22/11/2024 17:44
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Hoy voy a retomar el tema de la despoblación que como saben es mi máxima preocupación para el futuro de estas tierras y de España en general. 
 
Como ya les dije anteriormente a muchas provincias de la España vacía solamente les queda 15 años de vida según lo que indican sus pirámides de población. 
 
Y sigue sin hacerse nada al respecto.  Pasan las elecciones y de nosotros no se acuerda nadie. Las promesas se las lleva el viento y seguimos con nuestro peculiar camino hacia el abismo.
 
Hoy he dado una vuelta por Zamora capital y solo se ven ancianos. La juventud emigra y de infancia no queda nada. Así que imagínense el panorama que hay en los pueblos. Los nubarrones que se otean en el horizonte no son oscuros sino completamente negros.
 
He asistido a algunas reuniones de los partidos de la España vacía y son gentes mayoritariamente de izquierdas con unas propuestas y soluciones que dan risa a las personas mínimamente sensatas. Son partidos al servicio de Sánchez y de su permanencia en el poder.
 
Creen que se puede solucionar el problema sin contar con Madrid y regresando a la edad de piedra. Así es imposible. No son capaces de abordar el problema desde un punto de vista general y de prohibir el aborto no quieren ni oír hablar. Están totalmente alejados de la realidad. Y por supuesto que no van a las raíces del problema. 
 
Por que las raíces del problema están en la pérdida de renta de los agricultores, en la mecanización del campo que no tiene vuelta atrás, en el aborto masivo e indiscriminado y en la desindustrialización de nuestra patria.
 
Y en que los españoles nos hemos vuelto muy señoritos y los jóvenes, hijos únicos en su mayoría, ya no quieren trabajar en el campo y prefieren vivir de la sopa boba.
 
Como ven el problema es arduo de resolver por los muchos matices que tiene. Y en Madrid, como me lo indica mi experiencia, ni se quiere y ni se puede hacer nada al respecto en las actuales circunstancias. En realidad ni se quiere oír hablar de las soluciones radicales que se necesitan. 
 
Este humilde agricultor cerealista que se cree Máximo Décimo Meridio a veces piensa en tratar de impulsar un movimiento regeneracionista por las provincias despobladas y todos juntos lograr las suficientes voces que gritando alto nos escuchen en Madrid. 
 
Por ello estoy intentando reorganizar FE-JONS Zamora e impulsar la creación de un Frente Nacional que busque su granero de votos en este tipo de provincias. 
 
Pero todo va muy despacio. La dispersión de los camaradas dificulta mucho las cosas y el tiempo que no tenemos va pasando inmisericorde.  Es esa falta de tiempo, 15 años para la extinción, lo que precisamente me agobia y a veces me hace tomar decisiones precipitadas y darle lata más de la cuenta a los camaradas de Madrid.
 
Ahora estoy en la biblioteca pública de Zamora. Podría estar mirando a las chicas guapas que hay, o leyendo el libro sobre Octavio que tengo encima de la mesa. Pero ese agobio que tengo por esa falta de tiempo para poder encauzar este gravísimo problema es lo que me lleva a escribir este artículo, para pedirles a ustedes ayuda para la España vacía. 
 
El aborto debería prohibirse mañana mismo y no hay tiempo.
 
La deslocalización de empresas y la reindustrializacion deberían empezarse mañana mismo pero no hay tiempo
 
La mejora de las condiciones de renta de los agricultores debería solucionarse mañana mismo pero no hay tiempo. 
 
La educación de los jóvenes sobre la dignidad del trabajo manual debería empezarse ya pero no hay tiempo. 
 
Eso es lo que me desespera. Que no hay tiempo. Que nadie hace nada y que solo quedan 15 años para el desastre.
 
Y como les digo , los proyectos que tengo para intentar arreglar el problema, como me he prometido a mi mismo, van muy despacio. Lo cual me tiene sumido en un estado de nerviosismo e impaciencia que seguramente ustedes no comprenderán.
 
Y si los patriotas no arreglamos esto nadie lo va a arreglar. Porque la desidia y desdén de los globalistas por estos problemas de la España interior son mayúsculos. Les importa un bledo que se despueble nuestra patria o que sea repoblada con mahometanos. 
 
No se que hacer más por ahora. Desde Zamora solo puedo hacer el escribir libros y artículos que hablen del tema pero cuando pido entrevistas a los medios de comunicación de masas me vetan por mi falangismo.
 
Es desesperante todo esto, la verdad. Este año han muerto catorce personas en mi pueblo y como desde hace muchos años no ha nacido ningún niño. Y he comprobado en mis propias carnes que en Madrid el tema no interesa.
 
Es más. Le solicité una entrevista a Pablo Motos del Hormiguero para exponer la terrible situación y va a dedicar un espacio para que hablen los alcaldes de los pueblos zamoranos.  Pero conmigo no va a contar. Por lo menos, si he conseguido ese espacio, algo es algo.
 
Lo he intentado con todas las televisiones, radios y periódicos, pero en cuanto se huelen que soy falangista me vetan.
 
Y estoy convencido de que solamente desde una mentalidad radical y revolucionaria se puede repoblar el país y atajar el problema.  Así que yo no pienso cambiarme de chaqueta a estas alturas y no se que movimientos hacer próximamente para lograr hacer que se me oiga. Y ya les he dicho que lo que proponen los partidos de la España vacía es el volver a la edad de piedra.
 
Bueno, perdonen este ataque de pesimismo. Algún hueco encontraré por algún lado para llevar a cabo la misión que me he impuesto. Y si no, me queda esta trinchera del Correo de España para seguir proclamando a los cuatro vientos cuales son las soluciones del tema según mi humilde punto de vista.
 
Porque no me pienso rendir como no se rindió ayer el Real Madrid.  A base de dar la lata conseguiré las entrevistas necesarias para dejar bien expuesto el problema y sus soluciones y que me oiga toda España.
 
Ser políticamente incorrecto es un hándicap.  Pero con tesón y tenacidad se logran los objetivos y tengo además conmigo la fé que mueve montañas.
 
Y nada más por hoy.Vuelvo a mis lecturas octavianas y pienso que como me gustaría tener la astucia de Octavo para poder llegar a algún sitio desde el que poder arreglar el problema de la España vacía. Afuera los campos de colza están amarillos y los de trigo verdes, promesas de buenas cosechas. Pero estas cosechas son para ganarme la vida. Ya les prometí que si compran mis libros masivamente dedicaré esos dineros a ayudar la reorganización de FE-JONS Zamora y mi posible candidatura por esta provincia al parlamento.  Para conseguir ese púlpito desde el cual se me escuche y pueda ayudar a la solución del más grave problema que tiene nuestra patria: la despoblación. 

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