí, pero el español lo están matando entre todos.
Si yo hubiera sido familiar de JOSÉ Antonio, habría luchado con uñas y dientes para evitar la profanación.
Yo no toco los huevos a nadie. No soy maricón.
Vaya nivel, pandilla de crápulas, que solo sabeis defender vuestras rancias ideologias insultando a quien no piensa como vosotros…