El "carné" de demócrata. Por Julio Merino

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Algún día de algún año el gallego Núñez Feijóo entenderá lo que es la “batalla cultural”, que es la que aquí está presente… por tanto no hay que perder tiempo discutiendo sobre si son galgos o son podencos. Lo importante es entrar en esa guerra que sin luchar la Derecha entregó a la Izquierda. ¿Por qué la Derecha y los Partidos de Derechas y de Centro tienen que aceptar como democrático y progresista solo lo que digan los comunistas y los socialistas? (que ya son “uno” solo les falta la “unificación” del 36). ¿Por qué los comunistas pueden decir “Viva Stalin” y un hombre de Derechas español no puede decir “Viva Franco”? ¿Por qué el feminismo tiene que ser lo que digan los comunistas… y por qué el señor Feijóo solo piensa en la Moncloa?

Aquí, y ya desde hace muchos años, el “carné de demócrata” solo lo pueden dar las Izquierdas. Y pensando en este tema para aclararme lo que está sucediendo en Castilla y León con el tema de la madre embarazada que quiera abortar, he llegado a la conclusión de que el verdadero problema no es ese, sino que tenga que ser y sea lo que diga el “Agit-pro”.

Pues, pensando en esta “guerra de la cultura” se me ha venido a la cabeza la anécdota que ya conté en una de mis obras. Me contaba mi amigo Antonio D. Olano (por desgracia desaparecido en plena juventud, el periodista español que más y mejor llegó a conocer a Pablo Picasso) y tanta confianza tuvo el genio con el joven Olano que incluso llegó a dejarle las llaves de su casa para que entrase cuando fuese a visitarle sin necesidad de llamar a la puerta. Mucho escribió Olano sobre esa amistad, pero mucho dejó sin publicar para incluirlo algún día en sus “Memorias”. Una de ellas fue la anécdota de los percebes y el comunismo. Al parecer el malagueño tenía una debilidad ilimitada por el marisco gallego (sí, el marisco gallego, porque si los percebes no eran de las costas gallegas no los quería) y estaba siempre deseoso de que llegara su amigo de España con las “neveritas” llenas de los crustáceos gallegos. Tanto que como se retrasase era él quien lo llamaba para que acudiese a su retiro de la Costa Azul.

Pues bien, fue en una de esos atracones de percebes cuando el siempre pillo Olano le planteó el tema del comunismo

—“ Y ahora que ya te has atiborrado con mis percebes quiero que me respondas a una pregunta que me hago siempre que vengo a verte y nunca me atrevo a planteártela, porque sé que me vas a mentir, como le mientes a todo el mundo… y en esta ocasión no quiero que me mientas. O me dices la verdad o nos pasamos a las almejas.
— Ja,ja,ja, eres un cabrón – respondió el genio entre risas—pues pregunta, que hoy te voy a decir la verdad.
— ¿Cómo un hombre como tú, tan independiente, tan rebelde, tan rico, te hiciste comunista y te sacaste el carnet del PCF, sabiendo lo que estaba pasando en Rusia y las “purgas” de Stalin?
—Pues, amigo mío, querido “Antoñito”, tú sabes muy bien que yo no soy tonto, o al menos eso creo yo, y como no soy tonto muy pronto me di cuenta que la ola del triunfo de la Revolución rusa y la llegada de los comunistas al Poder llegaba a la vieja y enfrentada Europa con la fuerza de un tsunami… y muy pronto me di cuenta que el comunismo se apoderaba de Francia y que si quería triunfar (y triunfar en lo que yo hago es vender bien y mucho) cuando menos tenía que hacerme amigo de ellos. Porque ¡ay del que se ponga en contra de los comunistas! todo lo contrario que si te haces amigo, que sin saber cómo los críticos alaban tu obra, los museos, y no solo de Francia, te reclaman obras y los particulares compran tus obras al precio que tú quieras.

Y así fue. Fue hacerme “comunista” y empezar a irme bien las cosas. y sobre todo con el “Guernica”.

— Pero, ¿te sacaste el carnet o no?
–— Hombre claro, pero ya mucho después, al terminar primero la Guerra Civil y luego la explosión y las maldades de los Nazis y la férrea Dictadura de Franco. Eso fue en 1944.
— Pero, ¿por qué no quisiste volver a España? Según me contó Luis Miguel (se refería a Luis Miguel Dominguín, que con su mujer Lucia Bosé, eran frecuentes asiduos en la casa Picasso, al menos durante aquellos años) en una ocasión te propuso volver con el permiso de las autoridades.
— Sí, es cierto, fue en 1961, con motivo de mi aniversario, 80 años. Incluso vino en persona, acompañando a Luis Miguel, un Ministro del Gobierno para hacerme saber que no habría problema si decidía volver y que sería recibido con todos los honores que mi persona y mi fama se merecían.
— ¿Entonces?
— Joder, macho… ¡me habrían matado! Si después de todo lo que yo había escrito y pintado contra Franco y con el “Guernica” como obra del siglo decido regresar y hacerme la foto con el Generalísimo… ja,ja,ja,ja, me rio solo de pensarlo. ¡Me matan! Así que decidí no volver… y eso a pesar de que con Luis Miguel ya teníamos muy avanzado un proyecto de hacer en Madrid la más grande y la más moderna plaza de toros del mundo y que llevaría el nombre de “Plaza de toros Picasso”

Y para conocer mejor la trayectoria política de Pablo Picasso les reproduzco el informe que emitió el Gobierno francés cuando el genio malagueño solicitó la “Nacionalidad francesa” (ver texto al final del artículo)

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Bueno, pues esto es lo que tienen que meterse en la cabeza los dirigentes de la Derecha, de la Extrema Derecha, del Centro y hasta los Cardenales y Obispos, que más importante que ganar unas elecciones y ocupar la Moncloa es plantear “a cara perro” la guerra de las ideas y sin miedo entrar en la batalla de la libertad y la Democracia.

¿Por qué ellos, el Sánchez Pérez-Castejón (bisnieto del general franquista Antonio Castejón Espinosa), los comunistas, los independentistas, los nacionalistas y demás ralea pueden gritar a favor de Largo Caballero, de la “Pasionaria”, de Carrillo, de Sabino Arana, y el señor Núñez Feijóo no se atreve ni a hacerse la foto de Colón (por miedo a que les tachen de fachas o fascistas) y no me digan hablar de Franco?

Por tanto, aquí y ahora lo importante, lo más importante es ganar la “guerra de las ideas” y conseguir que no sean las Izquierdas las que concedan el “carné” de demócrata (¿cómo pueden dar los comunistas un “carné” de demócratas sabiendo lo que fueron, lo que son, y lo que van a ser siempre?) Si alguien tiene que dar un “carné” de demócrata tienen que ser los verdaderos demócratas.

Julio MERINO

Informe desfavorable a la solicitud de nacionalidad francesa formulada por Pablo Picasso, 25 de mayo de 1940

Direction des Renseignements Généraux et de Jeu (4e Section, Brigade Speciale), Préfecture de Police, dossier n.º 74 644

El sujeto apellidado RUIZ Y PICASSO, conocido como “Picasso”, nacido el 25 de octubre de 1881 en Málaga (España), de nacionalidad española, contrajo matrimonio con Olga KOKHLOVA, nacida el 28 de junio de 1891 en Niegen (Rusia), de origen ruso (en situación regular).

Picasso muestra su retrato de Stalin (1952)

La señora KOKHLOVA ya no vive con él desde hace varios años y se aloja en el hotel situado en el número 16 de la rue de Berri.

Tiene un hijo, Paul, nacido el 4 de febrero de 1921 en París distrito 8, que se encuentra en Suiza desde hace dos años.

Llegó a Francia en 1900 para estudiar pintura y, de conformidad con las prescripciones que rigen la estancia de los extranjeros, es titular de un R.C.I. [carnet de identidad]1 expedido el 23 de noviembre de 1937, válido hasta el 30 de noviembre de 1942.

Desde 1918 vive solo en la rue la Boétie 23, donde ocupa dos pisos por los que paga un alquiler anual de 28.000 francos, impuestos incluidos.

Es artista pintor. Pagó 700.000 francos de impuestos sobre el volumen de negocio correspondientes al año 1939, pero ello no le ha impedido solicitar al propietario una reducción del alquiler, so pretexto de que los negocios no van tan bien a causa de las hostilidades.

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PICASSO es conocido en nuestros Servicios por haberse destacado como anarquista en 1905, cuando residía en el Bld Clichy número 130, ter., en casa de un compatriota suyo, asimismo anarquista, y está vigilado por la Jefatura de Policía.

Aunque tenía 30 años en 1914, no prestó ningún servicio a nuestro país durante la guerra.

En aquella época y hasta 1918, su profesión solo le reportaba 25 francos diarios. Residía en la rue Victor Hugo 22, en Montrouge, donde pagaba un alquiler anual de 1.800 francos.

Mientras se forjaba en Francia una situación que le permitía ganar millones (invertidos, según parece, en el extranjero), como “pintor supuestamente moderno”, y adquirir en propiedad un château situado cerca de Gisors, PICASSO conservó sus ideas extremistas al tiempo que evolucionaba hacia el comunismo.

De hecho, durante la guerra civil española enviaba cada mes importantes cantidades de dinero a los republicanos, quienes a modo de reconocimiento lo nombraron conservador de los museos españoles.

Por otra parte, el pasado 7 de mayo fue objeto de un informe en el que se indicaba que, recientemente, cuando se encontraba en el café situado en Bd St Germain 172, fue increpado por un oficial polaco de paisano mientras criticaba abiertamente nuestras instituciones y hacía apología de los soviéticos.

Según se afirma en ese mismo informe, hace varios años Picasso declaró a algunas personas que, a su muerte, legaría sus colecciones al gobierno soviético y no al gobierno de Francia, lo que demuestra que este extranjero tiene una forma peculiar de dar las gracias al país que le ha permitido establecerse en condiciones extraordinarias, algo que jamás le habría ocurrido en España.

Por lo que respecta a su hijo, de 19 años, se encuentra en Suiza desde hace dos años, supuestamente para estudiar, aunque en realidad es por motivos de salud.

Mientras vivía en París, su conducta era deplorable. Expresaba abiertamente sus ideas comunistas. En el piso de su padre sito en la rue la Boétie 23 todavía se pueden ver, según parece, ciertos grabados que representan la hoz y el martillo, pegados en las paredes.

Por otra parte, según una nota archivada en su expediente, el 4 de octubre de 1937 fue detenido por la policía judicial en un hotel sito en la rue Capron 5, por encontrarse sin carnet de identidad.

Además, por lo que respecta a la conducta y la moralidad, PICASSO tampoco destaca de manera especial. Debido a su carácter reservado y altanero, es poco conocido en el vecindario.

En resumen, del conjunto de la información recabada se desprende que este extranjero no merece obtener la nacionalización. Además, según lo expuesto más arriba, debe ser considerado como sospechoso desde punto de vista nacional.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.