24/11/2024 03:02
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Tras la implementación por el Gobierno de Sánchez del Estado de Alarma debido a la crisis del COVID-19, la sui generis democracia española habría devenido en una suedo-autocracia en la que todos los poderes quedan concentrados en el Presidente y en su brazo ejecutor, el Ministerio de Sanidad. En esta tesitura, la oposición se encuentra desarbolada al verse incapaz de evitar la aparición en el BOE de los sucesivos Decretos-Leyes implementados por el Gobierno, quedándole tan sólo el recurso del pataleo. Sin embargo, la reciente firma del PSOE, Unidas Podemos y Bildu para la derogación total de la Reforma Laboral del PP habría encendido las alarmas en el seno del establishment que se habría traducido en la retirada de la CEOE de la Mesa del Diálogo con el Gobierno y Sindicatos y que tendría su continuidad en una demoledora editoral del Grupo Prisa contra el Gobierno de Coalición PSOE- Unidas Podemos con el objetivo confeso de provocar la salida de Podemos del Gobierno. El cambio de tendencia de la línea editorial de «El País» vendría motivado por las presiones de Ana Botín, como cabeza visible del Banco Santander que controlaría el 5% del Grupo PRISA (editor de el diario «El País») y cuya deuda a finales del 2019 rozaba la astronómica cifra de los 1.000 millones de €. Tras el cambio de su línea editorial subyacería la urgente reestructuración de su deuda que necesita para evitar su asfixia económica así como una posterior fusión con el Grupo VOCENTO y dado que el PSOE y PP son los partidos que más dinero adeudan a los bancos (40 y 25 millones € respectivamente) y que su principal acreedor es el Banco de Santander, es previsible que los dos partidos mayoritarios sean receptivos a las demandas del establishment encarnado en la figura de Ana Botín.

Así, el PP estaría revisando su actual estrategia política para incorporar a su bagaje político la llamada inteligencia maquiavélica, consistente el uso de comportamiento cooperativos o combativos que le puedan reportar mayores posibilidades de adaptación en función de una situación concreta así como de realizar acciones complejas que pueden no ser entendidas en un principio por sus votantes pues sus metas se proyectan hacia un futuro mediato. En consecuencia, tras la defenestración de Unidas Podemos del Gobierno Sánchez, asistiremos a la firma de un Pacto de Estado PSOE-PP que contaría con las bendiciones del establishment financiero y que tendría como objetivo último el retorno del Bipartidismo PSOE-PP y la adopción de medidas austericidas siguiendo los dictados de la Troika europea. Dichas medidas se traducirán en una dramática reducción de los subsidios sociales que afectarán a la duración y cuantía de las prestaciones de desempleo, pensiones de jubilación y viudedad así como a una severa reducción de los sueldos del funcionariado que significarán de facto el retorno a escenarios económicos de la postguerra.

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REDACCIÓN
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