¿Vuelve VOX al camino original? Por Jesús Aguilar Marina

Parece que, en las últimas semanas, VOX ha modificado su tendencia al tacticismo y ha vuelto, en parte, al camino original: el que le llevó y le lleva a defender sus principios, dispuesto a usar su poder político en el Parlamento para cuestionar al Gobierno en casi todos los aspectos; así como en Madrid y en Castilla y León para forzar al PP a derogar las leyes progres. Este cambio de estrategia, enfrentándose a la inercia gubernamental, no sólo en cuanto a tumbar las leyes ideológicas de la izquierda, es una buena noticia, porque todo le había estado yendo mal en su actitud anterior. Ahora, lo que VOX debe hacer es no recular.

Con su cuña parlamentaria, VOX es la única y parcial esperanza en la defensa de los valores tradicionales, es decir occidentales y cristianos. Tanto a él -si sigue la actual línea- como a las gentes de bien les esperan tiempos de duras y difíciles batallas, de valiente activismo, con el objetivo de que las izquierdas resentidas, en particular, y el capitalsocialismo, en general, no impongan sus agendas socioculturales. Una de las claves para ello consiste en arrebatarles el monopolio de la propaganda y de la información, desafiando a la casta partidocrática que nos ha traído a este cenagal. Y haciendo ver que él, VOX, es la única alternativa que les queda a los españoles libres.

Contra la negativa de Ayuso a tocar en toda la legislatura ninguna ley en Madrid, incluida la ley trans, VOX le ha exigido que derogue dicha ley a cambio de votar a favor de los presupuestos. Le ha pedido ahora lo mismo que tenía que haber hecho el año pasado cuando sí aprobó los presupuestos a cambio de nada, renunciando a exigir la derogación de ninguna de las leyes ideológicas de la izquierda. Además, VOX ha decidido exhortar a los médicos de Castilla y León para que ofrezcan a las abortistas la posibilidad de oír el latido del feto; y, así mismo, ha presentado el recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Memoria Democrática, como había prometido.

Conviene recordar que, tanto la ley trans como las restantes leyes ideológicas que no dejan de criticar Ayuso y Feijoo a nivel nacional, las mantienen vigentes en Madrid desde el año 2016 cuando la aprobó el gobierno del PP de Cristina Cifuentes junto al PSOE y Podemos. VOX, que ya había manifestado esta incongruencia hace meses, pidiéndole a Ayuso que las derogase, sólo había obtenido de ésta vagas promesas y perennes dilaciones, especulando con obtener un buen resultado electoral que le permita ignorar a VOX y no desobedecer las órdenes del NOM, al que se somete.

VOX debe implicarse a fondo en la batalla sociocultural, convenciendo a los españoles no sectarios de que las leyes de «desmemoria histórica», del aborto y las leyes elegetebeis que atacan a la persona y a la familia inventando aberraciones de sexos, géneros e identidades descarriadas, tienen que ser efímeras, y que las terminaremos eliminando entre todos. Lo mismo que tiene que persuadirlos de que los frentepopulistas están empeñados en hundir a la patria en una permanente atmósfera de confrontación, con peleas internas que desemboquen en una nueva guerra civil.

Insistiendo en su soledad como alternativa política frente a la casta, VOX debe facilitar datos, argumentos e ideas a los ciudadanos para que éstos adquieran una certera visión de la actividad pública desde la condición de personas libres y con valores. La buena noticia es que, en las últimas semanas, VOX ha vuelto a marcar territorio y ha dejado de regalar los presupuestos al PP, consciente de que si un gobierno tiene los presupuestos aprobados es muy difícil influir en él, sobre todo si los consigue sin ninguna contrapartida sociocultural.

Votar no, negarse a participar en la farsa, puede empezar a cambiarlo todo, devolviendo a VOX a su lugar original, en la defensa firme de los valores que ha de compartir con los espíritus libres. Porque sin defender con firmeza los principios que vinieron a proteger en sus inicios, VOX carece de sentido. Este enfrentamiento resulta sustancial, pues si al PP no se le fuerza a cambiar las leyes ideológicas progres, que en España aprueba el PSOE, pero que en Madrid las ha aprobado el propio PP con el apoyo de la izquierda, no va a hacer nada.

Si este paso que ha dado VOX lo mantiene en el futuro, amplificándolo y añadiendo otros sucesivos, se desmarcaría definitivamente del PP, partido que es la cara B del NOM de Soros, cuya estrategia pasa por el eterno bipartidismo de los frentepopulistas y peperos. VOX debe obligar a Ayuso a que haga un trabajo regenerativo en la Comunidad de Madrid -proa actual de la patria-, que cumpla su palabra y derogue las leyes ideológicas de la izquierda. Y si no la cumple, que los votantes incautos del PP sepan que Ayuso no es lo que aparenta, y que se le caiga la careta de una vez por todas.

Hemos llegado tan lejos en el camino de la infamia que ahora queda un largo recorrido para recomponer los destrozos frentepopulistas y los de sus socios, por eso hay que seguir presionando a VOX para que mantenga la única ruta regenerativa posible y para que no deje de apremiar y denunciar a Ayuso, a Feijoo y a los restantes liberticidas. Es necesario enfrentarlos permanentemente a su comitiva de abominaciones y a los incumplimientos de sus juramentos o promesas como gobernantes.

Solo si existe un VOX comprometido con los principios, que desenmascare e influya en el PP y, más allá, en la política nacional, lograremos iniciar el camino hacia la verdad, a desmantelar todo el entramado que las izquierdas resentidas han impuesto en España con el consentimiento y la bendición del PP, no lo olvidemos. Porque el objetivo final no es acabar con el Gobierno de Pedro Sánchez Sanchina, sino barrer la corrupción organizada que asola a España.

El objetivo tampoco termina consiguiendo la derogación de las leyes de violencia de género, de memoria democrática, trans, elegetebeis, del aborto o la futura ley de (anti)familias, por ejemplo; más allá, resulta imperativo impulsar otras que protejan todo lo noble que durante la nefanda Transición se ha destruido o se está destruyendo. Es decir, el objetivo es la regeneración absoluta. Y para ello la ciudadanía ha de apoyar a VOX activamente, para a su vez apoyarse en él, haciendo de este partido la única, eficaz y necesaria alternativa política.

Por eso son tan importantes las recientes actitudes y decisiones de VOX y por eso hay que respaldarlo y afianzarlo, haciéndole ver que con sus últimas determinaciones ha vuelto al camino correcto y que sólo sin apartarse de él podrá erradicarse la perversión y el guerracivilismo que impulsan los rencorosos, y mejorará la vida de los españoles en todos los aspectos.

Autor

Jesús Aguilar Marina

Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.

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