|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Antonio Peña, doctor en Historia y colaborador de Ñ TV, analiza en profundidad la guerra entre Rusia y Ucrania (parte II y final).
¿Cómo encaja usted la voladura del Nord Stream en el contexto internacional?
El Pulitzer Seymour Hersh realizó una investigación donde exponía que Washington ordenó el sabotaje a los gaseoductos Nord Stream.
¿Por qué?
Recordemos que para el verano de 2022 las sanciones a Rusia a quien estaban perjudicando era a la UE, que se vio en la tesitura de encadenarse más a Estados Unidos o liberarse mínimamente de tal servidumbre. Algún país, como Hungría, plantaba abiertamente cara a los useños y a la propia UE.
Llevar a cabo las sanciones supondría a la UE sobre el 3-6% del PIB, con una inflación del 7’5% para finales de 2022, según el Fondo Monetario Internacional. Así que mientras el discurso y la práctica oficial era el de las sanciones, los países de la UE seguían comerciando de tapadillo con Rusia a través de puertos como el de Rotterdam, donde el petróleo y gas llegaban con normalidad. A mediados de 2022 las importaciones de petróleo de la UE a Rusia estaban sobre el 30%, el carbón al 48% y el gas al 46%. A pesar de mantener estos niveles, las sanciones ya eran un desastre para la UE y un excelente negocio para los Estados Unidos. Éstos compraban petróleo a Rusia y lo revendían a la UE 20 veces más caro. En este punto podemos entender que los intentos de independencia de algunos países de la UE, respecto a Estados Unidos, ponían en peligro este sucio negocio useño.
Los comercios de importación energética que la UE hacía de tapadillo con Rusia suponía una venta solo en petróleo de 2,89 millones de barriles a la semana pero con un aumento del precio del 60%. Respecto al gas, los precios que la UE pagaba eran un 700 % más caros. Además, Rusia respondía a las sanciones obligando a la UE a pagar en Rublos. Un rublo que se fortalecía al volver al patrón oro, lo que ponía en evidencia a las demás monedas -especialmente el dólar como moneda de transacción internacional- sin base real ninguna más que el capricho de los estados. El resultado era que Rusia seguía comerciando con la UE al tiempo que estaba abriéndose a otros mercados y gana alrededor de 20.000 millones de dólares más cada mes –y sólo por ventas de petróleo- respecto a 2021. Tenía unos ingresos crecientes del 50% desde principios de 2022. Entre tanto el rublo saltó casi un 9% frente al euro y un 2,8% frente al dólar. A mediados de 2022 el rublo era un 20% más fuerte mientras el dólar se hundía.
En el horizonte aparecían nubes muy negras (que ahora ya se están echando encima: por ejemplo quiebras bancarrias). La exigencia estadounidenses de obediencia absoluta a su tiranía significa el desastre para la UE: desbocada inflación, interrupciones de las cadenas de suministros, escasez de bienes críticos y contagio a todos los sectores económico, desindustrialización, empobrecimiento, frio, hambre… Por su parte, en Rusia todo son parabienes. Así que algunos estados -como Alemania-empezaron movimientos tendentes a cierto desapego respecto a Estados Unidos. De hecho ya en septiembre de 2020 el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo publicaba un estudio en el que consideraba que la UE necesitaba ser capaz de actuar de forma autónoma respecto a Estados Unidos. Aunque, por otro lado, el parlamento europeo -6 octubre de 2021– reafirmaba su compromiso para lograr una “asociación transatlántica renovada y reforzada” para llevar acabo una agenda para el cambio global. Pese a todo, la Cábala no podía permitir chanzas semejantes, con unos estados aconsejando una cosa y otros diciendo otras bien distintas.
Es aquí donde encaja la voladura del Nord Stream. Según el relato de Hersh, la Administración Biden se puso manos a la obra para impedir el más mínimo acto de independencia de la UE. Un ataque de falsa bandera directamente contra el suministro energético Rusia-UE, que dejaría claro quién manda y cortaría de raíz cualquier idea de independencia entre los estados europeos. Siguiendo a Hersh, las bombas fueron colocadas durante los ejercicios militares BALTOPS de la OTAN, siendo sus ejecutores la Marina y CIA norteamericana en combinación con la Marina Noruega y con explosivo plástico C4 a base de hexógeno (90%).
¿Y cuál es el papel de Zelensky y su régimen en todo esto?
Para poner la cuestión en perspectiva debo remontarme al golpe de estado de 2014 y apuntar algunas de las conexiones de las oligarquías ucranianas y norteamericanas.
En 2014, el nuevo gobierno golpista ucraniano abrió todas las puertas a los biolabs norteamericanos. Recordemos que el 13 de marzo de 2022 Tulsi Gabbard –representante por Hawai- denunció que Estados Unidos tenía al menos 25 biolabs en Ucrania. En aquel 2014 desembarcaron en Ucrania compañías como Eco-Health, Metabiota e In-Q-Tel (financiada por el Departamento de Defensa USA, instituto nacional de la Salud y la fundación Bill y Melinda Gates). De hecho, el fundador de Metabiota -Nathan Wolfe- forma parte de la junta directiva de Eco-Health y es miembro del consejo de investigación científica para la defensa (DARPA). Pero resulta que Natan Wolfe había sido preparado por el Foro Económico Mundial (FEM) -George Soros- para ocupar y desempeñar “tan distinguidos” puestos y trabajos, después de su paso por el Foro Jóvenes Líderes Globales (osea FEM). Recibió 40 millones de dólares (Departamento Defensa USA, Google, Instituto Nacional de la Salud, Fundación Bill y Melinda Gates, Fundación Skoll que tiene variante Fondo de Amenazas Globales Skoll). Wolfe también intervenía con su compañía Global Viral, que tenía como misión establecer relaciones de estudios sobre infecciones con diversos países como China. Y todo se realizaba a través de Ucrania.
También a partir de 2014 se incrementó la actividad Metabiota, especialmente desde la incorporación a la junta de Neil Callahan y John Deloche, que trabajaban en Rossemont Senea (de Hunter Biden, hijo del presidente USA Biden) y se ampliaron los contratos para los biolabs de Ucrania. Esto coincidió (2016) con el nombramiento de Ulana Nadia Suprun (con ciudadanía norteamericana, y descendiente de ucranianos nazis) como ministra de Salud de Ucrania y, también, con el nombramiento de Andrew Weber -hasta entonces Subsecretario de Defensa de USA- como Director del Departamento de Asociaciones Globales de Metabiota.
Y fue, precisamente, a partir de 2016, cuando suceden dos hechos: por un lado, comenzaron a producirse “accidentes” biológicos (como por ejemplo el brote de gripe porcina entre el personal del Ministerio de Defensa de Ucrania -20 muertos- que custodiaba un biolab en Kharkov); y, por otro, la ofensiva del ejercito ucraniano en el Donbass, tapando el escándalo de los biolabs y la corrupción sobre el eje energético.
Poco después, los periodistas ucranianos Constantine Kulich y Andriy Derkach expusieron documentalmente cómo el gobierno golpista y sus oligarcas habían robado al pueblo de Ucrania miles de millones de dólares, y cómo una parte del dinero había acabado en las arcas de la familia Biden, El principal beneficiado era Hunter Biden que estaba en el consejo de administración de Burisma (principal energética ucraniana). Burisma también pasaba dinero a la compañía Rosemont Seneca (de la que era dueño Hunter Biden) conectada a Metabiota y EcoHealth Alliance. Y resulta que EcoHealth Alliance tenía participación en el Instituto de virología de Wuhan. Y ya nos situamos a las puertas de la llamada pandemia (2020).
Cuando en febrero de 2022 comienza la intervención rusa en Ucrania, una de las acciones militares rusas se dirige a la destrucción de los biolabs norteamericanos. Entonces salta el escándalo, que es ocultado por los medios de comunicación occidentales pero obliga al Congreso de los Estados Unidos a intervenir, revelando que existen laboratorios de armas biológicas en Ucrania. Esto obligó al portavoz de la Administración Biden -Jean Psaki- a salir a negar la existencia de tales laboratorios. Sin embargo el senador conservador Marco Rubio interrogó a la Subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos -Victoria Nulad- ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la cuestión. Ésta confirmó la existencia de tales centros (de nivel 3, especialmente investigación sobre Ganancia de Función: alteración genética de un “agente” para hacerlo más resistente y aumentar la gravedad del daño que puede ocasionar). Los laboratorios norteamericanos en Ucrania investigaban con varios agentes, entre ellos coronavirus, sobre Ganancia de Función.
Cuando uno de los ordenadores de Hunter Biden (New York Post) fue intervenido confirmó las conexiones de Hunter-Rosemont Seneca con los biolabs y las energéticas ucranianas, entre otras asquerosas y terribles cosas. Seguidamente, el Ministerio de Defensa de Rusia publicaba una lista de figuras clave involucradas en el programa de armas bioquímicas de EE. UU. y Ucrania. Esta documentación señalaba la participación del hijo del presidente de EE. UU., Hunter Biden a través de Metabiota -controlada por el Pentágono-, el científico jefe de Pfizer y presidente de la División de Investigación Internacional y ex director de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa Kenneth Myers, y el exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) Thomas Frieden. Al unísono con la oligarquía ucraniana habían abierto una “ventana de overton” para realizar exorbitantes negocios.
Pero la guerra iba mal, siempre ha ido mal y no hay posibilidad de victoria. La UE se estaba desfondando y, especialmente, Alemania. Es aquí donde comenzó a ponerse en duda la continuidad de la ayuda europea a Zelensky, provocando el nerviosismo de Estados Unidos y Kiev. Para junio de 2022 la tensión era máxima, dado los intentos de Alemania de eludir las sanciones contra Rusia y restablecer el suministro de gas ruso a través de los gasoductos Nord Stream. La situación llevó a la destitución del embajador ucraniano en Berlín, Andrei Melnik. Kiev no tenía para pagar la deuda externa, y necesitaba una ayuda mínima de 5.000 millones de dólares al mes. En julio Alemania bloqueaba la ayuda de la UE a Ucrania por valor de 9.000 millones de dólares. Entonces Kiev ordenó actuar a sus embajadores en Canadá y Estados Unidos: por un lado, bloquear la turbina del Nord Stream y que Washington pusiese en marcha su plan de destruirlo.
Pero es que resulta que los Nord Stream discurrían bajo el mar en paralelo a lo largo de 750 millas: desde el noreste de Rusia, por el mar Báltico, pasando cerca de la frontera con Estonia y la isla danesa de Bornholm, para desembocar en el norte de Alemania. Esta ruta evitaba Ucrania, con lo que la oligarquía energética ucraniana y norteamericana salían perdedoras. Con los Nord Stream la UE tendría energía abundante y barata y podía convertir a Alemania en el distribuidor energético de la UE. Toda la maquinaria productiva, industrial y comercial europea quedaría beneficiada. Al mismo tiempo Rusia tendría una importante fuente de ingresos. La UE y Rusia estrecharían lazos, con lo que la UE podría empezar un proceso de independencia de Estados Unidos, que acababa de sufrir una gran derrota en Afganistán, se retiraba y los talibanes volvían a controlar el país. No es de extrañar que por aquel entonces Macron y Scholz insistiesen públicamente en la autonomía europea respecto a los useños. Esto era algo que la oligarquía useña en modo alguno podía permitir. Siguiendo a Hersh, el equipo Biden (el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, el secretario de Estado Tony Blinken y Victoria Nuland, subsecretaria de Estado para Política Exterioro) se manifestó a favor de la acción destructiva. Y la operación se puso en marcha.
Entonces ¿Vladimir Putin ha entrado en guerra con Ucrania por los intereses de Rusia o esta lucha representa algo más? Y ¿cómo encaja usted las alianzas de Rusia con las tiranías comunistas e islámicas?
Vamos por partes. Se lo voy a explicar en cuatro puntos.
Lo primero, no se trata de Putin. Rusia no ha entrado en guerra con Ucrania sino en guerra contra la agresión norteamericana a través de Ucrania. Agresión en diversos sentidos, por ejemplo:
La pretensión de destruir la Federación Rusa para componer un mosaico de estados (balcanizar la región) enfrentados entre si y controlados por Estados Unidos y llevar a cabo el plan Brzezinski -por ejemplo Foreign Affaire (1970) o El gran tablero mundial (1998)- consistente, a grandes rasgos, en: la hegemonía de Estados Unidos sobre Euroasia dejando en la esterilidad territorial y político-económica a Rusia; y, al mismo tiempo, aislar a China que sólo puede entrar en Euroasia a través de Rusia. Además, esto supondría la colonización efectiva de Europa. Brzezinski señalaba a Ucrania como el “estado crítico”. Si Estados Unidos controlaba Ucrania esterilizaría a Rusia y dejaría a China en su rincón asiático. También he destacado el control mundial de las energías, o el desarrollo de la tecnología militar biológica. Y, como vemos, no es casualidad que todo esto tenga su eje en Ucrania. Estados Unidos está en guerra prácticamente directa con Rusia, y en ello ha empujado a toda Europa.
Segundo, a lo ya dicho. Hay que introducir los intereses de variados sectores oligárquico ucraniano, alguno de origen jázaro. Estados Unidos los utilizó para llevar a cabo sus planteamientos (golpe de Estado de 2014). Una vez en el poder, estos sectores oligárquicos comenzaron a desarrollar sus propios planes políticos, básicamente: el sueño de una supuesta reconstrucción del reino jázaro, un pequeño recuerdo de aquel reino que se desarrollaba desde el norte del Cáucaso hasta la línea Moscú-Minsk y se extendía por todo el valle del Dnieper con centro en Kiev. Entre el siglo IX-X el reino jázaro acabaría desapareciendo debido a las presiones musulmana, por el sur; y del Reus, por el norte, que se hizo con Kiev y el valle del Dnieper hasta Crimea. Y en este sueño jázaro los rusos de Ucrania simplemente sobran. Esta puede ser una de las razones por las que el gobierno golpista ucraniano nada más llegar al poder inició la guerra contra los ruso-ucranianos, especialmente en los oblast del este y sur: Crimea, Dombas y Lugansk principalmente.
Tercero. Otro aspecto de la guerra de Estados Unidos contra Rusia consiste en que la Rusia de Putin se desligó del globalismo del “Foro Soros” -Foro Económico Mundial- para optar por otro modelo global. Desde 2009 Putin ya no volvió a acudir a tal engendro totalitario. Los “foreros de Soros” apoyaron al gobierno golpista ucraniano y Zelenski tuvo las manos libres para eliminar a los rusos de los oblast del este. Pero si la OTAN creaba problemas a Putin en su “patio trasero”, Putin estaba dispuesto a crear problemas a la UE también en su “patio trasero”, justo en una de región geoestratégica clave: Cataluña. Según las acusaciones judiciales, la agenda de Tarradellas y las conversaciones de Vendrell, parece ser que el gobierno golpista de Cataluña entró en negociaciones con supuestos representantes de Putin para acordar la participación de unos 10.000 soldados Wagner. El gobierno golpista de Cataluña también tendría apalabrada la participación de unos 5.000 blackwater norteamericanos. Entre tanto Putin tendía alianzas militares con China e Irán (2017-2021) y económicas con países anti-occidentales. Estas alianzas han sido la base de los actuales BRICS.
Actualmente ya hay una realidad que está fuera de control de la Cábala Straussiana, del gobierno de Estados Unidos y de la UE. Por una parte hay una enorme y creciente demanda de oro. Los bancos centrales están comprando más oro que en cualquier otro momento de la historia desde que se tienen datos (1950) y que representa un 33% de la demanda global de oro. Y todo esto al hilo del retorno al patrón oro de los BRICS, 9 de los 10 máximos compradores encabezados por Rusia, China e India. Estos países están en conversaciones con Brasil y Sudáfrica para la creación de una nueva moneda internacional basada en oro que desbancaría al dólar. Mientras tanto la UE, Gran Bretaña y Estados Unidos sigue públicamente con la cantinela de que no hay problema y que India está del lado OTAN. Es decir, esto supone la formación de una economía internacional, una globalización que desafía, y de hecho desbanca, a la globalización del Foro Económico Mundial, a la oligarquía SWIFT. G7. Aquí encajan las actuales quiebras bancarias, algunas tan importantes como el Credit Suisse.
La diferencia con otras crisis financieras es que ahora hay un nuevo bloque unido que tiene el control sobre las materias primas necesarias para salir victoriosos y levantar una nueva economía, un nuevo orden mundial, un nuevo sistema internacional. Y sólo en el mes de marzo-abril han llamado a esta nueva puerta 19 países. Y es que la mayoría de países del mundo ya están hartos de la oligarquía jázara, de los SWIFT, del G7, del Foro Económico Mundial, del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estos organismo han estado dando dinero a los países a contraprestaciones desmesuradas. Por eso llaman a la puerta de países como China y Rusia y les piden dinero -ya con base real, en oro- lo que significa meterse en su economía y hacer crecer el mundo BRICS. Pero en occidente no todos miran a otra parte. Financial Times esquematiza y está llamando la atención sobre este asunto de mano de Ruchir Sama presidente de Rockefeller Internacional.
Esta situación socava la supuesta unidad dentro de la OTAN. Estados Unidos y Gran Bretaña están pidiendo a la UE más sanciones a Rusia y la UE ya responde abiertamente que “no”, aunque el discurso vendido a la sociedad es el contrario. Entonces Gran Bretaña –con el visto bueno de Washington- comienza a amenazar con proporcionar a Ucrania munición de uranio empobrecido (uranio-238). Y la UE y la ONU les advierten de las consecuencias de la utilización de estas municiones, situación que se pudo comprobar en guerras como la balcánica, Libia e Irak, y que afectó no sólo a la población bombardeada sino también a los soldados OTAN que manipularon y utilizaron este tipo de munición. Por la radiación ionizante este tipo de munición tiene consecuencias similares a las armas nucleares. Podemos imaginar la situación que se puede producir en Europa del Este y central -por lo menos- si se utiliza este tipo de armas. Y ¿dónde están los países díscolos? Precisamente ahí.
Y cuarto punto. No solo se trata de una cuestión de modelo económico y financiero global. El modelo imperante conlleva un modelo mental y cultural: Destrucción de la familia, destrucción de la sociedad basada en valores cristianos, destrucción de los estados-nación, ideología de género y pederastia, destrucción demográfica (anti natalismo, aborto, infanticidio, eutanasia, eugenesia), mixtificación social, ecologismo, agenda 2030, empobrecimiento, estatalismo, anticristianismo. Contra todo esto se ha levantado muchos países y Putin ha recogido esa “antorcha” de oposición a todo esto.
Las alianzas que Rusia establece con China y países musulmanes son una necesidad política, económica y militar, lo que no significa que en esos aspectos de modelo cultural deban coincidir. Estos países tienen intereses que les unen y que consideran que están por encima de estos aspectos culturales. Por lo que respecta a Rusia, debemos tener en cuenta que forma una federación muy extensa y muy variada. Una federación de base cristiana y esto es lo que se está promocionando desde el propio estado. Ahora bien, intenta ser respetuosa con las otras religiones y sectores sociales diversos.
Mire lo que ocurre en Occidente: todo lo contrario. Los cristianos -especialmente católicos- y sus valores son cada vez más relegados y atacados legalmente e incluso físicamente, e incluso sus templos. Toda la cultura procedente de medios oficiales -desde el Estado- y medios privados, y toda la formación que se está dando a la infancia y juventud occidental en las escuelas públicas y concertadas son lo mismo y van en la misma dirección. Sólo algunos sectores cristianos muy pequeños intentan presentar un mínimo de oposición pero son atacados y desmontados.
Pongo un ejemplo: La Iglesia ha sido una de las organizaciones que más se ha opuesto a toda esta perversidad educativa y cultural encabezada por sus instituciones educativas. Las diócesis y muchas instituciones educativas tenían sus cuentas en el Banco Popular. ¿Qué pasó? En la reunión de Virginia del masónico Club Bilderberg, se decidió la eliminación del Popular utilizando a Patricia Botín y el Santander como manos ejecutoras. Y en aquella reunión estaban principales políticos de todos los colores de aquel entonces: desde Rivera a De Guindos. Parece ser que éste fue el mediador entre todas las partes. Y todo por 1 euro y 7000 millones de ampliación. En menos de 24 horas el quinto mayor grupo bancario en España quedó eliminado.
La Iglesia española recibió el mensaje y las organizaciones educativas eclesiásticas también. Bajaron el tono de oposición contra la Ideología Globalista y su Agenda. En el terreno educativo muchas escuelas católicas también bajaron el tono. En algunos casos ya no se habla o incluso se apoya abiertamente la Agenda. En otros casos hay algunas escuelas que se disponen a renunciar a la educación diferenciada, modelo que les ha sido propio y que les ha venido distinguiendo de las demás ofertas educativas católicas.
¿Rusia se ha librado de toda esta Ideología Globalista y su Agenda?
Putin se ha alzado como defensor del Cristianismo, de la fe cristiana, de los valores cristianos y enemigo de la Ideología Globalista y su Agenda, expresión de la “Bestia” ¿Puede ser verdad o sólo propaganda o cartel de reclamo? No lo sé. Lo que sí podemos saber son sus acciones en defensa de todo ello. Pienso que una de las razones no declaradas por las que Occidente odia a Rusia y a Putín es porque la mayoría del pueblo ruso abraza firmemente el cristianismo en la teología ortodoxa y está dispuesto a defenderlo cueste lo que cueste, incluso al precio de su propia existencia. Cosa que aquí, en occidente, no hay ninguna sociedad ni organización católica o protestante que esté dispuesta a entregar su propia existencia en defensa del cristianismo, la fe-doctrina católica y sus valores morales.
¿Y Ucrania?
La Ucrania de Zelensky ha abrazado a la “Bestia” en todo: financieramente, políticamente, culturalmente. Consecuencia, está intentando exterminar todo rastro de cristianismo especialmente expresado en la fe ortodoxa. En este contexto se enmarcan las medidas del gobierno y parlamento ucranianos como ley para prohibir la iglesia ortodoxa, ley defendida por el diputado de Nikita Poturaev; o los ataques -quema de iglesias- a los templos como el monasterio de las Cuevas o el de Kiev-Pechersk Lavra con la policía ametralladora en mano desalojando el templo y golpeando a los sacerdotes, La Natividad de Cherkasskiye Tishki,la Iglesia de Nicolás en Russkaya Lozovaya o la detención de defensores de la Iglesia Ortodoxa como Victoria Kojanovskaya y de sacerdotes; o las turbas a las puertas de los templos ortodoxos humillando (escupiendo, insultando, agrediendo) a los feligreses a la entrada y salida de los oficios como en la Catedral en Kamianets Podilskyi. Cuánto me recuerda todo esto a la situación de abril de 1931 en España.
¿Ha escuchado todo esto en algún lado? ¿Algún medio de comunicación ha recogido algo de esto?
Mire, los medios occidentales nos presentan toda la cuestión sintetizándola en una película de buenos y malos, donde Putin tiene el papel de muy malo. Pues reducidas las cosas a ese plano tan básico, yo no sé si Putin es bueno o es malo. Pero lo que sí sé es quiénes son los malos en occidente y aquí en nuestra tierra. Los venimos sufriendo desde, por lo menos, 1975 a las ordenes de la Sinagoga de Satanás y de la cábala useña por mano de masonería, con el objetivo de destruir nuestra patria con traiciones, entregando al enemigo la más rica provincia española, fomentando la ruptura de nuestra tierra y de nuestra sociedad, destruyendo la fe católica y a la Iglesia en España, destruyendo a nuestros niños y jóvenes con el sistema educativo y la basura televisiva, propagando por doquier un sólo mensaje: Ideología Globalista y Agendista. Y todo mediante palabras bonitas como salud, libertad, democracia, constitución (masónica de 1978), inclusión, tolerancia y tantas otras cosas.
Autor
-
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
Últimas entradas
Actualidad21/11/2024Espectacular encuentro de un joven con la luz de Dios desde las tinieblas del nihilismo más absoluto. Por Javier Navascués
Actualidad20/11/2024El general Blas Piñar analiza como la transición aceleró la decadencia del Ejército Español. Por Javier Navascués
Actualidad19/11/2024Teniente coronel Bendala: “Esta democracia lleva al libertinaje, a la corrupción y degeneración aberrante”
Actualidad18/11/2024Lupe Batallán (influencer provida): “La pornografía goza de impunidad y la gente cree que no es dañina”. Por Javier Navascués
Vladimir Putin no es «un alubio», como se le trata despectivamente en otro artículo, sino que es un defensor de Cristianismo Ortodoxo y está frontalmente en contra de la degeneración moral que está sufriendo el mundo occidental con la ideología de género. los colectivos LGTB, etc.